La diplomacia del gobierno de Rodrigo Paz encara desafíos estructurales relacionados con el corredor bioceánico, el puerto de Chancay, la Hidrovía Paraguay-Paraná y gobernanza de cuencas compartidas, entre otros.
Fuente: eldeber.com.bo
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El gobierno de Rodrigo Paz encara un nuevo capítulo en la diplomacia internacional y asume el mando de Bolivia con más de una decena de tareas estratégicas con Chile, Perú, Brasil, Argentina y Paraguay. Entre algunos los desafíos figuran la gobernanza de cuencas compartidas, la concreción de corredores logísticos, la cooperación energética y la protección de los recursos hídricos transfronterizos.
Los retos pendientes son una oportunidad para fortalecer la posición geopolítica de Bolivia en Sudamérica y reposicionar al país como centro gravitante de la región. “La política exterior que se debe proyectar tiene que orientarse a recuperar nuestro papel de centro gravitante del continente y realmente volver a ser el país tierra de contactos y aglutinar a nuestros vecinos y potenciar nuestras relaciones”, subrayó Ricardo Martínez Covarrubias, director ejecutivo del Laboratorio de Análisis de Políticas, Relaciones Internacionales y Diplomacia (Laprid).
Según el Laprid, la falta de seguimiento de acuerdos y la debilidad de la diplomacia relegaron a Bolivia a un papel secundario en la región. Esta instancia presentó un diagnóstico de las relaciones de Bolivia con el mundo en el estudio Bases para una política exterior independiente, coherente y productiva.
Con Brasil
La relación con Brasil es considerada una de las más intensas y fructíferas, pero proyectos clave como el Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración (CFBI) permanecen paralizados desde hace años. Aunque en 2018 se informó que Perú, Bolivia, Brasil y Paraguay aprobaron el reglamento para promover el corredor, en mayo de este año se dio a conocer que Bolivia no fue considerada en su trazo original.
La noticia puso en alerta al país y, según un reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, la canciller de ese entonces Celinda Sosa “hizo un llamado a considerar la inclusión de Bolivia en dicho corredor, así como a potenciar el papel estratégico de la Hidrovía Paraná-Paraguay, dentro de los proyectos regionales alineados con la Franja y la Ruta”.
Hace algunos años, un grupo de empresarios brasileños observó los múltiples conflictos políticos, sociales y de infraestructura en Bolivia, que debilitarían la competitividad de su comercio e industria si atraviesan el territorio nacional para llegar a los mercados asiáticos.
El 5 de agosto, Sosa afirmó que el tema del corredor fue abordado con el representante Especial del Gobierno Chino para Asuntos Latinoamericanos y Caribeños, Qiu Xiaoqi, quien arribó a Sucre por el Bicentenario. China prevé una inversión inicial $us 3.500 millones en la construcción del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración.
Según el estudio del Laprid, otro tema pendiente con Brasil es la reactivación de la Comisión Mixta para el tratamiento de la navegación y otros del Sistema Tamengo, incluyendo un sistema para el dragado continuo. Para Bolivia, que es un país sin salida al mar, el sistema de Tamengo es una salida al Atlántico a través del río Paraguay con una reducción de costos logísticos en ciertos casos, pero la navegabilidad se ve afectada por periodos de bajos niveles de agua.
Para el economista y diplomático, Windsor Hernani Limarino, la política con los países vecinos debe ser prioritaria, principalmente con Brasil, ya que, “por sus dimensiones territoriales, su peso económico mundial ofrece oportunidades comerciales y de asistencia técnica”.
Con Perú
Bolivia y Perú mantienen un historial de cooperación cultural y económica, reforzado por los Gabinetes Binacionales y acuerdos de integración desde 2004. Sin embargo, muchas tareas no se consolidaron como: la negociación para lograr un tratamiento preferencial en el Puerto de Chancay, la construcción de los Centros Binacionales de Atención en Frontera en Thola-Kollo y San Lorenzo, en el marco de la Comunidad Andina (CAN).
Asimismo, el estudio de Laprid señala que Bolivia enfrenta retos históricos y ambientales con Perú respecto a la contaminación del Desaguadero, el Lago Titicaca y la falta de mantenimiento de recursos compartidos, que evidencian la urgencia de retomar compromisos.
“Hemos descuidado el lago Titicaca y el río Desaguadero, que podrían ser motores de desarrollo compartido si se gestionan correctamente”, apuntó Martínez.
Otro tema pendiente con Perú es la adecuación del Convenio de Libre Tránsito de 1917 que, si bien es un marco histórico que garantiza el acceso boliviano al océano Pacífico, requiere una actualización para responder a la realidad del comercio y logística actual. Entre las adecuaciones es necesario incluir la incorporación de puertos contemporáneos como Ilo y Chancay.
Con Argentina
Aunque la relación se vio afectada por tensiones derivadas de la interrupción de importaciones de gas desde Bolivia y la construcción unilateral de una valla fronteriza, la cooperación migratoria y la integración industrial son prioridades pendientes.
“Con Argentina han sido irregulares nuestras relaciones con el tema del gas. Estábamos regularmente bien, ahora que no les vendemos gas la relación se dificultó un poco. Tenemos muchísima migración, se habla más de un millón y medio de bolivianos que viven en Argentina y que de alguna forma tenemos que protegerlos y regular su estadía en Argentina. Tenemos proyectos conjuntos, empresas conjuntas”, señaló Martínez.
Con Chile
Tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el Silala y la histórica pérdida de soberanía marítima, la relación bilateral se tornó conflictiva y limitada. El Laprid subraya que Bolivia enfrenta la necesidad de gobernanza conjunta de casi 21 cuencas compartidas y de recuperar espacio en temas comerciales y de libre tránsito.
La creación de una Autoridad Binacional para recursos hídricos y la renovación de canales diplomáticos son tareas pendientes que el nuevo gobierno deberá priorizar. “Son pequeñas cuencas, pero es una zona de estrés hídrico, es decir, que hay falta de agua”, manifestó Martínez.
Por su parte, Hernani apuntó que una buena relación con Chile es importante debido a la dependencia comercial que tiene Bolivia. “Los puertos chilenos son la principal ruta de entrada y salida de mercancías, y lastimosamente el libre tránsito no se cumple a cabalidad”, indicó.
Con Paraguay
Bolivia y Paraguay comparten 742 km de frontera, con desafíos históricos y actuales en energía y comercio. La Hidrovía Paraguay-Paraná, la seguridad fronteriza y el Corredor Ferroviario Bioceánico son proyectos estratégicos que esperan coordinación y compromiso.
Bolivia accede a esta hidrovía mediante el Sistema Tamengo, que incluye el Canal Tamengo y la Laguna Cáceres, desde donde las barcazas avanzan hacia Corumbá y se integran al río Paraguay y Paraná. Aunque ofrece ventajas logísticas y costos más bajos que el transporte terrestre, enfrenta desafíos como bajantes de agua, necesidad de dragado y modernización de puertos.

