Las acciones y palabras del presidente electo, demuestran que su gobierno optará por el “pragmatismo político” y dejará atrás la política exterior ideologizada que impulsó el MAS en dos décadas. Destacan la claridad con que el gobierno electo plantea una reinserción internacional de Bolivia, priorizando las relaciones con países interesados en cooperar y hacer negocios transparentes.

Fuente: El País.bo
Un claro ejemplo de la nueva política exterior boliviana es el distanciamiento respecto a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, regímenes que fueron aliados ideológicos del MAS.
Tras las primeras medidas y cambios anunciados por presidente electo, Rodrigo Paz Pereira, respecto a las relaciones internacionales de Bolivia a partir de su gobierno, el analista y docente universitario Julio Alvarado afirmó que el país va dejando atrás la política exterior ideologizada que promovió el Movimiento al Socialismo (MAS) en veinte años, dando un giro de 180 grados en su relación con el mundo.
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Recientemente, al referirse a la política exterior que se impulsará desde su gobierno, Paz aseguró que estará enfocada en el bienestar y los intereses del país, al margen de condicionamientos ideológicos o posturas cerradas hacia alguna línea de pensamiento.
“La ideología no da de comer, lo que da de comer es empleo real con inversión en el país y eso no significa traicionar nuestros valores”, sostuvo Paz durante una entrevista televisiva.
En criterio de Alvarado, las palabras del presidente electo demuestran que su gobierno optará por el “pragmatismo político”, dejando atrás la política exterior ideologizada que impulsó el Movimiento al Socialismo en casi dos décadas en el poder.
“Todo ese tiempo fue nefasto para los intereses de la población boliviana. El gobierno del MAS estrechaba relaciones con Chile, porque la presidente Michelle Bachelet era socialista y luego se enfrentaba e iniciaba una demanda en la Corte Internacional de Justicia en La Haya, porque el presidente Sebastián Piñera era de la oligarquía chilena”, recordó el analista.
De la misma forma, la “alianza estratégica” con la República Popular China, tuvo una línea “antiimperialista”, contraria a las políticas de los Estados Unidos, “no por ser la primera potencia comercial o la segunda economía del mundo y gran innovadora en materia tecnológica”, indicó.
Ante este panorama y a menos de una semana para la transmisión de mando, Alvarado destacó la claridad con la que el gobierno electo plantea una reinserción internacional de Bolivia, priorizando las relaciones con países interesados en cooperar y hacer negocios, con base en contratos transparentes y seguridad jurídica, cualidades que se perdieron durante el régimen “masista”.
“El mensaje presidente electo se enmarca en la teoría del Realismo Político, los Estados actúan en la arena internacional de acuerdo a sus intereses y las necesidades de su población, no por afinidades políticas o ideológicas. No se alinea con ningún bloque de las potencias mundiales, más bien trata de tener muy buenas relaciones diplomáticas con todas ellas”, apuntó el especialista.
En su criterio, otro ejemplo claro de la nueva política exterior es el distanciamiento de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, regímenes que fueron aliados estratégicos de los dos gobiernos del MAS, relación que solo aisló al país del contexto internacional.
“Esta nueva política exterior generará corrientes de cooperación internacional para ayudarnos a salir de la profunda crisis económica e institucional que vive Bolivia. Pero es muy importante, que esa nueva política exterior esté en manos de profesionales de la diplomacia, de una diplomacia moderna, no del pasado, que comprenda perfectamente los nuevos desafíos de un mundo multipolar”, finalizó.
Recientemente, durante una entrevista televisiva, el presidente electo Rodrigo Paz, se refirió a la expulsión de Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), lamentando que, durante los gobiernos del MAS, la ideología haya determinado con las relaciones internacionales y comerciales del país, provocando un aislamiento.
“Es momento de vincular a Bolivia con el mundo, no solo con cuatro amigos o tres amigos como puede ser Cuba, Venezuela y Nicaragua, qué ganamos con Nicaragua, si generáramos empleo, si generáramos comercio, que ganamos, con la ideología de hablar con el señor Ortega (…), con eso no come ni un solo boliviano”, dijo.
El viernes, luego de varios días sosteniendo reuniones con representantes de organismos internacionales y autoridades del gobierno norteamericano, gestionando para el país la provisión carburantes y divisas, Paz Pereira aseguró que nuevamente “Bolivia se abre al mundo y el mundo a Bolivia”.
En reiteradas oportunidades, Paz había expresado su voluntad de restituir las relaciones con EE.UU., que se mantienen a nivel de encargados de Negocios desde el año 2008, cuando el expresidente Evo Morales expulsó del país al entonces embajador estadounidense Philip Goldberg.
Con esa salida también dejaron el país agencias estadounidenses de cooperación y quedaron anulados varios acuerdos comerciales como el de preferencias arancelarias del Atpdea.
Fuente: El País.bo