Productores acusan al Fondo Proleche de frenar el crecimiento del sector


Según los productores, el sector decreció un 30% en los últimos años y, de acuerdo con las cifras oficiales, el consumo se estancó entre 500 y 560 millones de litros anuales. La industria PIL acusó a la regulación del precio y a la informalidad

Por Raúl Dominguez



Fuente: eldeber.com.bo

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Ha sido uno de los peores años para el sector lechero bovino, tanto para los productores como para la industria. Los problemas de escasez de diésel y de dólares, el encarecimiento de los insumos y el crecimiento de la informalidad incidieron en el estancamiento de la producción.

Pero el principal obstáculo fue el Fondo Proleche, creado en 2011 mediante la Ley 204, que impuso una serie regulaciones como una banda de precios establecida por tres ministerios del área.

Según datos del Sistema Integrado de Información Productiva (SIIP) del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, la producción venía creciendo sostenidamente desde 1990 (176 millones de litros) para llegar a 2015 con 556 millones de litros.

Y, a pesar de que en 2024 se registraron 565 millones de litros, la producción osciló entre ese valor y lo alcanzado en 2016, con 530 millones de litros.

El presidente de la Federación de Productores de Leche de Santa Cruz (Fedeple), Juan Manuel Rojas, incluso aseguró que el sector lechero decreció un 30% en los últimos años, por lo que, luego de una reunión realizada con representantes de Beni, Tarija, Cochabamba, Santa Cruz y 12 instituciones lecheras, el 29 de octubre, decidieron crear la Confederación Boliviana de Productores de Leche (Coboprole).

Ese fue el primer punto de la resolución emitida por los productores. En el segundo, se analizó la estructura de costos de producción y la necesidad de actualizar el precio pagado al productor, estableciendo como referencia un precio base de 7 bolivianos por litro de la leche cruda, además de eliminar todo tipo de regulación que impida la sostenibilidad de la producción láctea.

“El sector lechero demanda a las autoridades competentes el abastecimiento regular y oportuno de combustibles, diésel y gasolina, además de eliminar de la lista de sustancias controladas a estos combustibles, a fin de garantizar la continuidad de las actividades productivas de transporte y acopio de la leche en todo el territorio nacional”, leyó como tercer punto Rojas.

Como cuarto, los lecheros pidieron la apertura a la biotecnología agrícola que permita garantizar la producción y disponibilidad de cultivos estratégicos como soya, maíz y sorgo, reducir costos de alimentación animal y mejorar la competitividad del sector.

La incidencia de Proleche

Javier Basta, gerente Legal e Institucional de la mayor industria láctea del país, PIL Bolivia, explicó que antes de la creación de Fondo Proleche, la producción de leche cruda en Bolivia mostraba un crecimiento sostenido de alrededor del 4,3% anual desde 1990, y los precios eran determinados libremente mediante negociaciones entre industrias y productores.

Con la nueva regulación, el Gobierno empezó a fijar precios, tanto para la materia prima como para la venta de ciertos productos al consumidor final. En 2012, por ejemplo, se estableció un incremento de Bs 0,40 por litro en el precio de la leche cruda, con una compensación para la industria de apenas Bs 0,02 por litro para las más grandes y de hasta Bs 0,11 por litro para las más pequeñas.

“Ese ajuste desequilibrado generó un efecto inmediato: la producción creció a un ritmo del 6,9% anual, y se mantuvo así de manera sostenida hasta 2015. Fue un impulso significativo para la producción de materia prima pero no para la productividad del sector primario”, explicó Basta.

Ese crecimiento se detuvo a partir de 2015, debido a varios factores, según el ejecutivo: la caída de precios internacionales, la alta presencia de productos importados y de contrabando, y fenómenos climáticos adversos como sequías e inundaciones.

A ello se sumó, en los últimos años, un fenómeno que preocupa al sector: el aumento de industrias informales no registradas en el Fondo Proleche y el contrabando a la inversa, motivado por la escasez de divisas. “Entre 2016 y 2023, el crecimiento promedio de la producción nacional cayó drásticamente a 0,1%, y desde 2024 incluso se registra una disminución en la entrega de leche cruda a la industria formal”, advirtió.

Para PIL Bolivia, el balance de estos 14 años de regulación muestra luces y sombras. “Hubo un impacto inicial en mayores volúmenes de producción, pero no se trabajó en mejorar la productividad y esto generó dependencia del sector primario a subvenciones de parte del Estado”, sostuvo Basta.

El Fondo Proleche tuvo vigencia hasta abril del presente año y el Gobierno intentó ampliarlo, incluso con otra ley (PL-528), por 10 años más. Los legisladores de oposición argumentaron que, en los últimos 12 años, solo se invirtieron Bs 74 millones de una recaudación total de Bs 578 millones provenientes de un gravamen a las bebidas alcohólicas.

El 30 de octubre, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) celebró la paralización del nuevo proyecto de ley, ahorrando unos $us 50 millones a las empresas aportantes.

DATO

69 litros de leche per cápita. El consumo de leche en Bolivia a 2024, según PIL. La cifra es 40% mayor a los 49 litros que una persona consumía en 2012