Reinerio Vargas busca hacer de la Uagrm una universidad productiva pese a un déficit de Bs 240 millones


Frente a un déficit anual de Bs 240 millones, el rector apuesta por generar recursos propios y modernizar la universidad para formar profesionales emprendedores e innovadores. Así lo afirmó en el programa Conversaciones de ED24

Reinerio Vargas busca hacer de la Uagrm una universidad productiva pese a un déficit de Bs 240 millones
Reinerio Vargas siendo entrevistado por Sissi Áñez | Programa: Conversaciones

 

Fuente: El Deber



Reinerio Vargas, despúes de ser rector durante 40 días de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), fue entrevistado por la periodista Sissi Áñez, en el programa Conversaciones, transmitido por ED24. En la entrevista, revela los retos financieros y académicos que enfrenta la casa de estudios más grande de Bolivia.

Con un déficit anual de Bs 240 millones, Vargas plantea transformar la universidad en una institución productiva, fortalecer la investigación, digitalizar procesos y garantizar desayunos a los estudiantes, mientras impulsa proyectos estratégicos como un hospital universitario y un instituto de energías renovables.

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ENTREVISTA

¿Cómo encontró la universidad? ¿Cuál es la evaluación que hace en estos primeros 40 días de gestión?

Lo mío, yo decía, que iba a ser un calentamiento porque ha sido bien dinámica mi gestión en la universidad. Yo no me puedo quejar de muchas cosas porque vine de ser decano de la Facultad de Salud, estuve cinco años por la pandemia, luego inmediatamente pasé a ser vicerrector de la universidad (…) Conocía de los problemas económicos que teníamos pero, ahora, ya me doy cuenta lo que va a priorizar uno y qué no va a priorizar en cuanto a pago y ahorrar deuda. La universidad tiene un déficit de Bs 240 millones anuales. El problema es que el Gobierno, sabiendo que tenemos ese déficit, lo ha tenido intencionalmente porque es una manera de callar voces, de someter. Lamentablemente para el Gobierno no fuimos nosotros quienes nos íbamos a callar y fuimos contestatarios y vamos a seguir siendo contestatarios.

¿Cómo se ha podido llevar adelante la gestión con semejante déficit en el presupuesto?

No es poca plata, viene a ser prácticamente casi como tres planillas de sueldo. ¿Cómo se hace? El sueldo de diciembre se lo pasa a la deuda, como deuda a la próxima gestión, y se deja deuda flotante para el otro año, o sea, el Gobierno sí sabe que esa es la situación pero, vuelvo a repetirle, intencionalmente lo hace.

En este momento nosotros estamos siendo mucho más proactivos. Después de haber estado en la parte académica, tuve la dicha de hacer alianza con la ingeniera Juanita y empezamos a pensar: «¿Qué es lo que queremos en la universidad? ¿Por qué quisiéramos ser autoridades?». Ya no es un apetito personal, viene a ser algo que uno quiere aportar a la sociedad y formar profesionales que sean líderes en una región, que sean emprendedores, que sean innovadores, que sean personas que puedan trascender.

Nuestra universidad y la mayoría de las universidades, nos hemos convertido en prácticamente fábricas de tituladores, o sea, nada más, porque después cuando salen al mercado, se encuentran con un mundo que no es el que ellos estaban preparados de repente.

¿Cómo es actualmente la educación en la universidad pública, en esta línea en la que habla usted, que solamente se han convertido en tituladores? Es decir, ¿no forman profesionales integrales aptos para la demanda que hay actualmente, con este mundo globalizado y tecnologizado?

Así mismo. Hemos tenido la dicha de trabajar en busca de esa mejora y ese cambio. Analizando eso, yo venía de ser decano, y siempre visualicé que lo mejor que puede suceder es que usted se haga una autoevaluación y luego de eso participe del proceso de acreditación. Yo no como un fin los procesos de acreditación, sino como un medio para la mejora académica.

Entonces, logramos acreditar carreras al Mercosur. Yo soy médico, en ese entonces era decano de la Facultad de Salud. Cuando pasamos al vicerrectorado, vi que ese era el norte, y logramos de tener seis carreras acreditadas a tener, actualmente, 35 carreras acreditadas en una gestión de cuatro años. No es mérito sólo mío, ha sido un trabajo en equipo.

Esto sirve para que, cabalmente, al hacer las evaluaciones (….) en este caso, los pares evaluadores (la gente que recibe al profesional) son los que reciben a los empleadores y son ellos los que dicen: «Tus profesionales no están bien en tales y tales áreas». Significa que nos dejan mandatos para ir a la mejora académica. Yo creo que ese es el norte.

¿A qué atribuye ese déficit que tiene la universidad pública en la formación de los nuevos profesionales?

En realidad no solamente la universidad pública, también hay muchas universidades privadas. El problema está en que los programas académicos no son adecuados al momento, toda la vida es dinámica.  Usted ha visto que, por poner un ejemplo, en la pandemia nadie usaba tecnologías virtuales, hasta antes de la pandemia. Pospandemia, todo cambió. Entonces, eso amerita también modificaciones de mallas curriculares.

Entonces, si usted no hace esa modificación, pues lamentablemente va a seguir dando lo mismo cuando ya el mundo no está demandando lo mismo. Debe haber una modificación de mallas curriculares, como dice la norma, mínimamente cada cinco años se debe analizar nuevamente las mallas curriculares. El mundo está cambiando muy rápido.

¿Cómo está encarando usted su gestión desde la perspectiva de este déficit de Bs  240 millones? ¿Qué va a hacer para poder compensar, para poder ir nivelando? ¿Cuál es la perspectiva que hay con relación al tema económico y financiero de la Uagrm?

Cuando uno conoce la realidad, uno tiene que plantearse reto. La constitución política del Estado da un mandato al Estado y dice que debería darnos el soporte suficiente, así dice, taxativamente, o sea, que deberíamos tener no problemas.

Pero conociendo que el Estado centralista no va a ser la solución, ¿qué hacemos nosotros como universidad? Cuando uno dice, yo busco crear profesionales que sean emprendedores innovadores, la misma lógica tiene que ser para nosotros las autoridades. Estamos ya ejecutando lo que viene a ser una universidad productiva también, o sea, una universidad que logre generar también recursos para que de esa manera sea sostenible.

Tenemos cientos de miles de kilómetros de distancia, pero la Harvard, por ejemplo, cuando el Estado americano le quiso subir su interés si no hacía lo que el Estado, (Harvad) le dijo: «Nosotros tenemos recursos, así que pueden aumentarnos y vamos a seguir haciendo academias». De eso se trata, o sea, la universidad debe tener cierta independencia, a pesar de que es obligación del Estado, de que debe generar recursos.

¿Actualmente generan sus propios recursos?

Muy poco, muy poco. Lo único que pasaba era que los ingresos propios se generaban por pago de matrícula, o sea, una estupidez, de verdad, cargándole la carga al estudiante. No es ese es el objetivo. Aún así en pandemia, de 15 o 20 millones anuales que se generaba, como en la pandemia no podían pagar, se lo hizo gratuito todo, bajó a no más de 4 o 5 millones, o sea, ya también dejamos de percibir.

Pero no es la idea volver a recuperar o cargarle al estudiante. Yo cuando hablo de que debemos generar una universidad productiva, con la ingeniera Juana, hemos visto que debemos hacer que nuestros laboratorios, por poner un ejemplo, sean generadores también de recursos. Que sean laboratorios de calidad y que puedan ofertarse recursos.

Hoy día vengo de una reunión en la que nosotros tenemos tierra, por ejemplo, en Yabaré. No puede ser posible que teniendo nosotros todo un capital tierra, no podamos hacerlas productivas esas tierras, en alianzas que sean llamadas públicas o privadas. O cambiémosle el nombre: en empresas universitarias mixtas. Lo importante es que se hagan. Sabemos que hacer empresas públicas puras, lamentablemente son deficitarias.

¿En qué área de la universidad este déficit presupuestario ha tenido mayor impacto?

En las facultades y las carreras más chicas. Hay carreras y facultades que generan muy pocos recursos.

Pero específicamente ¿en qué? ¿en reducción de docentes, de cargas horarias?

Fundamentalmente en los laboratorios, que es lo que necesita el estudiante para medios que le podamos aportar. La carga horaria, la asumimos entre todos, se distribuye la carga horaria por las 18 facultades. Cada facultad recibe de la universidad para pagar. Las facultades no pagan las cargas horarias.

¿Y en temas de investigación?

Ahí está el problema. El problema es que, si bien el estatuto dice que debemos tener un monto importante, no está dado en el clavo. La universidad no es solamente estar circunscrito a un aula de que podamos generar el conocimiento. La sociedad nos demanda que hagamos extensión, que hagamos investigación, que hagamos cosas que puedan aportar al desarrollo de la región.

Por eso es que nosotros, en el vicerrectorado, logramos evacuar algo que fue, para mi gusto, muy trascendental, fue el nuevo modelo académico proyectado al 2050. Una universidad proyectada al 2050, que no es individual. Nosotros hemos logrado ya en Santa Cruz hacer lo que se llama la Red Departamental de Innovación y Tecnología.

Sucede que las mismas universidades privadas, nosotros como pública, necesitamos tener la posibilidad de convenio. Ahí participa la Gobernación, participa la Alcaldía, participa la Federación de Profesionales, CAO, CAINCO, toda la institucionalidad, porque la universidad debe ayudar al desarrollo de las regiones. Cuando yo le digo que la universidad está sola, tiene problemas para mantener solamente su planilla, pues para lo otro, que es trascendental como la investigación, pues ya no te quedan recursos. Hay que buscar alianzas, y estas alianzas nos van a permitir salir de eso.

¿Cuál es el mayor desafío que tiene usted ahora como rector para poder mejorar el tema económico y financiero dentro de la universidad, para hacer eficiente el presupuesto con semejante hueco económico que vienen arrastrando?

En esta campaña de verano y de invierno, se supone que nosotros, la universidad tiene 18 mil hectáreas en Yabaré. De esas 18 mil tenemos conflicto, porque el hecho de no producir, pues significó que nos hayamos tenido avasallamiento y tenemos también problemas, pero tenemos mil hectáreas que están listas para producir, mil hectáreas, a cualquier agricultor que le digamos, ellos deberían sentirse súper felices hacerla productiva. Solamente haciendo alquiler, nosotros deberíamos recuperar, póngale un millón cuatrocientos mil bolivianos.

¿La ley les permite alquilar esas tierras?

Sí, nos permite. Yo no deseo que eternamente estemos alquilando.

Del total de las hectáreas que tiene la universidad, ¿cuántas están avasalladas?

Tenemos problemas. Actualmente, hemos recuperado más de seis mil hectáreas, que están ya con sentencia para que haya desalojo. Para hacer desalojo, uno necesita recursos porque la Policía le dice a uno para movilizar. No es que nos estén cobrando, pero es la movilización para eso.

¿Y eso está paralizado por falta de recursos de la universidad?

Sí, pero yo veo de la otra manera. Hay gente ahí, por ejemplo, hay dos colonias menonitas, esas colonias menonitas, en algún momento tendremos que dialogar con ellas, no le vamos a ceder, pero ¿por qué no pueden ser nuestros aliados? Si son nuestras tierras, podemos hacer la misma alianza, cuando yo le digo, ¿por qué no podrían ser nuestros aliados para que produzcamos?

En este momento, ¿esas hectáreas no son productivas, no están produciendo?

Son productivas, pero no recibimos un peso.

¿Por qué? ¿Cómo se están produciendo? ¿Quién las está produciendo?

Las colonias. En realidad, esto viene de mucho tiempo atrás, es una historia larga, pero se les dio un usufructo y ellos hicieron algunas inversiones, pero en concreto, la universidad no se beneficia de un peso, digamos, en forma oficial, la universidad no se beneficia de un boliviano, de eso. Podemos hacerla productiva, si otros la producen, ¿por qué no podemos nosotros participar de ese trabajo? Además, que tenemos investigadores, tenemos estudiantes que podrían estar haciendo in situ.

En la misma región, la misma zona, tenemos lo que es ganadería. Santa Cruz y la universidad, se necesitan ambos. Santa Cruz necesita que la universidad siga haciendo investigación, siga haciendo aporte, para que de esa manera pueda avanzar, y la universidad, el cabo de recursos.

Este proyecto, o estos programas que usted plantea para generar recursos propios de la universidad, ¿van a lograr equilibrar, por un lado el déficit, y por otro lado el impacto que hay en el tema de la baja del IDH, de la distribución de los recursos del IDH? Porque ahí también hay un impacto, ¿no? ¿En cuánto les está afectando la baja del IDH?

Para nosotros fue gravísimo lo que ha pasado con la irresponsabilidad del Gobierno de haberlo permitido que se hagan más exploraciones. Llegó un momento en que la universidad recibía cerca de Bs 250 millones anuales por IDH, pero el gas ya no está. De exportadores nos hemos convertido en importadores. La última gestión, ha entrado menos de Bs 40 millones y, de eso, el mayor porcentaje va a la parte de bienestar estudiantil, o sea, no lo usamos como para pagar sueldos ni para otro tipo de situaciones, entonces ha sido abismal.

Hoy día tenemos un proyecto, el nuevo gobierno ha planteado, si usted recuerda, 50-50 de coparticipación. De los 1.200 millones, que es el presupuesto de la universidad anual, el Estado es tan extorsivo que apenas nos aporta a la universidad cerca de 250 millones, póngale. Entonces, por lo tanto, los otros 900 y pocos millones es de coparticipación, o sea, de plata que aporta el ciudadano con su impuesto. El sistema universitario, se beneficia del 5% de coparticipación, no la UAGRM. Nosotros estamos planteando, si han hablado de 50-50, 20% de las alcaldías, 20% de la Gobernación y nosotros como sistema universitario 10%.

Con ese 10%, o sea, sumado al otro 5% que ya tenemos. Ahí sí en posibilidad de cumplir la parte importantísima que viene a ser extensión e investigación.

¿No existe el riesgo de que la universidad, al enfocarse en generar sus propios recursos mediante proyectos como el aprovechamiento de tierras para actividades productivas, se desvíe de su fin, objetivo y propósito: producir conocimiento, impulsar investigaciones y formar profesionales? Usted mismo reconoció que actualmente existe una fuerte deficiencia y una desconexión entre la formación que brinda la Uagrm y las competencias que exigen las empresas en el mercado laboral.

No, no, porque es al revés. Lo que estamos hablando es de que las universidades, no solamente las nuestras, deben ser productivas. Yo le decía en todos los sentidos. Voy a poner un ejemplo: ingeniería civil. Tenemos un laboratorio de ingeniería civil donde los estudiantes hacen parte de sus prácticas, las hacen en los laboratorios, pero si nosotros vendemos servicios al mismo tiempo, con los mismos laboratorios, a las constructoras de Santa Cruz, entonces van a ingresar más recursos porque la universidad no necesita lucro, o sea, para nada. Entonces, todo lo que usted recaude debe ser invertido nuevamente en academia. Vamos a hacer mejor investigación, vamos a tener mejores condiciones para que los estudiantes hagan sus prácticas.

En todas las carreras tenemos también laboratorios, por ejemplo, tenemos laboratorios que deberían ser de referencia para todo lo que es productos alimenticios en Santa Cruz. Entonces el problema es que ahora «están trabajando», solamente básico para la parte académica, cuando la podemos hacer productiva, y no con el objetivo de hacer un lucro. No tiene ese objetivo la universidad, sino de ser mínimamente autosostenible, o sea, mientras más cosas haga, pues va a tener mayor calidad también para sus mismos estudiantes de que pueden hacer mejores prácticas.

Con los resultados de la última elección en Bolivia, se está instalando un nuevo ciclo político en el país, con la asunción de las nuevas autoridades nacionales, ¿cuál es la perspectiva, cuál es la visión que usted tiene sobre este nuevo tiempo, esta nueva era que se instala en el país, en el relacionamiento universidad-Estado?

Por lo menos, todos tenemos mucha esperanza, todos tenemos mucha esperanza de que esto debe cambiar. Uno mira el escenario de la Asamblea Legislativa. Yo creo que va a haber la posibilidad de que usted presente proyectos y los discutan, o sea, que ya no sea necesario que solamente vayan y se aplique un rodillo, para eso son las asambleas, yo por lo menos vislumbro un buen momento.

Nosotros necesitamos ser generadores de propuestas, no solamente reactivos a estar en las calles todo el tiempo reclamando porque nos están queriendo imponer algunas cosas, veo yo un momento diferente, espero yo que sea aprovechado de esa manera, si bien es cierto, en su momento hubo algún cuestionamiento contra el presidente Rodrigo Paz. Hoy la gente está viendo con mucha esperanza de que existe la posibilidad de que lleguen recursos para generar, lo que va a ser criticable obviamente es que sigamos recibiendo recursos y no los industrialicemos o no tengamos después de donde pagar.

Los recursos deben llegar con un objetivo, debemos recuperar, debemos cambiar, la universidad tiene que plantear el cambiar la matriz energética en Bolivia, si no estamos explorando, si no tenemos, pues cambiemos, hoy día veía yo que hay proyectos hidroeléctricos, donde ya en este momento Bolivia sin utilizar el gas, está utilizando la hidroeléctrica para generar electricidad.

¿La universidad podría ser la entidad, la organización que plantee eso de manera formal al Gobierno?

Así es, esa debe ser la universidad: una universidad propositiva. Estamos trabajando en lo que va a ser un instituto de energías renovables porque las no renovables se acaban en cualquier momento. Hay que pensar, el otro día vino el embajador de Marruecos. Marruecos está en una zona donde todos sus vecinos son multimillonarios de petróleo, y ellos tuvieron dificultad porque no tienen petróleo y tenían que comprar y no tenían plata, ahora son los mayores productores de energía renovable, entonces, ¿por qué no podemos pensar también nosotros lo mismo? Porque si vamos a la lógica de que hay estudios que hablan que todavía hay petróleo y gas debajo de la tierra nuestra, pero ustedes tampoco no nos mintamos, desde el momento que se empieza a explorar hasta que empieza a producir son 6 a 7 años, vamos a sufrir 6 a 7 años cuando tenemos la posibilidad de generar otro tipo de situaciones, no, la universidad está para eso, la universidad está para generar, porque si no cumple ese rol la universidad, entonces ¿por qué recibimos recursos? Pues yo también cuestiono, ¿no?

Entonces digo yo la universidad tiene que ser propositiva, tiene que generar ese tipo de debate, y tiene que dar alternativas, el otro día vio usted una nota, ya se está hablando de tierras raras en Santa Cruz y en Bolivia, entonces hay que generar ese tipo de situaciones porque creo yo son las alternativas, la universidad fue callada, ¿por qué tenemos que callarnos? Ahora lo escuchaba el presidente electo, de que dice va a liberar la biotecnología, eso lo hemos pedido hace rato como universidad, claro, teníamos el problema de que el gobierno no hacía caso, pero claro, si esa es la alternativa hay que aplaudirla y la universidad debe respaldar ese tipo de iniciativas.

¿Cuáles serían las prioridades que presentará la universidad? Por un lado, la línea de las demandas directas que tienen que ver con el funcionamiento, el presupuesto de la universidad, y por otro lado este tipo de proyectos como el tema de la generación de energía renovable que usted plantea, si nos puede mencionar tres que tienen como prioritario en las listas de ambas líneas.

Yo le hablaba de lo que tenemos al ser Santa Cruz una zona altamente productiva, agrícola y ganadera, entonces nosotros estamos planteando la liberación, por ejemplo, de la biotecnología, ya no más, eso es algo que nosotros mismos como universidad, porque también lo vamos a hacer en otras tierras. En la parte de ganadería tenemos el material genético que ha generado Santa Cruz, Santa Cruz debe permitírsele exportar pero de una manera muy organizada, obviamente hay que garantizar la alimentación prioritaria a la población, pero el peor escenario es que restringan ese tipo de situaciones. Y lo otro que es trascendental es lo que estábamos hablando en ese momento, de hablar del Instituto de Investigación de Energía Renovable, entonces de esa manera yo creo que estaríamos haciendo un aporte espectacular.

Estamos trabajando, ustedes lo conocen al doctor Richter, él ha estado hablando ya de lo que significaba, fue el primero que habló de la cooperativa de hidrocarburo departamental y nos ha buscado, y estamos trabajando como universidad porque ha sido como usted mismo dijo, veníamos en entrenamiento previo como vicerrector pero inmediatamente ya estábamos calientes y hemos entrado a darle duro en esto y pronto vamos a dar resultados porque de eso se trata, hay que aportar al desarrollo de la universidad, de la región y de Bolivia.

¿Cuál ha sido el cambio, la diferencia que usted ha notado de cuando era vicerrector, ahora que ya ha asumido como rector, la máxima autoridad de la universidad pública?

Es muy grande, porque cuando estaba de vicerrector, de repente yo iba y opinaba o decía algunas cosas que creía que deberían hacerse, ya sea en la parte económica o en la solución de problemas de la universidad. Ahora no, ya no tengo a quien sugerirle; soy yo el que tiene que aceptar sugerencias, formar un equipo completamente diferente. Todos los lunes tenemos un gabinete con los directores de la universidad y la señora vicerrectora, donde hacemos análisis, y además tenemos reuniones constantes con diferentes profesionales y asesores, porque hay que ser amplio. No tenemos la varita mágica; nadie la tiene. Lo peor en la vida es ser soberbio y creer que uno puede solucionar las cosas solo.

Debemos tener la amplitud suficiente, y yo agradezco a Dios la formación que tengo. Soy médico, cirujano, y siempre he trabajado en equipo para operar. No se opera solo; el que cree que puede operar solo sin el acompañamiento de los otros cirujanos, anestesiólogo, terapista, instrumentadora y todo el equipo, no tendrá éxito. Mi formación me ha permitido siempre trabajar en equipo y ser receptivo a las sugerencias. Al final, uno tiene que tomar la determinación solo, pero no le puede echar la culpa a otras personas por las cosas que haya hecho.

Ahora usted es el que tiene la última palabra dentro de la universidad. La universidad tiene protagonismo en lo social y también en lo económico. En la gestión de su antecesor, se lo vio como un protagonista como uno los actores políticos importantes en su momento. ¿Cómo está proyectando usted su liderazgo dentro de la universidad o su participación en los temas políticos que tienen que ver con la región y con el país?

No puede uno no mirar, pero yo sí le he tomado la película clara. No estoy diciendo que mi antecesor no lo hubiese hecho así, pero particularmente, si he llegado donde he llegado, ha sido fruto de la gestión, es decir, han sido mis actos en las gestiones donde he estado los que me han llevado a este lugar. Por lo tanto, no es diferente cuando alguien viene y me dice: “oh, tenés un perfil así”. Yo digo: “No, primero hagamos lo que tenemos que hacer”.

¿Lo han tentado con la política?

Sí, desde un principio hasta antes de que sea candidato ahora a rector había personas pero yo le vuelvo a repetir.

¿Qué le ofrecieron? ¿para diputado, para senador, presidente, vicepresidente?

Incluso pensando en subnacionales y demás, pero no va conmigo eso. Yo siempre digo: si me hubiesen dado a elegir y me dijeran “vos, ¿qué haces?, ¿te quedás dónde?”, yo me hubiese quedado en quirófano; soy cirujano y siempre fue mi zona de mayor confort. Pero Dios lo pone donde uno tiene que estar, y donde uno está, tiene que dar lo mejor de sí.

En este momento, mi objetivo es trabajar. Cuando trabajamos el proyecto con la ingeniería fundista, buscamos un eslogan y surgió “24-7”, que significa que debemos trabajar todo el tiempo, los cuatro años de la gestión, porque para eso nos han elegido. Lo que venga después, no lo sé; Dios sabrá. Esto no va con mi carácter: no hago cálculos. Lo que digo, lo digo: las cosas buenas las aplaudiré y las malas las voy a criticar.

¿Usted solamente hace política dentro de la universidad?

En realidad, la gestión me ha llevado a la política. Ya no puedo decir que no soy político, porque he estado en elecciones en tres oportunidades en la universidad. En todo caso, ya no puedo decir que no soy político; obvio que ya soy político, pero priorizo los resultados de la gestión, no al revés. No antepongo la política como objetivo; pongo la gestión primero. Si la gestión permite que uno avance, pues bien, y si la gestión indica que va a ser mal visto porque uno sigue en esa línea y no le dará réditos políticos, tampoco tengo problema.

Usted dice que ha recibido invitaciones para las elecciones departamentales y municipales que se vienen ya no más en unos meses en el país, ¿usted no renunciaría a ser rector de la Universidad Gabriel René Moreno para ser candidato?

No. Eso lo tengo clarísimo. No hay nada que me vaya a hacer cambiar; es algo que ya está. Yo me considero una persona muy creyente de fe y me pregunté y analicé, y cuando sentí que debía hablar con Dios dije: pues sí, si veía que tenía la posibilidad de hacer una buena gestión que me abra la puerta para ser rector, y si no, que me la cierren. Y me la abrió. O sea, no crea que fue fácil. Desde el momento en que uno tiene que armar equipo se gasta en una campaña y muchas cosas que la gente no ve. Esto es como sucio también, pero por suerte conmigo no había muchas cosas porque no he hecho cosas malas en mi vida. Pero no crea, igual afecta, igual molesta, y llega un momento en que uno se cuestiona. No soy para hacer guerra sucia, no me gusta; yo denuncio lo que está mal hecho, le vuelvo a repetir, pero no creo que sea el camino. Eso hace mucho daño a la política. Lo he criticado en la política nacional, que a veces nos hacemos mucho daño, y después, ¿con qué cara nos miramos?

Yo creo que no es por ahí el camino. El camino debe ser propositivo: debo convencer, y si convenzo, debo cumplir, porque mejor es no prometer lo que no se va a poder hacer. No me gusta la demagogia. A veces uno se pregunta: “¿pero decir tal cosa me va a dar voto, pero si no lo vas a poder sostener, para qué lo vas a hacer?”. Entonces, creo yo, más bien en la vida hay que generar credibilidad. El ser humano no debe pensar en cosas muy superfluas; hay que pensar en ir cimentando bien su vida.

¿Cómo ha encontrado el tema de la corrupción dentro de la universidad? ¿Se han denunciado estos temas?

No es una isla la universidad. Si Bolivia está en la situación en la que nos encontramos, no es por nosotros, ni de repente por los ciudadanos; es por la corrupción que se genera, y eso obviamente debe ser una lucha de la más dura. Cuando uno lucha contra la corrupción está afectando intereses económicos de muchas personas, pero hay que hacerlo, no hay que temer.

Yo no es que me esté saliendo del tema, pero le voy a contar una anécdota de mi hija. Un día me dice: “Papá, ¿usted no tiene miedo?” Mi hija es odontóloga y ya me ha dado dos nietos. Le digo: “Tengo miedo, pero no me gusta mostrarlo”. Me pregunta: “¿Y qué hace cuando ve que lo persiguen?” Yo le digo: “Hacer bien las cosas”. Y ella pregunta: “¿Qué significa hacer las cosas bien?” Significa no dar ningún motivo para que te puedan condicionar por haber hecho mal las cosas, porque ahí es donde viene la extorsión.

Yo le digo a mi familia, a mis hijos: hagan bien sus cosas, porque las cosas son personalísimas. Yo no voy a caer en esa tentación y vamos a seguir luchando. La corrupción es la tarea más grande que tiene el país, y vuelvo a repetir: la universidad tampoco es una isla. Hay muchas denuncias; no crea que es una taza de leche. Por eso surgen todos estos problemas. Ahora, charlábamos con las asesoras legales: si hay denuncias, nosotros vamos a ser coadyuvantes, nos vamos a sumar a ese tipo de situaciones, porque no queda otra; no es cuestión de amigos o enemigos.

¿Qué consideras que es lo más difícil de afrontar: los desafíos académicos, los problemas económicos o luchar contra la corrupción?

Los desafíos académicos, ya le comentaba que hemos avanzado muchísimo. O sea, vea usted, la universidad cuando con licenciado Vicente Cuellar empezamos estaba en el sexto lugar a nivel nacional, siendo la más grande de Bolivia. Ahora estamos en el tercer lugar. ¿Estamos conformes? No, tenemos el camino cierto. Lo otro es bien complicado, pero no hay que temer, porque si usted se metió a luchar contra la corrupción, es muy duro. Yo le garantizo que no es fácil. Lo viví como decano, se cuestionaba, porque a veces uno piensa que corrupción solamente es robar mucha plata. La corrupción también es tráfico de influencia, es venta de exámenes, venta de cupos. Eso es corrupción. Hemos transparentado todo eso, entonces nadie puede cuestionarnos en ese sentido porque hemos sido más bien perseguidores de las cosas mal hechas.

¿Se ha avanzado en la digitalización de los procesos dentro de la universidad? Porque el tecnologizar los procesos puede disminuir la corrupción, ¿no?

Exactamente. Hoy día, llegando a la universidad, es bueno no entrar por la puerta normal, hay que entrar por diferentes lugares y esa es una de mis características. A mí me gusta tener contacto, y estaba saliendo, yo estaba entrando y alguien estaba saliendo y la saludó: “¿Cómo está? Hola, retorme”, y la veo salir con su título legalizado: “¿Cómo le fue?” Muy bien, me sorprendió. Esto no ha sido hecho en estos días, ya viene, vuelvo a repetir, un trabajo. Ahora los títulos, por ejemplo, que era un problema, es con firma digitalizada. Si antes se tardaba 90 días, ahora lo tienen en menos de 30, los 25 días, porque ya está digital, o sea, no hay esa posibilidad de lo que usted decía. Para sacar fotocopias legalizadas, antes también se tardaba entre tres a cuatro días; pregúntale a cualquier persona, ahora es en menos de una o dos horas. Es cuestión de hacer su depósito por QR y van y recogen directamente sin ningún problema. Son avances muy importantes también en lo que significa posgrado, pero todavía falta. Hay mucho por hacer.

¿Cuánto por ciento podemos decir que están digitalizados los procesos dentro de la universidad?

Con esa agilidad que le comento, yo diría por lo menos un 35% de los que estamos avanzando. En la gestión con el licenciado Vicente, teníamos un solo servidor en la universidad que almacenaba toda la información y ahora tenemos cinco. Ya está hecho todo, ¿qué significa? Ya tiene el aparato nuevo, pero necesitan los programas.

Hay un avance del 35%, ¿en cuánto tiempo podríamos decir que tendremos, no sé, si decir el 100 por ciento porque esto es algo que no acaba nunca?

Yo calculo que en unos dos años deberíamos estar ya. Por eso le decía, hay que ser práctico en la vida. Nosotros hemos visto que la solución es hacer tipo consultoría por producto, por diferentes áreas, escalfón docente, por ejemplo. Necesitamos que sean más ágiles los trámites, que haya una información más fluida, y se lo vamos a decir solamente a la editic, que lo haga ellos solitos. Cuando ya tiene un staff de personas, no vamos a avanzar. Entonces, la idea está en materializarla, por ejemplo, con una consultoría por producto para hacer ese programa específico, y eso no va a tardar más de dos o tres meses. Por eso le decía, es mezcla de ganas, pero también de recursos, porque para hacer la consultoría también necesitamos recursos para pagar eso. Estamos en esa dinámica. Nosotros entendemos que la universidad debe avanzar en eso. Ahora hay muchos procesos que los jóvenes pueden hacer pagos mediante las pasarelas; ya no necesitan hacer cola. Aún así queremos avanzar más. Está pronto a lanzarse una app UAGRM, donde usted mismo con su código va a poder verificar, inscribirse y le dirá: “Está bloqueado por tal cosa”, lo que significa que hay que activar, necesita un pago; a veces son pagos de 50, 30, 20 bolivianos, pero igual lo bloquea. Si tiene el QR, inmediatamente estará desbloqueado. La idea es seguir avanzando. Hemos dicho que la tecnología debe ser aprovechada. Hemos tenido apoyo de la sociedad, dos empresas, Cotas y Tigó, nos han puesto zonas Wi-Fi, por ejemplo, para seguir avanzando, y eso no nos ha costado a nosotros como universidad. Tecnología para los jóvenes, para que tengan mayores oportunidades. Les damos trabajo, les decimos hagan investigación, y no pensamos de dónde saldrán los recursos de sus megas para hacer eso. Hay que acompañar ambas cosas.

Se puede decir entonces que la digitalización es una de las prioridades de su gestión. ¿Cuáles serían otras prioridades para usted?

Completar la visión que tenemos con la ingeniera de sacar profesionales, como les decía, que sean líderes en la región, que tengan la posibilidad de ser emprendedores e innovadores. Para eso necesitamos recursos. No debe ser algo muy lírico, no debe ser una misión solamente puesta en una pared, debe materializarla. Tenemos la idea clara, el problema es cumplir dándoles las herramientas para concretar todo ese objetivo.

El 2026, el presupuesto del POA ya está aprobado, ¿cuánto? ¿1.230 millones?

Son Bs 1.200 millones anuales. Ese es el presupuesto anual de la universidad, pero es insuficiente. Salimos con un déficit. Hace muchos años, el gobierno hace un presupuesto mal hecho, permite inscribir partidas como venta de activos como si ingresaran, pero nunca se venden. El gobierno nos fuerza a hacer un presupuesto mal hecho. Por eso a veces uno cuestiona mucho a estos famosos que se han creído los gurús de la economía, cuando no han sido tan gurú.

¿Ustedes tienen calculado cuánto es el presupuesto que necesitaría en un mundo ideal la universidad?

Mínimamente, alrededor de Bs 1.800 millones anuales para hacer lo que estamos diciendo, que ya se hace: academia, pero trascender en extensión, investigación y otras cosas que podríamos hacer si tuviéramos recursos.

Ahora, ¿este déficit de 240 millones se va a mantener o la tendencia es que siga creciendo este monto?

No, buscamos disminuir. Es bueno reconocer que las luchas no son en vano, fruto de la lucha del censo. Obligamos al gobierno a hacerlo, porque no quería, y haciendo un censo que no nos ha dado satisfacción a todos los cruceños ni a la universidad, porque Santa Cruz prácticamente no contaron cerca de un millón de personas. Aún así, con ese resultado, la universidad empezó a percibir por esa coparticipación, cerca de 60 millones de bolivianos en todo el año. Si nos hubiesen contado bien, probablemente no tendríamos déficit. El déficit no podemos permitirlo porque sigue incrementándose. Debemos buscar mecanismos para eliminarlo o disminuirlo. Nuestro tiempo debe usarse de manera proactiva, utilizando nuestra capacidad intelectual para hacer lo que la población quiere: una universidad que trascienda, forme profesionales y dé servicio a la comunidad.

Doctor, y de estos 1.200 millones de presupuesto anual que tiene la universidad para el 2026, ¿cómo están repartidos? ¿Cuánto se va a pago de salarios? ¿Cuánto se va a investigación? ¿Cuánto se va a proyectos?

Es que hay que ser honesto en todo ese sentido. La planilla más o menos mensual está por encima de 65 millones. Se paga 55 millones, pero sumando AFP y seguro, son 65 millones mensuales. Multiplicado, estamos hablando de cerca de 800 a 900 millones que se van solamente en sueldos y salarios.

¿85% del presupuesto se va en salarios?

Es que es la realidad, pero es que nosotros somos una entidad que hacemos nuestro producto, es la enseñanza. Por eso, por lo tanto, necesitamos pagar a los docentes y a los administrativos.

¿Cuántos son los funcionarios de la universidad?

Nosotros tenemos 120.000 estudiantes. La universidad más grande de Bolivia recibe el tercer presupuesto del TGN, siendo la más grande. Tenemos 1.700 docentes y aproximadamente unos 1.650, porque fructuante el término de administrativo, pero póngale 1.700 y 1.700 que tenemos en ambos casos.

¿Y eso está bien o hay supernumerarios?

En realidad deberíamos tener dos docentes por un administrativo, o sea, lo ideal.

Pero están casi iguales.

Claro, pero es que tenemos un déficit de carga horaria de la universidad. Empezó la gestión, me gusta hablar de los cuatro años anteriores, porque teníamos un déficit de cerca de 120.000 horas.

¿Qué significa déficit de carga horaria?

Significa que muchos docentes, por decir, trabajan 120 horas y les están pagando 50 horas. O sea, que no se les paga y hay muchas materias que están con carga horaria cero. Son docentes que ya tienen su 240 y dan gratis, si vale el término, otra materia.

Eso no es lo ideal, no es lo adecuado y se disminuyó en estos cuatro años más de 35.000 horas. O sea, aproximadamente estamos, si vale el término, con un tercio hemos disminuido, pero sigue habiendo ese déficit. El momento que existan más cargas horarias, seguramente vamos a mostrar la verdadera brecha.

Más docentes que administrativos.

¿Y cómo funciona en el mundo, en el sistema universitario?

Lo ideal, le vuelvo a repetir, lo ideal en el sistema privado es que existan dos docentes por un administrativo normalmente y nosotros estamos uno a uno.

¿Y se va a hacer algo para solucionar ese tema?

Seguimos peleando en la carga horaria y en la parte administrativa, por lo menos nosotros, la idea que se ha cumplido, porque el gobierno nos da lineamientos de cumplimiento. Entonces, no contratar más administrativos de los que ya tenemos. O sea, no podemos contratar ni debemos contratar más administrativos de los que ya tenemos.

Ese es el lógico, porque de otra manera estaría siendo ilógico de decir que tenemos déficit y seguir contratando.

¿Pero hay más personal administrativo del que la universidad para su funcionamiento realmente necesita?

En número, uno podría decir que creo yo es el adecuado, el número. El problema es que cómo los utilizamos de forma adecuada, porque en algunos lugares de repente hay déficit y otros están o normal o un poquito inflado en algunos lugares.

Pero no va conforme a la regla, a lo ideal, ¿no? Si tendrían que ser dos docentes por un administrativo, en la Gabriel están uno a uno, es decir, es que están sobrando administrativos.

Pero, ¿cuál es la respuesta aquí? ¿Sobran administrativos o faltan docentes?

Están faltando docentes. Entonces, yo ya le decía que tenemos un déficit de, en este momento, de más de 85 mil horas. Eso significa probablemente tener, póngale unos 400 o 500 docentes más.

Entonces, ahí sí veríamos la diferencia.

Pero ahí no alcanzaría el presupuesto, porque quedaría cuánto, 15% para seguir pagando y engrosando la planilla.

Así es. Por eso es lo que no se ha podido llegar a ese nivel y, paulatinamente, estamos intentando ir solucionando ese problema de la carga horaria.

¿Pero hay dónde hacer eficiencia en la planilla de administrativos?

Una de las situaciones, que eso se da en todo, hemos hablado de lo que ha significado la lucha de la jubilación. La jubilación, siempre lo he manifestado,  debe ser voluntaria y debe ser digna. Lamentablemente, el sistema boliviano hace que muchas personas que tengan una edad ya para jubilarse, no se jubilan porque no sienten que ganan lo adecuado.

En la universidad hay personas que quieren jubilarse y no hay los recursos suficientes para jubilarlo. Entonces, si nosotros logramos, seguramente logramos conseguir los recursos, probablemente el déficit se va a disminuir porque se van a jubilar personas que están ganando por sus años. Hay personas que trabajan 40 años en la universidad. El otro día, bueno, son la excepción, pero habían dos personas que fueron reconocidas por trabajar 50 años.

Es un costo laboral alto, ¿no?

Ahí está. Imagínese lo que significa el costo para la universidad. Entonces, yo les decía, algunas alternativas también van por ahí, pero para eso necesita usted tener el apoyo del Gobierno y nuevas leyes que permitan que la universidad pueda buscar un financiamiento para lograr ese objetivo.

Ahora, del 15% que queda del presupuesto, ¿cuánto se invierte en investigación y en qué otros aspectos invierte la universidad?

La investigación debería… tenemos un presupuesto especial. Incluso el estatuto de la universidad ya nos da porcentaje. Lamentablemente, no se ha podido cumplir ese porcentaje. Yo le comentaba que uno tiene que saber priorizar. En este momento, el no pagar sueldos significaría tener problemas y hace más de cuatro años que la universidad, en este momento, no ha habido ninguna huelga por falta de pago, porque hemos sabido priorizar una de las cosas, pero no es todo.

Pero ¿a costa de qué?

De lo otro, de extensión y de investigación, pero obviamente, no hay dónde perderse y también de falta de, a veces, de mejora en equipamiento de laboratorio. Yo no me gusta mentir, porque eso es lo real, porque todos los directos de este programa lo van a ver los jóvenes y muchos de ellos dirán, pero mis laboratorios no están bien. Claro que reconocemos, reconocemos que no están bien y deberíamos esos recursos que estamos hablando, que es el déficit, debería estar invertido cabalmente en eso, en los laboratorios, en lo que significa extensión, investigación, que es lo que la gente, la sociedad, demanda.

¿Y cuál es su plan para poder tener un mejor equilibrio dentro de este presupuesto?

Cuando usted tiene el problema, tiene dos opciones: se aprieta el cinturón o mejora sus ingresos. Si nosotros sabemos que ya estamos con apretados los cinturones, lo que tenemos que mejorar es los ingresos. Nosotros vamos a seguir exigiendo que el Estado cumpla con lo que dice la Constitución pero, si no cumple, debemos también hacerla productiva a la universidad. Entonces, que la universidad genere recursos para complementar cabalmente ese déficit.

¿En cuánto tiempo la universidad estaría en condiciones de generar estos nuevos recursos?

Ya tuvimos una experiencia con lo que significó, por ejemplo, una alianza pública-privada en agrícola, cuestionada, está en auditoría, en este momento. Nosotros creemos que máximo en un año ya deberíamos ver resultados y en un año deberíamos decir cuánto generó la universidad. En un año ya deberíamos decir cuánto hemos logrado incrementar.

¿Usted ha hecho algunas proyecciones de cuánto podría generar?

Yo le comentaba que solamente con el ejemplo de las mil hectáreas que podrían ser en este momento dadas en arrendamiento o alquiler que se podría llamar, estamos hablando de un millón doscientos mil. Yo siempre me pregunto y si alguien me paga alquiler, ¿cuánto gana él? Entonces, ¿por qué no hacer alianza? De repente ese millón doscientos tranquilamente se puede convertir en dos millones.

Le estoy hablando de mil hectáreas que podríamos producir seis mil o siete mil. Estaríamos hablando de más de Bs 12 millones que deberían ingresar y le estoy diciendo que serían ingresos frescos o nuevos que ingresarían a la universidad.

¿Fue parte de su oferta en campaña el desayuno para los estudiantes?

Sí.

¿Y la construcción de un hospital universitario?

Sí, mire lo del hospital universitario no es una oferta de repente de campaña, creo que yo es que es una necesidad de Santa Cruz. Santa Cruz tiene un déficit de cama hospitalaria alarmante.

Pero eso es factible, al inicio de esta entrevista decíamos que otra cosa es con guitarra, ahora que ya está con la guitarra y que ya pasó la campaña, ¿son factibles el hacer realidad estas dos promesas que usted hizo durante el proselitismo?

Sí.

¿El desayuno universitario con qué recursos?

El desayuno lo hemos presupuestado ya. Hemos metido el presupuesto. Uno cree que el dar un desayuno va a significar darle de repente un omelete o darle una salteña, ¿no?

¿Qué sería el desayuno?

Algo nutritivo, sucede que le hemos presentado a la Tahuichi el otro día y hay un pan. Se llama «Gabriel» y es un pan hiperproteico. Tenemos la leche de soya que también es un alimento hiperproteico.

¿Lo produciría la universidad?

Pero claro. Esta fórmula que es patentada por la universidad, porque es patente de la universidad, la Tahuichi hace 20 años que la utiliza y nos decía Dolly que ellos quisieran producir más de mil panes pero ya no les alcanza los recursos porque necesitan más padrinos para hacer eso. 400 niños, por palabras de él, se benefician de ese beneficio porque son niños de bajos recursos que van y juegan y necesitan esas calorías.

¿Cuántos desayunos? ¿Sería diario para los estudiantes? ¿Cuántos desayunos diarios y a partir de cuándo?

La prueba la vamos a hacer antes de fin de año, la primera prueba la vamos a hacer antes de fin de año.

Son 120 mil estudiantes.

Sí, pero el desayuno va a ser para los estudiantes que vienen a las 7 de la mañana clase.

¿Y esos cuántos son aproximadamente?

No van más de 8 mil estudiantes. No es para un estudiante que va a ir a las 10 de la mañana a clase. El desayuno va a ser para el estudiante que llegue a las 7 de la mañana  porque ese joven. Ese joven viene, muchas veces, de barrios que le tiran una hora de viaje. Si viene a las 7 a clases, se ha levantado mínimamente de 5 y media. ¿Ha podido desayunar? ¿Tiene condiciones para desayunar? Seguro que no, la gran mayoría.

¿Y cuánto es lo que se ha asignado en presupuesto para el desayuno universitario?

Se calcularía que debería ser alrededor de unos bS 4 por desayuno, pero si nosotros lo hacemos como otra de las cosas que estamos pensando con la ingeniera, que la estamos materializando. Sucede que la universidad tiene muchas cosas que produce y de repente cuesta darle la utilidad. Voy a poner un ejemplo: agua.

¿Y son 8 mil por día, 40 mil desayunos por semana?

Más o menos.

120 mil al mes.

Así es. Entonces, pero yo le decía, actualmente nosotros tenemos, ya le damos el comedor universitario. O sea, los estudiantes gozan de un almuerzo como beca.

Entonces, 480 mil bolivianos al mes.

Más o menos. Entonces nosotros, vea usted que no estamos hablando de utopía y seguramente se lo vamos a poder reducir si lo hacemos nosotros mismos. Tenemos una carrera de alimento, tenemos el instituto de investigación de la soya. Tenemos patentes. La universidad debe ser productiva. No necesitamos solamente gastar eso en comprar el producto. Podemos hacerlo.

Rector, para ir concluyendo en su planificación, la construcción del hospital universitario, ¿en cuánto tiempo comenzaría a hacerse realidad?

Un hospital cuesta, más o menos, 30 millones de dólares. ¿De dónde se va a sacar esos 30 millones de dólares? No va a tener que salir de la universidad. Ahí tiene que ver lo que significa ya ser uno como maestro gerencial. Ya lo estoy trabajando, no de ahora, hace mucho tiempo. Estamos tocando puertas y estamos pronto, Dios mediante, a que sea dotado y prácticamente con el 70-80% de donación.

Ya se convierte en demagogia decir, ¿de dónde voy a sacar 30 millones de dólares sabiendo que hay una crisis en la universidad? Si ya no hay recursos IDH y, usted mismo ha sacado los porcentajes, el mayor porcentaje viene para servicio, pago de salario y servicio. Entonces, tenemos que buscar esa otra alternativa que yo no me voy a cansar en tocar.

Tenemos ya una fundación prácticamente que estamos concretando como universidad porque vamos a tocar las puertas que sean necesarias y debe ser. Yo le decía Santa Cruz, no solamente como UAGRM, Santa Cruz necesita y amerita.

Yo si bien es cierto que he sido contestatario, también nos reunimos en su momento cuando era decano con Evo Morales planteándole lo mismo y había la posibilidad. Evo Morales no tenía problema en construir porque había plata.

¿Usted cree que al final de su gestión va a estar construido el hospital?

Yo dije una cosa que va a quedar grabado y está grabado y para mí sería, yo me sentiría frustrado y fracasado si no lograse concretar mínimamente una cosa como esa.

Fuente: El Deber