Rodrigo Paz: “Se acabó el secuestro; Bolivia vuelve a nacer con reglas claras, empleo y justicia social”


En un mensaje cargado de elocuencia, el presidente electo Rodrigo Paz propuso un ambicioso plan para cambiar el rumbo del país: seguridad jurídica para atraer inversión, reforma de leyes clave, inversión en salud y educación, reapertura de relaciones internacionales y tolerancia cero a la corrupción que afecte el abastecimiento.

Paz prometió reglas clara para el sector privado/Foto: Ricardo Montero

Fuente: El Deber

El presidente Rodrigo Paz Pereira lanzó un mensaje contundente de cambios en el modelo económico del país, anunciando la apertura comercial al mundo, reglas claras para la inversión, defensa del empleo y fortalecimiento de regiones con justicia social. “Se acabó el secuestro; Bolivia vuelve a nacer con seguridad jurídica, empleo y dignidad para todos”, afirmó durante su discurso ante autoridades, empresarios y representantes internacionales, reunidos en el evento Visión Bolivia 2025.



Paz declaró el cierre de un ciclo político y económico que, a su juicio, dejó al país “secuestrado” y empobrecido, y celebró la reciente elección de directivas parlamentarias como una señal de tranquilidad y consenso: “Bajo el voto popular… se han dado las condiciones para que se cierre un ciclo de nuestra vida política y económica.”

Sobre los próximos seis meses prometió leyes concretas y medidas de hecho: “ya no pasa por la promesa, sino pasa por la acción”, y citó reformas necesarias en minería, inversión, hidrocarburos y otras normas que den seguridad jurídica a los inversores nacionales y extranjeros.

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Insistió en que Bolivia debe abrirse con reglas claras: “Bolivia es para el mundo… Sean bienvenidos, esta es su casa, aquí pueden invertir.” Rechazó la narrativa de la ayuda y prometió relaciones de cooperación, desarrollo y negocios: “Olvídense de la palabra ayuda. Nunca más vamos a usar la palabra ayuda… Aquí vamos a ser socios de cooperación, de desarrollo, de trabajo, de negocios.”

Anunció gestiones diplomáticas ya iniciadas, incluida la reapertura de relaciones con Estados Unidos, y agradeció el respaldo de multilaterales como el Banco Mundial, el FMI, el BID y la CAF, destacando un financiamiento de “3.100 millones de dólares garantizados en el corto mediano plazo para Bolivia.”

Paz planteó con fuerza la idea de “capitalismo para todos”, que llamó a entender no como consumo sino como producción y oportunidades, y compartió su visión de descentralización con recursos: “Yo creo que en años venideros, si hacemos bien las cosas, Bolivia será federal… el 50-50 será mayor profundización de las autonomías.”

Vinculó ese reparto de recursos con el deber de invertir en salud y educación: “Si tú no generas salud y educación para los futuros bolivianos, no estás generando un recurso humano viable, competitivo… Nuestro principal proyecto como nación: hagamos mejores bolivianos.”

La defensa del empleo y la superación de decisiones ideológicas que costaron trabajo fueron un reclamo explícito: recordó la caída de exportaciones a Estados Unidos y el impacto en empleos, y advirtió que “no puedes quitarle el trabajo a alguien porque has tomado una definición ideológica. Empleo es empleo. Y vamos a defender el derecho al empleo a todos los bolivianos por encima de ideologías.”

Para garantizar competitividad enlazó la necesidad de formar capital humano de mediano y largo plazo, apostar por tecnología, y promover sectores estratégicos con sostenibilidad: hidrocarburos, minería y agroindustria.

En materia de gobernanza y legalidad, Paz fue categórico: “se acabó el secuestro… depende de nosotros”, y propuso normas para que “en Bolivia hay seguridad jurídica, se respeta la propiedad privada” y se haga cumplir la ley. A la vez lanzó una dura advertencia sobre corrupción en logística y distribución de combustibles: “Gasolina y diésel ya tenemos. Si por la logística no le llega… váyanse preparando porque les vamos a meter procesos por traición a la patria.” Fue un mensaje duro: tolerancia cero con quienes, por corrupción, impidan que una familia tenga lo mínimo para vivir.

Paz cerró su intervención con un llamado a la unidad entre Estado, regiones y sector privado para reconstruir la economía y la confianza internacional. Reiteró que Bolivia deja atrás el aislamiento y que la estrategia será pragmática y orientada a resultados: reglas claras, estabilidad macroeconómica, respaldo a la inversión y una apuesta decidida por el talento y la dignidad del pueblo.