La comunidad de Achira amaneció cubierta de lodo; los equipos de rescate buscan a dos personas desaparecidas, entre ellos, una mujer mayor de edad. Los pobladores intentan entrar a lo que quedó de sus viviendas.
Fuente: eldeber.com.bo
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A las 06:00 de este martes, los equipos de emergencia retomaron la búsqueda las personas desaparecidas tras la riada que devastó la comunidad de Achira, en los Valles cruceños. Durante la noche, por falta de luz, solo un equipo de maquinaria pesada continuó trabajando en la zona, donde el panorama sigue siendo crítico. El 17 de noviembre, se reportaron seis personas desaparecidas; ahora sólo buscan a dos, entre ellos, una mujer mayor de edad.
Rescatistas, policías y autoridades departamentales permanecen en el lugar, mientras se espera la llegada del presidente Rodrigo Paz.
El gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, que se encuentra en Achira, informó que desde primera hora se coordinan acciones para acelerar las labores de rescate. «Hemos amanecido para poder hacer las gestiones. Están los grupos de rescate yendo a las diferentes zonas para buscar a las personas desaparecidas, esperando a la maquinaria pesada que viene desde Santa Cruz«, explicó la autoridad.
Mujer desaparecida
La Policía utiliza perros especializados para intentar localizar a dos personas desaparecidas. Una de ellas, se trata de Ramona Banegas Campos, una mujer de la tercera edad que continúa desaparecida desde que la riada arrasó con su vivienda. Su familia vive momentos de profunda angustia.
«Esperamos ahora que aparezca mi tía (…) Lo que queremos es más máquinas para que se remueva. No es la única que está desaparecida pero, como familia, queremos que la encuentren. De la casa de mi tía no ha quedado nada, es la más afectada. Mi tío está en el hospital, no he podido verlo… Pedimos que nos manden máquina, para que sigan encontrando personas«, relató a EL DEBER una familiar de la mujer desaparecida.
A las 07:00, los equipos continuaban buscando a la mujer desaparecida, mientras otros grupos y pobladores se organizaban para retirar el lodo de las viviendas y recuperar lo poco que quedó. Las familias intentan ingresar a sus hogares para evaluar daños, aunque muchas casas han quedado prácticamente sepultadas.
Un panorama de destrucción
Achira presenta una imagen devastadora: las casas permanecen cubiertas de lodo y escombros, y algunas viviendas tienen barro hasta el techo. La maquinaria pesada intenta despejar los accesos y remover los restos que dejó el desborde del río, que arrastró gigantescas piedras, troncos y todo a su paso.
Varios habitantes fueron evacuados a comunidades cercanas en zonas más seguras. Hasta ayer, 17 de noviembre, día en el que ocurrió el desastre, un grupo de los pobladores de la comunidad se resguardaban en una iglesia.
El gobernador anunció que más maquinaria llegará desde localidades aledañas para reforzar las labores de limpieza y rescate.
Carretera inhabilitada y comunidad sin servicios básicos
La antigua carretera Santa Cruz–Cochabamba también sufrió daños severos por los derrumbes registrados tras las intensas lluvias del 17 de noviembre. A la altura de Bermejo, la capa asfáltica quedó partida, impidiendo la circulación de vehículos y complicando aún más el acceso a las comunidades afectadas.
Achira continúa sin electricidad ni agua potable desde la noche de la riada, lo que agrava las condiciones de los pobladores evacuados y de los equipos que trabajan en lugar.
Según el fotoperiodista de EL DEBER, Ricardo Montero, quien llegó hasta la zona, las operaciones se extendieron hasta la noche. Aunque no amaneció con lluvia, el clima frío persiste en los Valles cruceños. Uno de los elementos más impactantes son las enormes piedras arrastradas por la mazamorra, que dan cuenta de la fuerza del desastre.
Las labores continúan mientras familias y rescatistas mantienen la esperanza de encontrar a las personas desaparecidas y comenzar la reconstrucción de la comunidad.

