Para estudiar el impacto del BTR y las oportunidades de reconversión, el equipo académico recopiló entre un total de 238 encuestas y cinco entrevistas en el primer anillo de Santa Cruz.
Fuente: El Deber
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Con 2,4 millones de habitantes y un primer anillo que colapsa cada día en horas pico, la ciudad enfrenta un desafío urbano histórico: las 26 estaciones del Bus de Tránsito Rápido (BTR), construidas en 2018, permanecen abandonadas pese a una inversión municipal que superó los Bs 156 millones.
El proyecto, que originalmente contemplaba carriles de 7 metros, generó rechazo ciudadano inmediato. Movilizaciones, cadenas humanas y firmas ciudadanas lograron que la Alcaldía redujera los carriles a 3,5 metros. De esa manera se lograba preservar el 85 % del arbolado y la reubicación de solo 180 ejemplares. Sin embargo, el proyecto nunca se consolidó y las estaciones quedaron deteriorándose.
En el mes de octubre, un equipo académico de la Universidad Privada Domingo Savio, liderado por el docente de Comunicación Social, Omar Quiñones, realizó un estudio con 238 encuestas y cinco entrevistas para evaluar el impacto del BTR y las posibilidades de reconversión. Los resultados reflejan un conocimiento generalizado del proyecto (86 %), con 82 % de los encuestados conscientes de que las estaciones están abandonadas y 38 % calificándolo como un “desperdicio de recursos públicos”.
La muestra, compuesta principalmente por mujeres y jóvenes de 18 a 25 años, atribuye el fracaso a la mala planificación, tensiones políticas y falta de transparencia administrativa. Además, 37 % de los encuestados percibe la suspensión como un desperdicio económico y 26 % como un perjuicio directo, considerando que el costo total de la obra.
Las entrevistas cualitativas evidencian la preocupación ciudadana: “Salvamos árboles, ahora salvemos paradas”, comentaron algunos participantes, mientras que otros alertaron sobre problemas de seguridad en las estaciones.
A pesar de la frustración acumulada, el estudio evidencia que la ciudadanía no solo rechaza el fracaso del BTR, sino que también propone alternativas viables para reutilizar las estaciones abandonadas. Según los datos, 82 % de los encuestados está a favor de la reconversión de las paradas y 77 % afirma estar dispuesto a firmar peticiones, participar en marchas o incluso invertir en proyectos que permitan su recuperación. Las preferencias de uso muestran una orientación clara: 39 % (93 personas) desea que las estaciones se conviertan en espacios culturales aprovechando los árboles preservados, 36 % (86 personas) sugiere transformarlas en puntos turísticos con Wi-Fi y mapas interactivos, 34 % (81 personas) imagina cafés con aire acondicionado gratuito para estudiantes y trabajadores, 31 % (74 personas) opta por tiendas de artesanías, y 24 % (57 personas) pide espacios para souvenirs.
Las entrevistas respaldan estas tendencias con propuestas como cafés con internet para estudiantes, zonas de arte y lectura, puntos de información turística y tiendas que generen empleo local.
El estudio concluye que el fracaso del BTR se debe a la combinación de planificación deficiente, conflicto con el transporte tradicional, escasa participación ciudadana y falta de transparencia, pero resalta que la infraestructura puede convertirse en un catalizador de revitalización urbana mediante un modelo híbrido cultural-comercial con alianzas público-privadas y control social.
Entre las recomendaciones destacan la presentación de iniciativas ciudadanas al Gobierno Municipal, priorizar usos culturales y turísticos, implementar auditorías preventivas y fomentar programas educativos de innovación urbana. Según los datos, 1,6 millones de cruceños ven en estas estructuras una oportunidad para recuperar espacios públicos, fomentar cultura, dinamizar comercio y reconstruir confianza en la gestión urbana.
