Subvención a los hidrocarburos representa hasta el 8 % del PIB, y el Gobierno se da un plazo de tres semanas para focalizar el beneficio en quienes más lo necesitan


“Nos cuesta traer los dólares, nos cuesta traer la gasolina y el diésel. La gente paga el subsidio con sus impuestos, y que alguien actúe de mala fe llevando diésel o gasolina al Perú u otro país no me parece correcto”, afirmó el ministro Mauricio Medinaceli.
Una cisterna descarga combustible en una estación de servicio. Foto: MHE

Una cisterna descarga combustible en una estación de servicio. Foto: MHE

Fuente: Visión 360
Por Marco Belmonte

La subvención a los hidrocarburos representa entre el 4 % y el 8 % del Producto Interno Bruto (PIB), y el Gobierno se fija un plazo de tres semanas para que este beneficio sea más eficiente y llegue a quienes más lo necesitan, anunció el ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli. De manera paralela, se trabaja en un plan social para asistir a la población más vulnerable.

El ejecutivo inició un análisis detallado para revisar la estructura de precios y definir la estrategia de la subvención de combustibles, un proceso que se realizará durante las próximas semanas debido a la complejidad del tema, con el objetivo de garantizar eficiencia y transparencia en la distribución de los recursos.



Medinaceli informó que durante estas tres semanas su equipo trabajará en la forma de abordar el subsidio y en la revisión integral de la estructura de precios del país, a la vez que recordó que fue política y promesa de campaña enfrentar y eliminar la subvención.

«En este momento estamos trabajando, desde hace dos semanas, en lo que en inglés se denomina assessment, es decir, la evaluación completa de la cadena de valor de los combustibles, de sus costos y márgenes, para definir una nueva estructura de precios y una política de subvención más eficiente», expresó.

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Actualmente, la subvención representa entre el 4 % y el 8 % del PIB y alcanza a todos los sectores de la población, desde quienes manejan vehículos de lujo hasta quienes la utilizan para cocinar. Por ello, el ministro destacó la necesidad de hacerla más eficiente.

«Nos cuesta traer los dólares, nos cuesta traer la gasolina y el diésel. La gente paga el subsidio con sus impuestos, y que alguien actúe de mala fe llevando diésel o gasolina al Perú u otro país no me parece correcto», afirmó.

El objetivo, según el titular de Hidrocarburos y Energías, es estabilizar el mercado y garantizar que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan, como los pequeños comerciantes, y no a quienes se benefician del contrabando en las fronteras.

“No es sencillo, porque implica revisar todos los márgenes de la cadena de valor, los componentes del precio de la gasolina y el diésel, y proponer nuevos márgenes y precios de referencia. Este proceso lleva tiempo, ya que, en paralelo, trabajamos en un plan social para asistir a los sectores más vulnerables”, añadió.

Asimismo, la autoridad indicó que la reciente designación de Tatiana Genuzio como viceministra de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos responde a la necesidad de contar con un equipo técnico que gestione los cálculos y modelos necesarios para ofrecer respuestas concretas a la población.

El 6 de octubre, el exministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó a Visión 360 que la subvención a los carburantes, a esa fecha, ascendía a 14 mil millones de bolivianos, un 92,3 % de lo que se presupuestó para este año.

“La subvención está en un nivel de unos 14 mil millones de bolivianos. Es un gasto fuerte que hace el TGN, pero lo hacemos con la idea de no generar lo que ha pasado en Ecuador; vean la lección aprendida de este país vecino que, de forma abrupta, quiso eliminar la subvención”, precisó.