El funcionario afirmó que el país se ha convertido en un centro de disputa territorial entre mafias del crimen organizado. Confirmó que la DEA reanudará operaciones en Bolivia
Fuente: infobae.com
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El nuevo viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas en Bolivia, Ernesto Justiniano, manifestó que en Bolivia operan cárteles internacionales y manifestó la necesidad de solicitar cooperación de otros países para combatir el crimen organizado transnacional.
“Hay cárteles internacionales que sabemos que están operando en Bolivia y nosotros no podemos enfrentar el narcotráfico solo con la fuerza local; debemos integrarnos y necesitamos cooperación”, manifestó en entrevista con el canal Unitel.
En ese sentido, confirmó el retorno de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, cuya presencia fue conversada con el subsecretario del Departamento de Estado norteamericano, Christopher Landau, durante su visita a Bolivia.
“Cooperación sí, pero no dependencia, con soberanía en los asuntos del país”, afirmó.
Justiniano, quien ocupó el mismo cargo durante el segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), destacó que la cooperación permitirá mejorar la tecnología, informes de inteligencia y los recursos necesarios para enfrentar el crimen organizado.

La Paz, Bolivia. 15 de enero de 2020. REUTERS/David Mercado
El viceministro también señaló que la política de erradicación de los cultivos de coca debe ser replanteada y que se va a trabajar en identificar la producción ilegal. “Para nosotros es vital controlar, trabajar en contra de la coca ilegal que se va al narcotráfico”, afirmó.
En Bolivia, la hoja de coca ocupa un lugar central tanto en la economía rural como en la vida cultural del país. Su cultivo, concentrado principalmente en las regiones de los Yungas (La Paz) y el Chapare (Cochabamba), se destina en parte al consumo tradicional —masticado, infusiones y usos rituales—, una práctica extendida entre amplios sectores de la población.
No obstante, una parte de la producción excede los volúmenes reconocidos por la ley y se desvía al narcotráfico, lo que mantiene abierto el debate sobre los límites del cultivo.
Los datos de incautaciones de cocaína en Bolivia indican una tendencia creciente desde 2020. De acuerdo con la Fuerza de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), organismo especializado encargado de la lucha contra el narcotráfico en el país, durante la gestión 2024, se incautaron 66 toneladas de cocaína.
En los últimos años, los gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS), con Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025), realizaron una campaña internacional para retirar la hoja de coca de la lista de sustancias controladas de la Convención de 1961 de la ONU, argumentando que su uso ancestral no debe equipararse al de drogas ilícitas y que representa un patrimonio cultural legítimo que merece una regulación diferenciada.
Cochabamba, Bolivia. 12 de agosto de 2025. REUTERS/Agustin Marcarian
Tras los anuncios del nuevo Gobierno sobre la presencia de agencias internacionales, los cocaleros del Chapare manifestaron su rechazo al señalar que los operativos deben limitarse al control fronterizo pero no dentro del país y cuestionaron la designación de Justiniano.
Tras el triunfo de Rodrigo Paz en el balotaje del 19 de octubre, Bolivia y Estados Unidos han iniciado un proceso de acercamiento diplomático tras casi 17 años de distanciamiento.
Washington anunció el restablecimiento de relaciones a nivel de embajadores, mientras que el nuevo gobierno boliviano expresó su disposición a abrir “un nuevo capítulo” en la relación bilateral.
Ambas naciones han manifestado su interés en fortalecer la cooperación en ámbitos económicos, de seguridad y desarrollo social, con énfasis en la lucha contra el narcotráfico y el crimen transnacional.
