
Apenas dos meses antes, Luis Arce caminaba acompañado por un gran séquito de funcionarios y aliados “arcistas”. Pero este miércoles, solo una persona se plantó ante la puerta de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para manifestar su apoyo al expresidente arrestado, mientras que un exaliado declaró en su contra y un evista utilizó su situación para atacar al actual Gobierno, en lugar de defenderlo.
Hasta las 22:00 de este miércoles, solo dos de los 40 ministros que trabajaron con Arce durante sus cinco años de gestión se habían manifestado en contra de su detención. María Nela Prada fue, de hecho, quien reveló que Arce había sido aprehendido, hecho que describió como un “secuestro ilegal”. Además, fue la única que acudió a las instalaciones de la FELCC en La Paz para tratar de averiguar cuál era la situación de su antiguo líder.
Frente a los medios, Prada declaró que lo ocurrido «es persecución política». También reclamó que, por ser expresidente de Bolivia, Arce debe recibir un juicio de responsabilidades. Finalmente, negó tener cualquier vínculo con el desfalco del Fondo de Desarrollo Indígena (Fondioc), por el que es acusado.
El otro exministro que condenó la aprehensión de Luis Arce fue Edgar Montaño. Mediante un mensaje en su cuenta de Facebook, el anterior responsable de la cartera de Obras Públicas exigió la libertad del exmandatario.
«Expresamos nuestra preocupación por la privación de libertad del hermano expresidente Luis Arce Catacora. Pedimos su inmediata liberación, así como el desarrollo de una investigación exhaustiva y transparente sobre las supuestas acusaciones vinculadas al Fondo Indígena», escribió la exautoridad.
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«Confiamos plenamente en la justicia boliviana y solicitamos que se garantice en todo momento su integridad física, sus derechos y el debido proceso mientras se esclarece su situación legal. La búsqueda de la verdad debe estar por encima de cualquier interés político. Nuestro país necesita serenidad institucional y respeto a la legalidad para mantener la paz social», agregó.
En la otra acera se encuentra su exaliado, Rolando Cuéllar. El exdiputado arcista aseguró que “no vamos a proteger corruptos, ni poner las manos al fuego por estas personas”. En contacto con Bolivisión, solicitó que el Ministerio Público también emita órdenes de arraigo contra Arce, Evo Morales y las demás personas involucradas en el caso Fondioc.
“Tienen que responder ante la justicia por la plata que se llevaron”, puntualizó.
Un caso particular es el del evista Héctor Arce. Mientras que el mismo Evo Morales mantuvo silencio sobre el tema, Arce sí criticó el accionar de las fuerzas del orden, pero no en defensa del expresidente. Más bien, utilizó su situación para lanzar dardos contra el Gobierno de Rodrigo Paz.
Aseguró que la medida es “un circo”, diseñado para desviar la atención de otros problemas, como la situación económica o las muertes ocurridas en Cotapachi (Cochabamba). “Lo que yo veo es que Rodrigo Paz está montando un circo; quiere mostrar la musculatura de Rambo o de Terminator, cosa que no tiene. Lo que quiere Rodrigo Paz es causar miedo, seguramente en algunos sectores, y eso es lo que está haciendo con la aprehensión de Lucho Arce”, dijo el exdiputado.
En medio de sus críticas, Héctor Arce reconoció que “si hay indicios”, se debe proceder con el juicio contra su antiguo compañero de sigla.
A las 21:00, las únicas personas que permanecían afuera de las instalaciones de la FELCC de La Paz, donde se encontraba el expresidente Arce, eran los periodistas. Ningún seguidor del MAS arcista se acercó a manifestar su apoyo al expresidente, en marcado contraste con lo ocurrido cuando, en el mismo lugar, se detuvo al exministro de Justicia César Siles, quien durante horas escuchó a sus seguidores clamando por su inocencia.