La selección boliviana comenzará sus trabajos el lunes en Santa Cruz, pensando en el amistoso del 21 de diciembre ante un combinado peruano. El cuerpo técnico confirmó que la convocatoria estará integrada mayormente por futbolistas del medio nacional.
Fuente: diez.bo
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La selección boliviana volverá a reunirse este lunes en Santa Cruz para iniciar su última concentración del año. Así lo confirmó Gabriel Ramírez, asistente técnico de Óscar Villegas, quien adelantó a DIEZ que el plan de trabajo incluirá un viaje a Lima el viernes 19 de diciembre para disputar un encuentro amistoso ante un combinado peruano.
El duelo internacional se jugará el domingo 21 en Chincha, localidad ubicada al sur de la capital peruana. Será el cierre de la actividad de la Verde en 2025, antes de enfocar toda su preparación rumbo al repechaje mundialista del próximo año.
Ramírez explicó que la convocatoria estará conformada principalmente por jugadores del fútbol boliviano. La razón es simple: al no tratarse de una fecha FIFA, los clubes del exterior no están obligados a ceder a sus futbolistas y, además, la mayoría de los legionarios se encuentra ya en periodo de vacaciones.
La presencia de un grupo casi íntegramente local permitirá al cuerpo técnico observar alternativas y dar continuidad al proceso, aprovechando cada sesión antes de un 2026 que será decisivo para las aspiraciones mundialistas de Bolivia.
Tras el amistoso en Perú, la Verde volverá a competir recién en enero. El calendario contempla tres encuentros preparatorios: el 18 ante Panamá en Tarija, el 25 frente a México en Santa Cruz, y el 31 del mismo mes nuevamente en la capital cruceña contra República Dominicana.
Estos partidos serán fundamentales para afinar detalles tácticos y definir la base del equipo que afrontará el desafío más importante: el repechaje rumbo al Mundial 2026, que se disputará en Monterrey, México.
Bolivia jugará la semifinal del repechaje el 26 de marzo frente a Surinam. Si logra avanzar, disputará la final por el boleto mundialista ante Irak el 31 del mismo mes, una oportunidad histórica para romper con más de tres décadas de ausencia en una Copa del Mundo.