Los líderes europeos se reunieron con el presidente ucraniano en Downing St con un «tono sombrío». Se mostraron desesperados por lograr la unidad de la OTAN y blindar a Kiev de una «paz impuesta» por Washington y Moscú.
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En un día gris en Downing St, luego que Donald Trump acusara a Ucrania de «no haber leído su plan de paz», amenazara con alejarse de las negociaciones vía su hijo, con la convicción rusa de que van ganando la guerra y el documento de la Nueva Estrategia Global de Washington que señala «diferencias ideológicas con sus aliados occidentales» y coincidencia con Rusia. Una de las reuniones más difíciles de este conflicto se inició entre los pares europeos en las oficinas del primer ministro británico Sir Keir Starmer.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski fue recibido por el primer ministro británico Sir Keir Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz para discutir el futuro europeo frente al conflicto. Un ambiente sombrío y preocupante, tras las declaraciones de Donald Trump y la convicción de que Europa se ha quedado sola junto a Ucrania.
Ucrania está presionada por Rusia, por Donald Trump y por su propia logística para seguir la guerra si las conversaciones no progresan. Necesita a Europa y Europa necesita a Ucrania para su propia seguridad.
Putin amenaza con la guerra inmediata en Europa, aun cuando sabe que la OTAN lo va a demoler si hay un ataque. Entonces, volvió a hablar de la amenaza nuclear esta semana y Europa se aterra con esa posibilidad. Polonia construye refugios y trincheras.
La estrategia prorrusa y antieuropea de Trump
En ese contexto, Trump ha lanzado una nueva estrategia de seguridad, que prioriza el fomento de la resistencia en Europa para restaurar la antigua grandeza del continente y siente mayor cercanía con Rusia que con sus aliados europeos.
La estrategia expresa la preocupación de que, a más tardar en unas décadas, ciertos miembros de la OTAN se convertirán mayoritariamente en no europeos. El documento presenta a los europeos como el punto débil de la OTAN y cuestiona la alianza con ellos y sus diferencias ideológicas.
Frente al fracaso de la reunión de paz en Rusia, Trump insistió que Putin tiene deseo de poner fin al conflicto. Pero Europa no le cree y se prepara para la guerra.
El canciller alemán fue el más duro
El alemán Friedrich Merz se olvidó de cualquier zalamería para complacer a Donald Trump, como es la metodología de los líderes de países europeos y la OTAN para enfrentar a la narcisista diplomacia trumpista. Fue muy directo cuando habló en Downing St.
Merz fue el único líder que manifestó explícitamente su «escepticismo» ante algunas de las propuestas estadounidenses sobre Ucrania y Europa.
Puede que no suene del todo sorprendente dado el contexto actual y la evolución de sus opiniones al respecto en los últimos meses. Pero Merz es un político que durante décadas fue uno de los más fervientes defensores de la relación transatlántica. Ahora, al parecer, tiene cada vez más dudas sobre la administración Trump.
Merz fue el político más pro estadounidense en Alemania. Su cambio podría ser histórico para Europa. Alemania es uno de los pocos países europeos con el dinero para mantener la guerra en Ucrania, para consolidar un proyecto militar europeo.
Alemania se muestra «escéptica» ante algunas propuestas estadounidenses, señaló Merz. Pero Europa «tiene cartas en la mano», dijo el presidente francés Macron.
Un tono sombrío
El tono sombrío de las palabras de apertura fue muy revelador. No se trataba de una simple oportunidad fotográfica, diseñada para expresar solidaridad con Zelenski, sino de que se enfrentan a problemas urgentes, cada vez más urgentes, que deben resolverse pronto.
Los cuatro líderes han dejado muy claro que se encuentran en una situación complicada, pero que necesitan desesperadamente mantener el apoyo de los estadounidenses, por difícil que sea. No es de extrañar que fuera Zelenski quien más insistió en este punto.
La crítica de Macron a la administración estadounidense, afirmando que Europa tiene «muchas cartas en la mano», en clara referencia a los explosivos comentarios de Trump a Zelenski en febrero, también fue notable. Parece mostrar su frustración y su deseo, o incluso su exigencia, de ser vistos por Estados Unidos y Rusia como socios iguales. Será interesante ver si logran encontrar algo que haga que Washington y Moscú se pongan de pie y tomen nota.
En la apertura, Starmer, del Reino Unido, enfatizó la necesidad de un acuerdo de paz justo y duradero para Ucrania.
En respuesta, Zelenski agradeció a Starmer la organización de la reunión. Afirmó que es un momento importante para abordar todos los temas «sensibles».
Habló sobre la importancia de la unidad entre Europa, Ucrania y Estados Unidos. Zelenski afirmó que hay cosas que «no podemos gestionar sin los estadounidenses… No podemos gestionar sin Europa».
Hasta ahora Estados Unidos sigue vendiendo armas a la OTAN, que las compra y las entrega a Ucrania. ¿Pero hasta cuándo es la gran inquietud?
Macron afirmó que «todos apoyamos a Ucrania y la paz», al tiempo que dijo que «tenemos muchas cartas en nuestras manos», al hablar de las opciones para Europa y la economía cada vez más afectada de Rusia.
Señaló la necesidad de encontrar una manera de acercar a Europa y Estados Unidos para acordar el camino a seguir.
El alemán Merz afirmó que «estos podrían ser días decisivos» para «todos» en relación con Ucrania.
Mencionó las conversaciones de paz lideradas por Estados Unidos. Afirmó que «apoyamos y seguiremos apoyando firmemente a Ucrania», al tiempo que dijo que «el destino de este país es el destino de Europa».
Se mostró «escéptico» sobre «algunos detalles de los documentos del lado estadounidense» y afirmó que es de eso de lo que quiere hablar con otros líderes. Después las conversaciones continuaron a puertas cerradas.
Starmer y Zelenski, muy diplomáticos
Sir Keir Starmer elogió los esfuerzos de Donald Trump para poner fin a la guerra en Ucrania, a pesar de que el presidente afirmó que los líderes europeos tienen «expectativas poco realistas» sobre el conflicto. Todos saben que la intención de Trump es eliminar las garantías de seguridad que Europa exige para Ucrania.
Ucrania sugirió que algunos elementos del plan estadounidense requerían mayor debate sobre una serie de «temas delicados», como las garantías de seguridad de los aliados de Kiev y el futuro de las regiones reclamadas por Rusia.
«Existen visiones de Estados Unidos, Rusia y Ucrania, y no tenemos una visión unificada sobre el Donbás», declaró Zelenski a Bloomberg News, refiriéndose a Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania. Añadió que Kiev estaba presionando para un acuerdo separado sobre garantías de seguridad de los aliados occidentales, sobre todo de Estados Unidos.
Gran Bretaña no critica a Trump
Starmer se negó a criticar a Trump. «Nunca se puede llegar del conflicto a la paz por una vía fácil y directa. Siempre es un asunto complejo, pero creo que estamos progresando. Creo que lo que el presidente Trump ha logrado en las últimas semanas, llegando hasta aquí, ha sido lo más lejos que hemos llegado en los últimos cuatro años. Y por lo tanto, le rindo homenaje por ello, y espero que podamos seguir avanzando esta tarde» aseguró.
Starmer afirmó que cualquier acuerdo de paz debería incluir garantías de seguridad rigurosas para Ucrania a fin de evitar que Putin reanude la guerra. «Es importante tener en cuenta que este conflicto lleva casi cuatro años, que Rusia es el agresor y, por lo tanto, si se quiere un alto el fuego, debe ser justo —ya que Ucrania ha sufrido graves pérdidas y ha pagado un precio muy alto por una guerra que no ha provocado—, pero también debe ser duradero, porque sabemos que Putin no respeta los acuerdos que no cuentan con garantías de seguridad rigurosas, y en eso nos centraremos».
La visita de Zelenski a Londres se produce después de que sus funcionarios concluyeran tres días de conversaciones con sus pares estadounidenses sobre propuestas, mientras la Casa Blanca presiona a Kiev para que acepte un acuerdo.
El fin de semana, Zelenski afirmó haber discutido los «próximos pasos» con los asesores de Trump y estar «decidido a seguir trabajando de buena fe».
«Puede que tenga razón. Sin embargo, los negociadores también reconocieron que cualquier «progreso real» dependería «de la disposición de Rusia a mostrar un compromiso serio con la paz a largo plazo» explicó.
Las garantías de seguridad
Es probable que Ucrania y sus aliados europeos insistan en que cualquier alto el fuego incluya garantías de seguridad tanto de EE. UU. como de la «coalición de los dispuestos» convocada por el Reino Unido y Francia, al tiempo que se resisten a la transferencia de territorio a Rusia.
Starmer ha reiterado que se debe permitir que Ucrania determine su propio futuro, mientras que uno de sus ministros de alto rango declaró el domingo que el país no debe quedar «sin poder» frente a Rusia.
Rusia ha rechazado repetidamente la posibilidad de que tropas aliadas se estacionen en Ucrania y sigue exigiendo grandes extensiones de territorio ucraniano a cambio de la paz.
Las fuerzas de Moscú continuaron su ataque contra Ucrania durante el fin de semana. Al menos cuatro personas murieron en ataques con drones y misiles el domingo, mientras que Moscú sigue atacando la infraestructura ucraniana en un intento de «armar» el frío negando a los civiles el acceso a la calefacción y la electricidad.
PB