El informe del Ministerio de la Presidencia desahucia al menos 14 empresas estatales que el masismo manejaba como su bandera, entre las que están YLB, Mutún, BOA, Emapa, Quipus, EBA, Easba, Yacana y Editorial del Estado
Por Yolanda Mamani Cayo
Fuente: eldeber.com.bo
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En los 19 años que el MAS estuvo en el poder con Evo Morales y Luis Arce, respectivamente, gastaron la mitad de las Reservas Internacionales que administraba el Banco Central de Bolivia (BCB): $us 7.750 millones, para sostener 67 – 45 nuevas y 22 subsidiarias – empresas estatales. De ese total invertido, solo se recuperó el 18%; el resto, el 82%, que son unos $us 6.000 millones, están prácticamente perdidos, según el gobierno de Rodrigo Paz.
“Entre el 2006 y 2024 se crearon 67 empresas, pero se invirtieron de nuestras Reservas Internacionales Bs 53.945 millones, lo que equivale a $us 7.750 millones. De este total solamente se ha recuperado el 18% en estos 19 años. El resto, $us 6.000 millones son recursos que seguramente no van a poder ser recuperados”, reveló ayer el ministro de la Presidencia, José Luis Lupo.
La autoridad presentó un informe para mostrar la situación real de las empresas estatales, además de la instalación de decenas de plantas para industrializar desde fertilizantes hasta papas, todo en el marco del programa de “industrialización con sustitución de importaciones” que impuso el masismo en 19 años en el poder.
En la era del MAS, las Reservas Internacionales alcanzaron su pico más alto con $us 15.122 millones en 2014, es decir, que se gastaron prácticamente la mitad de esos recursos públicos para crear decenas de empresas y también instalar plantas industrializadoras.
“En los últimos 20 años hubo dos caminos para saquear el Estado: Uno ha sido el subsidio a los hidrocarburos y la creación de empresas públicas y del mal llamado proceso de industrialización por sustitución de importaciones”, dijo Lupo a los periodistas ante quienes expuso un concierto de cifras y porcentajes para mostrar el fracaso del “modelo económico social comunitario y productivo”, del populismo masista.
Las empresas
Según el ministro Lupo, en 2006 había nueve empresas públicas, entre ellas YPFB, Comibol y Ende, y ahora, en 2025, “existen” 67 empresas que dependen del Estado; las únicas rentables son las tres mencionadas, mismas que ya estaban antes de la llegada del MAS al poder.
De las 67 empresas, el Gobierno identifica 14 inviables y en las que se gastaron $us 2.205 millones de las Reservas Internacionales. Entre ellas están: EBA, Ecebol Eepaf, Emapa, Envibol, Quipus, Senatex, Yacana, Mutún, BOA, Editorial del Estado, Easba EBIH y YLB. En estas 14 empresas el gobierno masista inyectó Bs 15.375 millones o su equivalente en moneda estadounidense: $us 2.205 millones.
De las 67 hay cuatro que están cerradas: Ecobol, Enatex, Boltur y la Empresa de construcciones del Ejército, donde el Estado perdió Bs 849 millones, o su equivalente en moneda estadounidense: $us 122 millones, siempre de las Reservas Internacionales que debía proteger el BCB.
Lupo dijo también que además hay otro grupo de empresas que aún están operando pero que no generan nada, más bien cada día suman pérdidas que el Estado debe sostener y si quiere cerrarlas debe invertir Bs 697 millones para cumplir con las obligaciones sociales y la deuda con el BCB. En estas “empresas zombis” el gobierno del MAS ha inyectado $us 1.294 millones y que representan un daño económico al Estado.
En este punto, Lupo resumió que ahora el Estado enfrenta una pérdida de $us 1.463 millones.
“La factura total de este fracaso y que tenemos que pagar todos los bolivianos es en empresas cerradas: $us 122 millones, en empresas con quiebra técnica: $us 1.250 millones y el gasto en proyectos en curso que son inviables: $us 91,5 millones. El total de daño directo es de $us 1.463 millones”, dijo la autoridad.
Fiebre por industrializar
Otro rubro en el que los gobiernos del MAS gastaron los ahorros del Estado fue en instalar decenas de plantas de industrialización. Según el recuento de Lupo, se planificaron 174 plantas por un total de $us 3.164 millones, pero de esa cantidad, se entregaron 40 plantas, 134 están en construcción y solo 19 están funcionando.
De las 174 plantas, “41 ya están en una situación no ejecutable o crítica” y 60 son inviables, con una pérdida de $us 1.132 millones.
Lupo precisó que esas decenas de plantas industriales son de casi todos los rubros, desde plantas de biocombustibles, construcción, manufactura, fertilizantes, agroindustria, insumos, industria farmacéutica, litio, minería, química básica y alimentos, una de las últimas en instalarse fue la planta procesadora de papas que produce desde papas fritas en snack hasta las papas congeladas listas para freír.
“El costo total de la producción en empresas públicas y en estas plantas equivale a $us 2.595 millones: $us 1.463 millones en empresas públicas y $us 1.132 millones en las plantas industriales”, resumió el ministro de la Presidencia.
¿Y ahora qué procede?, fue la pregunta obligada al Gobierno que dijo que va a analizar la situación de cada empresa y planta estatal. Aún no estableció si las privatiza, vende o sostiene.