Un documento clasificado de 1.200 páginas detalla cómo el país se convertiría en el centro logístico de la OTAN en caso de conflicto. Sin embargo, ejercicios recientes expusieron debilidades en infraestructura y coordinación civil-militar.

Fuente: Infobae
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Alemania ha desarrollado un plan clasificado de 1.200 páginas que detalla cómo movilizaría hasta 800.000 tropas de la OTAN a través de su territorio en caso de un conflicto con Rusia, según reveló el Wall Street Journal.
El documento, conocido como Operation Plan Germany u OPLAN DEU, representa un cambio fundamental en la mentalidad de defensa europea y marca el regreso a una preparación de estilo Guerra Fría, adaptada a las amenazas modernas.
El plan fue concebido hace aproximadamente dos años y medio por un grupo de oficiales de alto rango, informó el WSJ. Desde entonces, las autoridades germanas están acelerando su implementación ante la creciente percepción de que Rusia podría estar preparándose para un enfrentamiento con la alianza atlántica.
Un centro logístico crucial
La geografía convierte a Alemania en un punto de tránsito inevitable para cualquier despliegue militar de la OTAN hacia el este de Europa. El plan mapea los puertos, ríos, ferrocarriles y carreteras que serían utilizados para transportar y abastecer tropas, además de detallar cómo serían protegidas durante el trayecto, según el WSJ.
Tim Stuchtey, director del Instituto de Brandeburgo para la Sociedad y Seguridad, explicó al diario estadounidense que las tropas de la OTAN tendrían que cruzar Alemania en caso de un choque con Rusia, independientemente de dónde podría comenzar el conflicto, debido a que los Alpes forman una barrera natural al sur.
Un oficial militar citado por el WSJ describió el objetivo del plan: “La meta es prevenir la guerra dejando claro a nuestros enemigos que si nos atacan, no tendrán éxito”.
Funcionarios alemanes han declarado que esperan que Rusia esté lista y dispuesta a atacar a la OTAN en 2029, recuerda el WSJ. Sin embargo, la cadena de incidentes de espionaje, sabotaje e intrusiones en el espacio aéreo europeo —muchos atribuidos a Moscú por la inteligencia occidental— sugiere que el cronograma podría ser más corto.
Reaprendiendo lecciones olvidadas
Los planificadores enfrentan obstáculos tanto tangibles como intangibles: reglas de adquisición lentas, leyes estrictas de protección de datos y otras regulaciones forjadas en una era más pacífica, según el WSJ.
Nils Schmid, viceministro de defensa, dijo al periódico: “Debemos reaprender lo que desaprendimos. Tenemos que traer de vuelta a personas de la jubilación para que nos digan cómo lo hacíamos en aquel entonces”.
El contratista de defensa Rheinmetall organizó un campamento de campo para 500 soldados que fue construido en 14 días y desmantelado en siete, como parte de los esfuerzos por incorporar al sector privado en el plan. Marc Lemmermann, jefe de ventas de la división logística de Rheinmetall, describió la operación: “Imaginen construir un pequeño pueblo de la nada y desmantelarlo en solo unos días”.
Infraestructura obsoleta y nuevos desafíos

Uno de los mayores obstáculos que enfrenta el plan es el deterioro de la infraestructura alemana. Berlín estima que el 20% de las autopistas y más de un cuarto de los puentes necesitan reparaciones debido a la inversión insuficiente crónica, según el WSJ.
Durante la Guerra Fría, Alemania construyó lo que se conocía como infraestructura de “doble uso”. Secciones de autopistas fueron diseñadas específicamente para servir como pistas de aterrizaje de emergencia, con medianas de hormigón sólido y áreas de descanso inusualmente grandes que ocultaban tanques de queroseno subterráneos.
Esa mentalidad desapareció con el fin de la Guerra Fría. Jannik Hartmann, investigador asociado del colegio de defensa de la OTAN en Roma y experto en movilidad militar, advirtió al WSJ: “Esto está llevando a desvíos, demoras y está poniendo vidas en riesgo”.
Un incidente reciente ilustra la vulnerabilidad del sistema. En febrero de 2024, un carguero holandés embistió un puente ferroviario sobre el río Hunte en el noroeste de Alemania, cerrando el tráfico ferroviario. El puente servía al único puerto del norte de Europa autorizado en ese momento para manejar todos los envíos de municiones a Ucrania, según el periódico.
Aunque no se encontraron señales de sabotaje, los suministros de municiones quedaron estrangulados durante semanas. Holger Banik, director ejecutivo de Niedersachsen Ports, explicó el problema: “Muchos puertos solo tienen una ruta ferroviaria al interior. Esta es una debilidad”.
Ejercicios revelan debilidades
En septiembre pasado, un ejercicio militar llamado Red Storm Bravo puso a prueba la coordinación entre el ejército alemán, conocido como Bundeswehr, y las autoridades civiles en Hamburgo. El escenario contemplaba el desembarco de 500 tropas de la OTAN que formarían un convoy de 65 vehículos atravesando la ciudad.
Claudia Major, directora de iniciativas de seguridad transatlántica del Fondo Marshall Alemán de Estados Unidos, explicó al WSJ la complejidad: “Refugiados y refuerzos estarían llegando desde direcciones opuestas. Los flujos necesitarían ser canalizados, lo cual el bundeswehr solo no puede hacer, especialmente mientras está combatiendo”.
Las cosas no salieron según lo planeado. Cuando manifestantes simulados —en realidad reservistas— se pegaron con cola al pavimento frente a los vehículos, la policía resultó no tener los solventes necesarios para despegarlos. El convoy tardó dos horas en reiniciar su marcha y había recorrido apenas seis millas para la mañana siguiente.
Amenazas de sabotaje
La legislación en tiempos de paz también complica la protección contra el sabotaje, una de las mayores amenazas para el plan. Paul Strobel, jefe de asuntos públicos de Quantum Systems, fabricante de drones de vigilancia respaldado por Peter Thiel, dijo al WSJ: “Si Alemania va a ser el centro de la OTAN, entonces como enemigo, yo querría apuntar a eso: bloquear los puertos, derribar la energía, interrumpir los ferrocarriles”.
A pesar de los desafíos, el ejército alemán mantiene una perspectiva optimista. Un oficial y coautor del plan declaró al periódico: “Considerando que comenzamos con una página en blanco a principios de 2023, estamos muy satisfechos con dónde estamos hoy. Este es un producto muy sofisticado”.
El canciller Friedrich Merz advirtió a líderes empresariales en septiembre: “Las amenazas son reales. No estamos en guerra, pero ya no vivimos en tiempos de paz”.