Bolivia y Chile no mantienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un breve período entre 1975 y 1978.
Fuente: El Deber
El presidente Rodrigo Paz Pereira asistirá en marzo de 2026 a la toma de juramento del presidente electo de Chile, José Antonio Kast, en lo que el Gobierno boliviano considera una señal política clave para relanzar la relación bilateral y avanzar hacia una nueva agenda binacional basada en el diálogo, el pragmatismo y los intereses compartidos.
Así lo confirmó el canciller Fernando Aramayo, quien destacó que el contacto telefónico sostenido entre Paz y Kast tras su elección fue “constructivo y muy positivo”, y permitió abrir una etapa de acercamiento entre ambos países. “Bolivia siempre va a ser respetuosa de las políticas y decisiones de los otros países. Existe la voluntad de retomar una agenda que nos permita estrechar la relación con Chile”, afirmó durante una conversación con EL DEBER.
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Una agenda amplia y priorizada
Aramayo subrayó que Bolivia y Chile comparten una agenda extensa que abarca comercio, migración, economía, cultura, recursos hídricos, medio ambiente y minería, entre otros ámbitos. “Somos vecinos de larga data. Tenemos más de 900 kilómetros de frontera y múltiples intereses comunes. La agenda es prácticamente interminable”, señaló.
No obstante, remarcó que el desafío inmediato será priorizar los temas y traducir la voluntad política en acciones concretas. “Necesitamos sentarnos a trabajar con una mirada pragmática, basada en los intereses del pueblo boliviano, y dejar atrás visiones ideologizadas que solo nos condujeron al aislamiento”, sostuvo.
La agenda binacional ya está en marcha
El relanzamiento del vínculo bilateral comenzó a materializarse con la reanudación de reuniones técnicas en Arica, donde delegaciones de ambos países abordaron temas estratégicos. La representación boliviana estuvo encabezada por el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Rodrigo Arce, mientras que Chile estuvo representado por el secretario general de Política Exterior, el embajador Ricardo Bosnic.
Entre los puntos centrales figura la mejora del servicio portuario en el Puerto de Arica, clave para reducir costos logísticos del comercio exterior boliviano, así como avances en acuerdos comerciales, integración aérea, conectividad turística y el proyecto de reversa del Oleoducto Sica Sica, considerado estratégico para la seguridad energética regional.
En paralelo, Bolivia y Chile fortalecieron su coordinación en materia de seguridad con la firma de un acuerdo para investigar delitos transnacionales, que permitirá conformar un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre ambas fiscalías. El convenio fue suscrito por el fiscal general del Estado boliviano, Roger Mariaca, y su par chileno, Ángel Valencia.
Bolivia y Chile no mantienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un breve período entre 1975 y 1978. Sin embargo, el Gobierno de Paz considera que la visita presidencial a Santiago en marzo de 2026 puede marcar un punto de inflexión, al consolidar una relación sustentada en el diálogo político, la cooperación concreta y una agenda común de integración y desarrollo.
Fuente: El Deber