Un informe forense reveló que Gianina García consumió drogas y usó un celular en cárcel. Esto revela fallas en la seguridad.
El Ministerio de Defensa de Paraguay ordenó el relevo total del personal militar encargado de la custodia de Gianina García Troche, exesposa del narcotraficante Sebastián Enrique Marset Cabrera, tras un informe forense que confirmó el consumo de marihuana y la posesión de un teléfono celular con el que realizó una videollamada desde el penal militar de Viñas Cué.
La medida se adoptó luego de constatar graves fallas de seguridad y presuntos hechos de corrupción que permitieron el ingreso de objetos prohibidos.
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El ministro de Defensa, Óscar González, informó que el reporte evidencia vulneraciones a los protocolos penitenciarios, por lo que se dispuso la separación inmediata de todos los efectivos asignados a la custodia, incluido el director del recinto. “Estos hechos no debieron ocurrir; se investigará a fondo”, afirmó.
De acuerdo con el informe oficial, García Troche es considerada por el Ministerio Público una pieza clave en la estructura financiera de la operación A Ultranza Py, que desarticuló una red de narcotráfico y lavado de dinero. La Fiscalía sostiene que entre 2020 y 2021 participó activamente en el esquema económico de la organización liderada por Marset, señalado como autor intelectual del asesinato del fiscal Marcelo Pecci, junto a Miguel Ángel Insfrán Galeano.
El expediente detalla que la pareja ingresó a Paraguay en 2018 y que desde 2019 consolidó una red para exportar más de 17 toneladas de cocaína hacia Europa y África, con apoyo de colaboradores del sector financiero y empresarial. Entre las maniobras detectadas figuran la apertura de cuentas bancarias con documentación falsa y la constitución de Grupo San Jorge S.A., bajo el nombre comercial Total Cars, con capital que la Fiscalía atribuye a fondos ilícitos.
El relevo del personal se produce días después de que García Troche realizara una videollamada desde el penal, en la que denunció presuntos abusos y deterioro de su salud, reavivando el debate sobre las condiciones de detención y los controles internos en casos de alto perfil.
“Yo no busco salir ni que me declaren inocente. Me entregué, renuncié a mi asilo y quiero que vean en las condiciones en las que me tienen”, afirmó, visiblemente afectada. Aseguró haber sufrido convulsiones, presentar hematomas y denunció la negativa a realizarle estudios médicos clave, como una resonancia magnética. “Me están queriendo matar. No aguanto más”, sostuvo.
Mientras Marset continúa prófugo, las autoridades paraguayas anunciaron que endurecerán los controles en Viñas Cué y avanzarán en las investigaciones para establecer responsabilidades penales y administrativas por las irregularidades detectadas.