Estados Unidos sancionó a 29 buques por operar en la «flota en la sombra» del petróleo iraní


La medida del Departamento del Tesoro amplía la ofensiva de Washington contra redes marítimas acusadas de exportar crudo iraní mediante prácticas engañosas y refuerza la presión económica sobre Teherán.

FOTO DE ARCHIVO. Imagen referencial

FOTO DE ARCHIVO. Imagen referencial de petroleros pasando por el estrecho de Ormuz. 21 de diciembre de 2018. REUTERS/Hamad I Mohammed

 



Fuente: infobae.com

Estados Unidos impuso el jueves sanciones a 29 buques y a las empresas encargadas de su gestión por su presunta participación en la llamada flota en la sombra” de Irán, una red marítima que Washington acusa de exportar crudo y productos petrolíferos para eludir las restricciones internacionales, informó el Departamento del Tesoro.

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Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), las embarcaciones y compañías sancionadas habrían transportado cientos de millones de dólares en petróleo y derivados iraníes mediante prácticas de transporte engañosas, diseñadas para ocultar el origen real de la carga y los destinos finales de los envíos.

La acción también apunta al empresario egipcio Hatem Elsaid Farid Ibrahim Sakr, cuyas empresas están asociadas a siete de los buques identificados, así como a múltiples compañías navieras vinculadas a la operación, administración o intermediación de estas embarcaciones.

Las sanciones implican el bloqueo de activos bajo jurisdicción estadounidense y prohíben a personas y entidades de Estados Unidos realizar transacciones con los individuos y empresas designados. En la práctica, estas medidas suelen tener un alcance más amplio, ya que bancos, aseguradoras y operadores logísticos internacionales tienden a cortar vínculos para evitar riesgos legales.

Fotografía de archivo de petroleros

Fotografía de archivo de petroleros iraníes. EFE/ABEDIN TAHERKENAREH

El Departamento del Tesoro sostiene que la “flota en la sombra” recurre a tácticas como el apagado deliberado de los sistemas de identificación automática (AIS), transferencias de carga de barco a barco en alta mar, cambios frecuentes de bandera y el uso de documentación falsa para disimular el origen iraní del crudo.

Estas redes se volvieron centrales para Irán tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018 y la posterior reimposición de sanciones al sector energético, que redujeron drásticamente las exportaciones oficiales del país y limitaron su acceso a mercados formales.

Pese a ello, Teherán ha logrado sostener ingresos petroleros mediante circuitos opacos, intermediarios y flotas de buques que operan fuera de los canales tradicionales, con Asia como principal destino, según datos de seguimiento marítimo y estimaciones de analistas energéticos.

La ofensiva contra la flota iraní se produce además en un contexto en el que Washington ha intensificado acciones similares contra otras economías sancionadas. En el caso de Venezuela, Estados Unidos endureció el control sobre buques y empresas vinculadas a exportaciones de crudo tras revertir parcialmente licencias que habían permitido alivios temporales al sector petrolero.

Imagen de archivo. El petrolero

Imagen de archivo. El petrolero iraní Grace 1 está anclado, con su nombre y la bandera de Panamá eliminados, después de que el Tribunal Supremo del territorio británico levantara su orden de detención, en el Estrecho de Gibraltar, sur de España. 16 de agosto de 2019. REUTERS/Jon Nazca

Como resultado, decenas de petroleros vinculados a cargamentos venezolanos quedaron varados o desviaron sus rutas ante el temor a sanciones, lo que afectó los flujos de exportación y generó tensiones adicionales en la industria energética del país sudamericano.

Fuentes del mercado han señalado que el uso de flotas opacas y empresas pantalla se convirtió en un mecanismo compartido por países bajo sanciones, como Irán, Venezuela y Rusia, lo que ha llevado a Estados Unidos y a sus aliados a reforzar la vigilancia sobre el transporte marítimo global.

Desde Washington, el objetivo declarado es cortar las fuentes de ingresos que, según la Casa Blanca, financian actividades desestabilizadoras y reducen la eficacia del régimen de sanciones. Al mismo tiempo, estas medidas introducen incertidumbre en el mercado petrolero internacional, en un contexto marcado por conflictos geopolíticos y restricciones logísticas.

La ampliación de las sanciones sugiere que Estados Unidos seguirá recurriendo a herramientas financieras y marítimas para presionar a economías sancionadas, apostando a un control más estricto de las cadenas de transporte como complemento clave de su estrategia energética y de política exterior.