«El gobierno de Lucho nos ha dejado más de 600 millones de dólares en combustible que no pagó, eso hay que ir pagándolo», sostuvo el Ministro de Economía.
El Gobierno informó que el ahorro generado por la reducción en la importación de combustibles será destinado en principio a cubrir una deuda superior a 600 millones de dólares heredada de la anterior administración, la cual estaba bajo el mando de Luis Arce Catacora.
YPFB ya registra una disminución cercana a un tercio en el gasto en combustibles, según datos oficiales, lo que permite liberar recursos diarios estimados en 10 millones de dólares para cumplir compromisos pendientes del Estado.
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«El gobierno de Lucho nos ha dejado más de 600 millones en combustible que no pagó, eso hay que ir pagándolo”, sostuvo el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, al resaltar que el pago de estas obligaciones responde a la necesidad de preservar la fe del Estado y no a una decisión política sobre gestiones pasadas.
«Una vez que terminemos de pagar esas deudas, avanzaremos en usar esos recursos en otras cosas: infraestructura, salud y educación” , agregó.
De cara al futuro, desde el Ejecutivo, el Ministerio de Hidrocarburos también emitió un reporte que detalla que los ingresos por la venta de combustibles se distribuirán de forma equitativa: 50% para el nivel central y 50% para gobiernos subnacionales y universidades
“Esto significa más recursos para que los municipios puedan mejorar calles, escuelas y hospitales; para que las gobernaciones desarrollen proyectos locales; y para que universidades y otras instituciones tengan fondos para crecer”, establece el informe.
Espinoza destacó además que la puesta en vigencia del decreto 5503, que pone fin a la subvención de combustibles, redujo en 30% la importación de combustible en solo dos días, frenando el contrabando hacia países vecinos.