El nuevo marco normativo prioriza sectores exportadores y busca optimizar recursos ante la caída del PIB y la escasez de liquidez

Los transeúntes pasean por una calle de La Habana Vieja (REUTERS/Alexandre Meneghini/Archivo)
Fuente: infobae.com
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El régimen de Cuba dio un paso hacia la formalización de la dolarización con la publicación, este jueves, de un paquete legal en la Gaceta Oficial. Estas nuevas normativas, que oficializan el uso de divisas extranjeras en la economía nacional, buscan responder a la prolongada crisis económica y a las crecientes restricciones financieras que enfrenta la isla.
El marco legal está compuesto por el decreto-ley 113, la resolución 140/2025 del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y las resoluciones 125/2025 y 126/2025 del Banco Central de Cuba (BCC).
De acuerdo con Cubadebate, este conjunto de normas establece un mecanismo renovado para la gestión, control y asignación de divisas, con el objetivo de incrementar los ingresos en moneda extranjera y optimizar su uso en la economía nacional.
Las disposiciones afectan tanto a personas jurídicas como naturales y, aunque hacen referencia al tipo de cambio, no introducen una nueva tasa, a pesar de que el Ejecutivo había anunciado esa posibilidad para la segunda mitad del año.
Una persona sostiene dólares estadounidenses y pesos cubanos en el centro de La Habana, Cuba, 9 de agosto de 2025 (REUTERS/Norlys Pérez)
En relación con el alcance de la medida, la ministra presidenta del BCC, Juana Lilia Delgado, explicó a Granma que “ahora se introduce la posibilidad de que haya otras monedas de curso legal, de conjunto con el peso cubano, a fin de que puedan emplearse en operaciones de cobros y pagos en divisas entre los actores económicos que radican en Cuba”.
Por su parte, el ministro de Economía y Planificación, Alonso Vázquez, declaró a medios oficiales que este paquete legal “viabiliza las transacciones en divisas” en el país, una opción que había quedado excluida tras la reforma monetaria de 2021, conocida como «Tarea Ordenamiento“.
La entrada en vigor de estas normativas tiene implicaciones directas para los actores económicos de la isla. Según los medios citados, la posibilidad de realizar operaciones en divisas se extiende a empresas estatales, privadas, extranjeras, embajadas y ciudadanos, bajo un esquema que prioriza sectores estratégicos.
El Ministerio de Economía será responsable de autorizar las transacciones en divisas, siguiendo criterios que favorecen las actividades de exportación, las producciones vinculadas al sector exportador y aquellas que contribuyan a la sustitución de importaciones.
El contexto en el que se adopta este paquete legal está marcado por una profunda crisis económica. Ambas fuentes recuerdan que la «Tarea Ordenamiento“, implementada en 2021, eliminó la posibilidad de transacciones en divisas y agravó problemas estructurales.

El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel (Sputnik/Sergey Bobylev/Pool vía REUTERS)
Desde entonces, el producto interior bruto (PIB) de Cuba ha caído un 11% en cinco años, el déficit público y la inflación se han disparado —triplicando los precios oficiales— y los bancos y empresas estatales sufrieron una descapitalización significativa.
Además, se ha consolidado un mercado cambiario informal con un tipo de cambio muy alejado del oficial.
A estas dificultades se suman restricciones bancarias que afectan tanto a ciudadanos como a empresas. Granma detalla que el año pasado se limitaron las extracciones de pesos cubanos en efectivo para personas naturales y jurídicas, y que este año las empresas extranjeras y embajadas han recibido la notificación de que no podrán disponer libremente de sus depósitos en divisas para repatriar beneficios o extraer efectivo, lo que configura una situación de “corralito” bancario no declarado.
En cuanto a la gestión de las divisas, se remarcó que el Ministerio de Economía tendrá la facultad de autorizar las transacciones en moneda extranjera, priorizando aquellas operaciones que impulsen las exportaciones, fortalezcan los encadenamientos productivos con el sector exportador y contribuyan a la sustitución de importaciones, con el objetivo de aumentar los ingresos en divisas para el país.