“La industrialización fue un capricho ideológico que generó empresas públicas deficitarias y un daño económico a Bolivia”, afirma Pablo Camacho


El nuevo director de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP), instancia encargada de supervisar y acompañar la gestión de las compañías estatales, sostuvo que hay 67 empresas estatales de las que no se tiene información técnica ni financiera.

Camacho es un reconocido empresario hasta hace poco estuvo al frente de la Cámara Nacional de Industrias

Fuente: El Deber

Pablo Camacho, recientemente posicionado por, Luis Lupo, ministro de la Presidencia, como  director ejecutivo de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP), instancia encargada de supervisar y acompañar la gestión de las compañías estatales, en conversación con EL DEBER, indicó estar decepcionado de cómo por el capricho y el ego ideológico se crearon empresas sin ningún tipo de planificación y que solo sirvieron para generar un mayor déficit fiscal y un despilfarro de los recursos de los bolivianos.



-¿Cuál es el rol de la Oficina Técnica Para el Fortalecimiento de la Empresa Estatal?

Fue creada para brindar información transparente sobre el estado técnico y financiero de las empresas estatales que estaban bajo su dirección. La idea era contar con información oportuna de las empresas públicas para así tener una mejor regulación de las 67 empresas públicas que estaban bajo la dependencia de los ministerios de la Presidencia, Economía y Finanzas Públicas y de Planificación. Estos ministerios crearon el Consejo Superior Estratégico de las Empresas Públicas (Coseep) que tenían la labor de reunirse y ver el desempeño de las empresas estatales. Las veces que lo hicieron solo fue para ver el de las transferencias de recursos para el Bono Juancito Pinto.

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-¿Cuáles serán las primeras medidas que llevará adelante?

Lo primordial es tener acceso a la información de las empresas estatales. Es clave conocer en qué estado financiero se encuentran. Toda esa información se la debe transparentar, ese es el mandato del presidente Paz y del ministro Lupo. Sabemos que estas empresas trabajan a pérdida generando un daño económico al Estado.

-Estas empresas estatales fueron creadas bajo el programa de la industrialización de la economía boliviana ¿considera que se logró ese objetivo?

La tan mentada industrialización no existió. Ese fue un programa para satisfacer el ego ideológico de una persona. Nunca existió una planificación seria donde se contemplen los rendimientos y la eficiencia. Estas empresas lo único que hicieron fue gastar el gas. Esos recursos debieron ser destinados a la Educación y a la Salud. Da impotencia el conocer la magnitud del daño que se hizo al país, por el capricho ideológico, nunca se puso reparo en la rentabilidad de estas empresas, solo se pedía más y más recursos para que sigan trabajando a pérdida.

-¿Cómo tomo su nombramiento en un cargo que tendrá la mirada de todos?

Primero debo agradecer la confianza de nuestro presidente Paz y del ministro Lupo. Sé que tengo una gran responsabilidad y con seguridad estaré a la altura. En las primeras reuniones me sentí muy decepcionado por tanta irresponsabilidad, por ver cómo la ideología daño a nuestro país y cómo estas fábricas desde su creación trabajaron a pérdida, algo que el anterior Gobierno siempre lo supo y no hizo nada para cambiar la situación.

-¿Está contemplado el cierre de las empresas estatales?

Hay muchas que están en quiebre técnico, muchas siguen generando un déficit fiscal al país, un déficit que en 2024 era el 10% respecto al Producto Interno Bruto. No podemos permitir que esta situación continue, no podemos seguir fomentando que el Tesoro General de la Nación siga otorgando préstamos. Entonces, vamos a realizar un diagnóstico completo para tomar las decisiones correctas. Pero como le digo, no podemos seguir manteniendo un esquema que es resultado de un capricho ideológico que tanto daño hace al país.