Santa Cruz. El policía fue filmado por cámaras del Segip cuando recibió al brasileño que quería tramitar la renovación de su documento de extranjería, que era adulterado. El capo del PCC fue entregado después a Brasil acusado por tráfico internacional de drogas
Fuente: eldeber.com.bo
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Un mayor de la Policía que dirigía un grupo especial de inteligencia fue liberado por la justicia y logró salir de la cárcel de Palmasola, donde permanecía procesado luego de haber sido descubierto brindando protección a Marcos Roberto Almeida, alias ‘Tuta’, uno de los narcotraficantes más buscados de Brasil y considerado entre los cabecillas de la organización criminal del Primer Comando Capital (PCC).
Se trata del mayor de la Policía Gabriel Jesús Soliz Heredia, que cayó preso el 16 de mayo pasado.
El mandamiento de libertad al que accedió EL DEBER fue emitido el 11de diciembre por el juez Olibert Baigorria Acuña, del juzgado 16 de sentencia penal anticorrupción y contra la violencia. El juez dio cumplimiento a un auto de vista de la sala penal primera del Tribunal Departamental de Justicia que le otorgó la cesación de la detención preventiva por cumplimiento de plazo.
Gabriel Jesús Soliz, dejó la cárcel el viernes 12 de diciembre.
Imagen captada en el Segip
La clave que originó la detención inmediata del mayor Gabriel Jesús Soliz Heredia, fue una imagen captada por cámaras de seguridad de la Dirección General de Identificación Personal (Segip) en sus oficinas en Santa Cruz, cuando recibe a Marcos Roberto Almeida, alias ‘Tuta’. Se los observa sentados en uno de los bancos de la entidad donde acudió ‘Tuta’, junto a su personal de seguridad para tramitar la renovación de su documento de extranjería.
Las investigaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y la Fiscalía, establecieron que `Tuta` llegó al Segip para gestionar la renovación de una cédula de identidad adulterada que cargaba y que por esa ayuda o protección entregó una cantidad de dinero al jefe policial.
Las imágenes de la entidad estatal y la detención del mayor causaron un verdadero escándalo en las filas de la institución verde olivo, así como en autoridades del Ministerio de Gobierno, ante las evidencias de la protección oficial al brasileño, buscado por tráfico internacional de drogas.
Soliz Heredia tras ser aprehendido fue imputado por delitos de uso indebido de bienes y servicios públicos, usurpación de funciones y uso indebido de influencias.
Las pesquisas señalan que el policía no tenía ningún motivo para acudir al Segip y juntarse con el cabecilla del PCC.
La Felcc y Fiscalía entregaron evidencias de que el mayor tenía varios inmuebles a su nombre y que fueron adquiridos en corto tiempo, sin justificar el nivel de sus ingresos mensuales que percibía por su trabajo en la institución del orden.
Dado de baja
Después de un proceso y sumario el Tribunal Disciplinario Superior de la Policía, decidió dar de baja sin derecho a reincorporación al mayor Soliz por faltas calificadas como graves y por dañar la imagen de la institución.
El cabecilla del Primer Comando de la Capital (PCC), Marcos Roberto de Almeida, alias Tuta, fue expulsado del país y entregado a la Policía Federal de Brasil en la frontera del municipio boliviano de Puerto Quijarro.
Es considerado el heredero directo de Marcos Willians Herbas Camacho, más conocido como Marcola. La entrega del capo brasileño se concretó en Puerto Quijarro que une con Corumbá (Mato Grosso do Sul), donde la Policía Federal de Brasil aguardaba su llegada. Tuta fue trasladado escoltado por agentes de la Felcc y de la Felcn. Una vez en suelo brasileño, fue entregado al Comando de Operaciones Tácticas (COT) de la Policía Federal, que lo trasladó vía aérea hacia Brasilia.
Marcos Roberto Almeida había asumido el mando del PCC tras el traslado de Marcola a una prisión federal en 2019. Desde entonces, se consolidó como el líder operativo de la facción criminal, coordinando acciones dentro y fuera de las cárceles. Además, era investigado por lavado de dinero a través del sistema “dólar-cabo” y operaciones financieras internacionales, principalmente en Paraguay y Bolivia.
Presencia del PCC en Bolivia
Luego de que ‘Tuta’ fuera llevado en Brasil se difundió un informe de la presencia de redes criminales en Bolivia. El Primer Comando Capital (PCC), la mayor organización criminal de Brasil, tiene al menos 146 integrantes identificados en Bolivia, entre presos y personas en libertad, según un mapeo internacional divulgado sobre la base información oficial del estado de São Paulo y del Ministerio Público de Brasil.
Estos datos posicionan a Bolivia como el tercer país con mayor presencia de esta facción fuera de Brasil, solo por detrás de Paraguay (699), Venezuela (656) y luego está Uruguay (140).
El informe revela que el PCC se expandió más allá de las fronteras brasileñas y actualmente opera en al menos 28 países en América, Europa, Asia y África. Su estructura combina una disciplina férrea en el interior de las cárceles con un modelo flexible y descentralizado en los territorios donde busca ampliar su red de tráfico de drogas y lavado de dinero.
En el caso boliviano, la mayoría de los integrantes detectados del PCC se encuentran en establecimientos penitenciarios (75), aunque 71 miembros están en libertad, lo que evidencia una doble dinámica de expansión: por un lado, la influencia carcelaria —que es donde esta organización surgió y se consolidó— y por otro, el avance hacia estructuras delictivas que operan en libertad, incluyendo logística, transporte y distribución de drogas.


