La UE endurece su política migratoria pese a la caída del 20% en las entradas irregulares


Los 27 países de la Unión Europea acuerdan abrir centros fuera de las fronteras de la UE para enviar allí a los migrantes cuya solicitud de asilo haya sido rechazada, los famosos «centros de retorno».

También sancionarán de forma más dura a aquellas personas que se nieguen a abandonar el territorio euoropeo y se devolverá a migrantes a países de los que no son originarios pero que Europa considera «seguros». Estas medidas se toman cuando se ha registrado una bajada significativa de entradas irregulares, casi un 20% menos que el año pasado.

(Foto de archivo) Una embarcación de la Guardia Costera italiana que transporta a migrantes rescatados en el mar pasa cerca de un barco turístico, en la isla siciliana de Lampedusa, Italia, el 18 de septiembre de 2023.
(Foto de archivo) Una embarcación de la Guardia Costera italiana que transporta a migrantes rescatados en el mar pasa cerca de un barco turístico, en la isla siciliana de Lampedusa, Italia, el 18 de septiembre de 2023. REUTERS – Yara Nardi

Fuente: RFI



Hasta hace muy poco era un tabú, pero otro muro ha caído hacia una mayor dureza en la política migratoria europea.

Los Veintisiete aprobaron este lunes una nueva legislación que permite que se firmen acuerdos bilaterales con terceros países para crear centros de migrantes, a los que se les haya rechazado el asilo.

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Esto facilitará que modelos como el de Italia con Albania o acuerdos con Uganda puedan llevarse a cabo, aunque hasta ahora ha habido dudas legales.

Por otra parte, también se ha pactado una lista de países considerados “seguros”, por lo que todos los soliciantes de asilo que provengan de ColombiaEgiptoBangladeshTúnez, Índia, Marruecos y Kosovo se les podrá rechazar de forma acelerada la petición de asilo.

Paradójicamente, Túnez y Egipto son dos países en que organizaciones no gubernamentales alertan de que son regímenes autocráticos que no respetan los DDHH.

Por último, también acordaron la reubicación de 21.000 personas llegadas a las costas del Mediterráneo al resto de la Unión Europea. Si hay países que lo rechazan podrán contribuir a un fondo que estará dotado en total de 420 millones de euros.