La noche del 7 de noviembre, Arce se despedía de Palacio Quemado sonriente y arropado por el entorno con el que gobernó Bolivia. Un mes después entra a la cárcel, solo, enfermo y expulsado del MAS, el partido por el que se jugó en 2020
Por Yolanda Mamani Cayo
Fuente: El Deber
La tarde del miércoles 10 de diciembre fue la última vez que el expresidente Luis Alberto Arce Catacora (62), gozó de su libertad plena. En cuestión de minutos, en un operativo sorpresa de policías encapuchados y vestidos de civil, fue aprehendido, pasó dos noches en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y ayer, la tercera noche, reconoció el ambiente en la sección de La Posta en la cárcel de San Pedro, donde pasará al menos cinco meses detenido de forma preventiva. Con ello, los cinco años que estuvo en el poder (2020-2025) se convierten solo en un añorado recuerdo.
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“No nos hemos ido”, fueron las últimas palabras del exmandatario y exministro de Economía, segundos antes de atravesar por el umbral de la puerta de ingreso al recinto carcelario de San Pedro, en la ciudad de La Paz.
Arce, abrigado con la misma chamarra azul con la que apareció en innumerables reuniones y conferencias de prensa cuando era presidente, trataba de mostrarse sereno y calmo ante las cámaras que grabaron para la historia su transición de la libertad al encierro obligado, con un futuro incierto.
El exjefe de Estado es investigado por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, por el desfalco millonario del Fondo de Desarrollo Indígena, entre los años 2013 y 2015 cuando él era ministro de Economía y Finanzas Públicas en el gobierno de Evo Morales y era la cabeza del directorio de Fondo Indígena.
Es por eso que la parte denunciante lo apunta como el principal responsable de la transferencia de más de Bs 100 millones – recursos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) – y que fueron depositados a cuentas personales de dirigentes masistas y de organizaciones sociales, todo en el marco de la supuesta ejecución de proyectos de desarrollo rural del Fondo Indígena.
En su audiencia de medidas cautelares que duró al menos seis horas, el juez doceavo de Instrucción Penal Anticorrupción y Violencia hacia las Mujeres de La Paz, Elmer Laura, ordenó la detención preventiva por cinco meses en San Pedro porque a pesar de demostrar que tiene una vivienda fija y un trabajo estable, éstos hechos no neutralizan los riesgos procesales, particularmente el de obstaculización, previsto en el Código de Procedimiento Penal.
“El ahora imputado, por su condición de exministro y expresidente, mantiene una capacidad real de influencia sobre exfuncionarios, testigos y coimputados, muchos de los cuales dependieron jerárquicamente de él o integraron directorios bajo su gestión”, fundamentó el juez.
Todo este proceso, Arce lo enfrentó prácticamente solo, sin el acompañamiento ni siquiera de sus exministros o dirigentes de organizaciones sociales con los que gobernó por cinco años. La única persona que lo acompañó fue su exministra de la Presidencia Marianela Prada, quien denunciaba que Arce padece cáncer y que su vida corre peligro en San Pedro.
Si bien, el presidente Rodrigo Paz Pereira no se pronunció de forma directa sobre la detención de Arce, ayer aseguró que los responsables de la crisis económica del país, serán castigados.
“Aún con la desgracia que nos dejaron, vamos a salir adelante. Sepan ustedes que vamos a salir adelante y los culpables pagarán sus penas”, sentenció el jefe de Estado en un acto de graduación de las Fuerzas Armadas.
Se prevé que en los próximos días el Ministerio Público convoque a otras exautoridades entre exministros, dirigentes y ex funcionarios del gobierno del MAS que aún deben prestar declaración como testigos o sindicados.
Fuente: El Deber