El entrenador argentino rompió el silencio tras su salida de Guabirá, admitió el envío de un audio inapropiado, denunció destrato dirigencial y aclaró la deuda económica, además de confirmar contactos con Oriente Petrolero.
Por Pedro Rivero de Ugarte
Fuente: diez.bo
El entrenador argentino Marcelo Straccia habló en exclusiva con DIEZ y brindó su versión sobre la polémica salida de Guabirá. El DT reconoció errores propios, pero también apuntó contra la dirigencia del club azucarero, a la que acusó de destrato y de no cumplir con los acuerdos establecidos.
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“Es cierto que envié un audio, estaba muy caliente y no debí hacerlo. Le dije de todo a todos”, admitió Straccia, aunque aclaró que su reacción se dio en un contexto de malestar acumulado. “Sentí destrato, sentí que me faltaron el respeto”, agregó el entrenador, visiblemente dolido por la forma en la que se dio la ruptura.
El técnico explicó que no tuvo un diálogo directo con el presidente del club en ese momento. “No hablé directamente con el presidente y la verdad no recuerdo si lo mencioné en el audio, aunque seguramente sí”, reconoció, dejando en claro que la situación se desbordó en medio de la tensión interna.
Straccia también desmintió versiones sobre una supuesta deuda prolongada. “Nunca dije que me debían cuatro meses. Solo se me adeuda mes y medio”, aclaró. Según el DT, el conflicto principal pasó por el incumplimiento de la palabra dirigencial y por diferencias en la planificación deportiva.
En ese sentido, explicó que solicitó refuerzos puntuales para la próxima temporada, pero encontró resistencia interna. “Pedí un par de jugadores y algunos dirigentes se oponían diciendo que eran muy caros, cuando yo conozco la situación económica del club y sé que están dentro de sus posibilidades”, sostuvo.
El entrenador detalló que había solicitado la incorporación de nombres concretos: Gilbert Álvarez, Arquímedes Figuera, Samuel Garzón, Yerko Vallejos y dos futbolistas extranjeros. “Era una base para competir mejor el próximo año”, afirmó.
Finalmente, Straccia aseguró que su ciclo en Guabirá está cerrado y que no hay marcha atrás. Sin embargo, expresó su deseo de continuar en el fútbol boliviano. “Me voy tranquilo de Guabirá, todavía no cerré nada con otro club, pero quisiera quedarme en el país y preferentemente en Santa Cruz. Sí, tuve contacto con Oriente”, concluyó, dejando abierta la puerta a un nuevo desafío.