A pesar de existir indicios claros y denuncias sobre actos de corrupción, el Ministerio Público no actúa con la prontitud y eficiencia que la ciudadanía demanda.

Fuente: El Diario
El analista político e investigador, Manuel Morales Álvarez, lanzó duras críticas contra la justicia boliviana al denunciar un “manto de complicidad” que estaría protegiendo a los principales implicados en los escándalos de corrupción desatados en entidades estatales clave como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Según Morales, la falta de celeridad demostrada por el Ministerio Público no solo ha permitido la fuga de figuras centrales como el exejecutivo de la estatal petrolera, Armin Dorgathen, sino que también ha beneficiado con detención domiciliaria al exgerente de Emapa, Franklin Flores, quien ahora se encuentra prófugo.
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YPFB concentra las mayores sospechas. Morales recordó que una comisión parlamentaria ya había revelado graves irregularidades en la estatal petrolera, incluyendo ventas irregulares de combustible, sobreprecios y desvíos que habrían canalizado hasta un 30% del carburante subvencionado por el Estado hacia el contrabando. “Las medidas que se han tomado, como allanamientos y otros, han sido infructuosas”, afirmó el analista, cuestionando por qué, a pesar de informes detallados de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), no se emitieron órdenes de aprehensión ni alertas migratorias oportunas.
En el caso de Emapa, la controvertida detención domiciliaria concedida a Franklin Flores generó igual indignación. Morales calificó esta determinación como “prácticamente le permitieron escapar”, subrayando que todos los indicios lo vinculan directamente en actos de corrupción detectados desde los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS).
Fuente: El Diario