Mercosur vs. Narcosur


Álvaro Riveros Tejada

 



Este sábado, recientemente pasado, acaba de concluir la cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) cita realizada en la ciudad fronteriza brasileña de Foz de Iguazú, donde uno de los puntos resaltantes fue el respaldo de todos sus miembros a la adhesión plena de Bolivia, un proceso iniciado desde el año 2015.

A pesar de que el objetivo central de su creación fue el de facilitar el comercio, fortalecer la integración regional y aumentar el peso económico y político de sus miembros en el escenario internacional, hasta la fecha han sido varios los traspiés que ha enfrentado en su seno, en especial aquellos que atingen a la política, como la “decepción” del bloque por el aplazamiento de la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea, que se debió a varias divergencias internas en el bloque.

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En efecto, una de las razones más decepcionantes y frustrantes para Luiz Inácio Lula da Silva, presidente pro tempore de este organismo, fue la de no poder firmar un acuerdo con Europa, antes de pasar la presidencia semestral del Mercosur a Paraguay, como en efecto se dio. Lula inviste también la calidad de fundador del Foro de São Paulo, esa entelequia de la muerte, hoy convertida en la oficina central latinoamericana de todas las más letales fuerzas de la izquierda en nuestro continente; que proclama al mundo un cambio humanista y pacífico; pero en el fondo su propósito es perpetuar las tiranías de gente como los Castro, Maduro, Ortega y la instauración de regímenes de terror y opresión.

El firme rechazo a dicha pretensión lulista no se hizo esperar, ya que la propia Unión Europea hábilmente dirigida, manifestó que dicho acuerdo se firmaría en los primeros días del mes de enero, coincidiendo con lo adelantado por el jefe de Estado paraguayo, Santiago Peña, al asumir la presidencia del Mercosur, dando impulso a esos acuerdos comerciales que negocia el bloque suramericano.

Empero, sí coincidieron en seguir apostando en la Unión Europea y en la creación de una Comisión para Combatir el Crimen Organizado Transnacional al interior del Mercosur y los presidentes dejaron claras sus divergencias en otros asuntos, principalmente en la crisis que se cierne actualmente en  Venezuela. En medio del cerco militar tendido por Estados Unidos frente a sus costas, Lula pidió que la región siga apostando en una Sudamérica como zona de paz.

El presidente argentino Javier Milei, por su parte, instó a los socios del Mercosur a secundar la presión militar estadounidense sobre Venezuela y a condenar al Gobierno de Nicolás Maduro. “Argentina” dijo. “Saluda la presión de los Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano. El tiempo de tener un acercamiento tímido en esta materia se ha agotado. Instamos además a todos los demás integrantes del bloque a secundar esta posición y condenar tajantemente a este experimento autoritario.”

 

Es previsible un dramático giro desfavorable a los propósitos expansionistas del castro chavismo en América Latina. Incluso ante una modificación tan sustancial de la correlación de fuerzas en el seno de la OEA, El Foro de São Paulo pareciera encontrarse al comienzo de su forzoso hundimiento y es altamente probable que esté llegando a su fin, especialmente en temas, como el narcotráfico que depravó toda relación política, social y económica, durante este último cuarto de siglo en toda la región. De ahí que es imperiosa la guerra del Mercosur vs. el Narcosur