Paz a las FFAA: No quiero un ejército subordinado al poder político


El presidente Rodrigo Paz participa del acto de graduación de los nuevos oficiales de la Policía Boliviana.

El presidente Rodrigo Paz participa del acto de graduación de los nuevos oficiales de la Policía Boliviana.

Por Boris Góngora

El presidente Rodrigo Paz afirmó que no busca unas Fuerzas Armadas (FFAA) subordinadas al poder político, sino una institución alineada con la Constitución y comprometida con el pueblo boliviano.



Fuente: La Razón

“No quiero un Ejército subordinado al poder político, pero sí lo quiero bajo la Constitución, las normas y el amor profundo a su pueblo”, señaló durante la graduación del Comando del Estado Mayor en Cochabamba.

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En su discurso, Paz remarcó que, en el contexto de crisis que atraviesa el país, se vuelve imprescindible una alianza entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía para encaminar la recuperación nacional. “El pueblo necesita de los mayores esfuerzos”, afirmó.

El Mandatario reiteró que la designación del Alto Mando Militar se realizó sobre la base de méritos profesionales y no de intereses políticos. “No fue una decisión política, sino una decisión de méritos”, insistió, al señalar que este criterio guiará sus decisiones durante los próximos cinco años.

Paz también subrayó que ningún Ejército puede defender a Bolivia sin moral, ética y liderazgo ético, y enfatizó que la patria no se administra, sino que se defiende. Aseguró que el Gobierno trabaja para fortalecer a las Fuerzas Armadas, incluso en momentos de crisis, buscando la apertura internacional para mejorar sus capacidades.

El Jefe de Estado el pasado 28 de noviembre recordó que las Fuerzas Armadas solo tienen sentido si mantienen un compromiso inquebrantable con la libertad y la soberanía del pueblo boliviano.

Añadió que la construcción de la patria exige, entre otros elementos, un profundo amor a la libertad, principio que se expresa en la obligación de la institución castrense de acatar la Constitución Política del Estado como “ley madre” y respetar la voluntad soberana que define democráticamente el orden institucional del país.

Fuente: La Razón