La comunidad de Sombrerito instala un monumento que advierte contra la explotación ilegal del río Piraí y celebra el legado del investigador boliviano.
Fuente: eldeber.com.bo
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En la comunidad de Sombrerito, en Porongo, se instaló el mojón Noel Kempff Mercado, en honor al científico e investigador que dedicó su vida a la defensa de los recursos naturales. La columna fue ubicada como un símbolo de preservación del río Piraí, buscando concienciar sobre la importancia de proteger este afluente y evitar la explotación fuera del tercio central del mismo.
«Tenemos que cuidar, entre todos, a la naturaleza y ese emblemático río Piraí que ha sido la inspiración de tantos soñadores e historiadores. El río no es el problema, el problema es quienes lo explotan ilegalmente y le cambian el curso (…) Creo que esta es una causa justa«, expresó el alcalde de Porongo, Neptaly Mendoza, durante la ceremonia.
Tras sus palabras, se cavó un hueco en la tierra para colocar el mojón, que tiene grabado el nombre de Noel Kempff Mercado en la parte frontal, mientras que en la parte posterior se lee: «Porongo se respeta».
«Esta es una lucha que ha comenzado, no vamos a parar hasta terminarla. Hoy vemos que colocamos aquí este monjón que tiene tres caras. La principal con el nombre de Noel Kempff Mercado, una persona que dio su vida por proteger la naturaleza. En esta otra cara, que va hacia el río, para que le hable a todos esos irrespetuosos que dragan de manera ilegal, dice: ‘Porongo se respeta’. Desde otro lado, está la fecha en la que falleció trágicamente este héroe que tenemos en Santa Cruz», agregó la presidenta del concejo municipal de Porongo, María Isabel Suárez.
La iniciativa busca concienciar a la comunidad sobre la importancia de cuidar el río Piraí, vital para la región, y promover acciones que protejan el medioambiente frente a la explotación ilegal de recursos hídricos y naturales.
Vecinos de Sombrerito denuncian riesgo por avance del río y dragado ilegal
Vecinos de la comunidad de Sombrerito alertan sobre un peligro constante en la zona, debido al avance del río y a la actividad de dragueros que operan de manera ilegal desde hace más de 20 años. La preocupación fue expresada por Víctor Limón, presidente de la OTB local, quien señaló que la situación afecta la seguridad de los habitantes, especialmente de los niños.
“Ha avanzado el río más de 150 metros en nuestra zona. Hay demasiadamente riesgo. Nuestros hijos no podemos dejarlos ahorita que salgan solos porque es un peligro constante (…) Los dragueros hace unos 20 años que están aquí destruyendo el río. De verdad que es una pena que nos lo freguen a nuestro río. Salimos a bañarnos y nos bañamos con aceite», lamentó Limón.
El dirigente explicó que la crecida del río y las pozas cercanas a los dragueros complican las actividades cotidianas de la comunidad.