El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que Estados Unidos bombardeó una fábrica de cocaína en Maracaibo, oeste de Venezuela. Estas declaraciones llegan luego de que el presidente Donald Trump anunciase haber destruído un muelle venezolano presuntamente utilizado para el narcotráfico.

A través de un extenso mensaje en su cuenta de la red social X, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, dio a conocer detalles de una reciente operación militar estadounidense en territorio venezolano. Según Petro, las fuerzas de Estados Unidos atacaron una fábrica de cocaína en Maracaibo, ciudad clave en el oeste de Venezuela y cercana a la frontera con Colombia.
Petro vinculó directamente esta instalación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla colombiana que mantiene una fuerte presencia en la región del Catatumbo, zona fronteriza y estratégica para el procesamiento de droga.
«Sabemos que Trump bombardeó una fábrica, en Maracaibo, tememos que mezclan allí la pasta de coca para hacerla cocaína», escribió el presidente colombiano. Petro fue tajante al criticar al grupo armado: «Es simplemente el ELN. El ELN está permitiendo con su traqueteo (narcotráfico) y su dogma mental, invadir Venezuela».
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó que se llevó a cabo un primer ataque terrestre en la costa venezolana, aunque no especificó la ubicación exacta. El lunes, Trump declaró que la incursión ocurrió «en la orilla» y específicamente «en la zona de muelles donde cargan los barcos de droga». Sin embargo, no se sabe si estos ataques mencionados por los mandatarios de Colombia y Estados Unidos, estarían relacionados.
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Silencio oficial en Caracas
Hasta el momento, el gobierno de Nicolás Maduro no ha emitido ningún comentario oficial sobre el bombardeo o las declaraciones de los mandatarios. Este silencio ocurre en un clima de extrema tensión, ya que Washington lleva meses acusando a Maduro de liderar una vasta red de narcotráfico.
Esta acción militar terrestre representa una escalada en la ofensiva de Estados Unidos en la región. Hasta la fecha, las fuerzas estadounidenses han ejecutado unas 30 operaciones contra embarcaciones sospechosas de transportar estupefacientes, dejando un saldo de casi 107 muertos en aguas del Caribe y el Pacífico.