Producción de granos en 2025 llega a 5,6 MM de toneladas y Anapo prevé impulso con la liberación plena de exportaciones


El sector oleaginoso cierra el año con una recuperación de producción en todos los cultivos y un movimiento económico de 3.000 millones de dólares.

Para los productores, con la plena liberación de exportaciones y una apertura a los mercados externos, el país podría consolidarse como un proveedor confiable de alimentos para el mundo.



 

Fuente: Prensa ANAPO

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) presentó los resultados de la gestión agrícola 2025, un año que marca un punto de inflexión para el sector, por la recuperación productiva en todos los cultivos. La producción total de granos alcanzó 5.649.187 toneladas, lo que representa un aumento del 91% respecto a 2024 y un movimiento económico estimado en 3.000 millones de dólares.

El desempeño fue positivo, sin embargo el gremio advierte que el país podría avanzar aún más si se consolida un modelo de mercado libre, con plena liberación de exportaciones, reglas claras y mecanismos transparentes que impulsen la inversión productiva. Así lo advirtió su presidente, Abraham Nogales, durante la conferencia de prensa que ofreció este martes junto a ejecutivos de la institución.

Nogales destacó que los resultados reafirman la capacidad de los productores primarios de Santa Cruz para responder con eficiencia y resiliencia, incluso cuando las condiciones de planificación son mínimas. “Esta gestión demuestra que el campo boliviano tiene un enorme potencial. Pero para aprovecharlo plenamente, el país necesita dejar atrás el ‘Estado tranca’ y avanzar hacia un mercado moderno, sin cupos, ni restricciones que distorsionan precios y frenan la competitividad”, afirmó.

Año excepcional en todos los cultivos

La recuperación productiva se reflejó en todos los cultivos agrícolas relevantes. De acuerdo con el balance presentado por ANAPO:

  • La soya incrementó su producción en un 63%, pasando de 2,02 millones a 3,29 millones de toneladas.
  • El sorgo tuvo el mayor crecimiento relativo, con un salto del 216%, alcanzando 1.515.320 toneladas.
  • El maíz aumentó un 73%, llegando a 543.619 toneladas.
  • La chía registró un crecimiento extraordinario de 1.300%, al pasar de 1.082 a 15.117 toneladas.
  • El girasol creció un 85%, alcanzando 189.590 toneladas.
  • El trigo, cultivo estratégico para la seguridad alimentaria, aumentó 142%, con una producción de 92.010 toneladas.

Pese a este buen desempeño, las exportaciones a octubre sumaron 930 millones de dólares—9% menos que en el mismo periodo de 2024—sobre todo por las restricciones a la exportación de grano de soya y a un contexto internacional menos favorable. A octubre de 2025 se exportaron 150 mil toneladas de grano de soya menos que en el similar periodo de 2024; esto representa una disminución de 60 millones de dólares en exportaciones.

En ese sentido, Nogales reiteró que el principal desafío para consolidar la producción de granos estratégicos para el país es construir un entorno regulatorio previsible, transparente y basado en acuerdos entre privados. Enfatizó que la libre exportación debe convertirse en la regla y no en la excepción; no solo para la soya y sus derivados, sino para todos los productos agropecuarios.

“Los productores enfrentamos riesgos climáticos, financieros y de mercado. No podemos sumar a esas amenazas restricciones que detienen las inversiones y restan competitividad. Bolivia necesita precios alineados a las referencias internacionales y un sistema donde la oferta y la demanda definan las condiciones de comercialización”, agregó.

El gremio explica que la liberación plena de exportaciones dinamizaría la producción, aumentaría la generación de divisas, fortalecería la industrialización y ofrecería mayor certidumbre a los subsectores pecuarios, que dependen del acceso a insumos como la harina de soya y los granos de cultivos de rotación, como el maíz y sorgo principalmente.

Un nuevo ciclo productivo

Nogales señaló que este año los agricultores lograron recuperar los niveles de producción de años anteriores y están listos para producir más. “Pero para dar el paso decisivo necesitamos libertad para comercializar, seguridad jurídica y acuerdos entre privados que aseguren equidad y continuidad. El futuro del agro boliviano depende de decisiones valientes y sostenibles”, aseveró.

Anapo respalda un modelo abierto y equilibrado: exportar cuando exista excedente y permitir importaciones oportunas en caso de déficit interno. Esta visión —compartida por todos los subsectores de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO)— crea condiciones para que cada actor compita con información real, precios justos y menores distorsiones.

La institución que agremia a 14.000 productores de granos de Santa Cruz reafirma su compromiso con la sostenibilidad, la productividad y la seguridad alimentaria del país. Y considera que este 2025 marca el inicio de una nueva etapa que podría transformar la agricultura nacional si se consolida un mercado moderno, sin controles distorsivos y abierto al mundo.

“Estamos listos para trabajar con el Gobierno y con todos los actores de la cadena para construir un país más competitivo, más productivo y con mejores oportunidades para todos”, concluyó Nogales.