Un estudio realizado por la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) demuestra el rezago educativo en el país.
Por Juan Manuel Ijurko
Fuente: eldeber.com.bo
«Bolivia vive un rezago educativo que aumenta conforme se avanzan los grados». La frase, lapidaria, corresponde a Víctor Hugo Villarreal, director de Gestión del Conocimiento de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE). Un estudio realizado por esta institución pone en evidencia la baja calidad de la educación que se ofrece en el país.
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Villarreal desglosó algunos datos de esta investigación en ON- Otra noche con Sissi Áñez que se emite por ED24. Detalla que «un 98 % de los niños ingresan a primaria, pero solo un 92 termina el ciclo educativa». Los datos se reducen aún más en secundaria donde solo «termina el 87%». En el área rural, las cifras se agudizan. «Solo un 64% de los jóvenes culmina sus estudio», puntualiza el responsable de gestión del conocimiento.
Los datos ratifican las pruebas internacionales realizadas en años anteriores. Villarreal refiere, por ejemplo, la prueba TERCE (Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo que se realiza bajo parámetros internacionales. En este estudio, se mostraban que en tercero de primaria, 7 de cada 10 estudiantes estaban por debajo de la media en cuanto a comprensión lectora. El estudio también demostró las falencias pensamiento lógico ya que 8 de cada 10 estudiantes revela problemas en matemáticas.
Lo preocupante, lamenta, es que estos estudiantes «llegan a la educación superior con esas grandes falencias». Y ofrece otra dato sorprendente. «Solo el 3% de los estudiantes está preparado para entrar a la educación superior», según cuenta Villarreal.
Modificar la ley
A pesar de los resultados, desde la CBDE sugieren mantener la ley educativa. Villarreal reconoce que la ‘Aveliño Siñani’ logró incrementar el alcance de la educación, aunque no estuvo acompañada de una mejora en la calidad educativa.
En 2010 se promulgó la Ley 070 Aveliño Siñani y Elizardo Pérez. A pesar de las críticas, Villarreal insiste en mantener la misma y «hacer un profundo proceso de evaluación». Por ello, sugiere realizar «ajustes y cambios» y justifica la decisión por los aspectos positivos conseguidos con la implementación de la ley. Menciona los logros en materia de género o en integración lingüística.