Sueldos de élite política en la mira de recorte


 

Un proyecto de ley presentado por el senador Wilder Véliz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que plantea reducir en un 50% los salarios del presidente, vicepresidente, ministros, senadores, diputados, gobernadores, alcaldes y concejales, ha puesto bajo presión a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en un contexto de ajuste fiscal, cuestionamientos al “gasto político” y malestar ciudadano por las elevadas remuneraciones de las autoridades, que –en el caso de los legisladores nacionales– superan los 22.000 bolivianos mensuales.

Fuente: El Diario



La iniciativa del legislador opositor busca que la clase política asuma parte del costo de la crisis económica antes de trasladar el peso del ajuste a la población, argumentando que existe una brecha profunda entre los ingresos de las autoridades y los salarios de la mayoría de los trabajadores bolivianos, muchos de ellos en condiciones de informalidad o con ingresos cercanos al salario mínimo nacional.

De acuerdo con distintos reportes, los sueldos de diputados y senadores titulares, que oscilan entre los 22.000 y 23.000 bolivianos, sitúan a estas autoridades en la franja alta de la distribución de ingresos, con capacidad de consumo y ahorro muy superior al hogar promedio, realidad que contrasta con la percepción de bajo rendimiento legislativo, pocas sesiones y frecuentes bloqueos políticos.

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Esta combinación alimenta las demandas de recorte salarial y de una reorientación del gasto estatal hacia servicios y programas con impacto directo en la población.

El proyecto de Véliz debe ser tratado en comisiones y luego debatido en el pleno, donde los propios beneficiarios de los altos salarios deberán pronunciarse sobre la reducción, lo que introduce un evidente conflicto de interés y abre la posibilidad de que la propuesta sea frenada, modificada o archivada. Analistas y sectores críticos advierten que sólo una presión social fuerte y sostenida podría obligar a la mayoría legislativa a asumir el costo político de aprobar una rebaja de tal magnitud.

En términos estrictamente fiscales, el ahorro derivado de una reducción del 50% a los sueldos de altas autoridades sería relativamente limitado frente al tamaño del Presupuesto General del Estado (PGE), pero el efecto simbólico sería significativo: enviaría la señal de que la élite política comparte los sacrificios del ajuste y podría convertirse en un punto de partida para revisar de manera más amplia la estructura del gasto público y la legitimidad de los privilegios asociados al poder.

​Una familia de diputado o senador vive con un ingreso muy alto para la realidad boliviana, lo que le permite cubrir bien sus gastos básicos y, aun así, ahorrar una parte importante de su salario.

​Con estos niveles de gasto, a una familia que vive del sueldo de un diputado o senador todavía le puede quedar entre Bs 2.000 y 5.000 al mes para ahorro o compras grandes (auto, mejoras de vivienda, etc.), algo fuera del alcance de la mayoría de los hogares bolivianos.

Fuente: El Diario