La Cámara de Diputados de Brasil vivió este martes una de las escenas más tensas de los últimos años, cuando el legislador oficialista Glauber Braga, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), fue desalojado por la fuerza de la mesa directora tras protagonizar una protesta en plena sesión.
El incidente se produjo durante el debate de un polémico proyecto de ley que podría reducir notablemente la condena del ex presidente Jair Bolsonaro —actualmente sentenciado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado—, y que reactualizó la división política en el país.
Según imágenes emitidas por la televisión local antes de la interrupción abrupta de la señal, Braga se sentó en la silla del presidente de la Cámara y se negó a abandonarla, en señal de rechazo a lo que denunció como una “ofensiva golpista”.
En declaraciones previas a su retiro forzoso, Braga afirmó: “Permaneceré aquí con calma, con total tranquilidad, ejerciendo mi legítimo derecho político de no aceptar como un hecho consumado una amnistía a un grupo de golpistas”, de acuerdo a la cobertura recogida por la prensa acreditada en el lugar.
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La ocupación comenzó hacia las 16:04, cuando Braga utilizó su posición para bloquear el desarrollo de la sesión. El legislador no tiene funciones en la mesa directiva, pero persistió en su negativa a dejar el asiento. La situación escaló cuando, a las 17:34, la transmisión televisiva oficial fue cortada y los periodistas fueron desalojados del plenario, en una medida que según la asesoría del presidente de la Cámara, Hugo Motta (Republicanos-PB), respondió a un protocolo interno y no a una orden directa. Finalmente, a las 18:08, policías legislativos retiraron de manera forzosa a Braga del lugar frente a la mirada de los pocos presentes.

El comportamiento de Braga se inscribe en un contexto de creciente presión sobre su figura. Este miércoles, la Cámara prevé votar la posible revocación de su mandato parlamentario a raíz de hechos ocurridos en abril de 2024, cuando fue acusado de agredir físicamente al militante del Movimiento Brasil Livre (MBL) Gabriel Costenaro y al diputado Kim Kataguiri (Unión-SP). Según el parecer elaborado por el relator Paulo Magalhães, las agresiones estuvieron comprobadas por imágenes de seguridad y testimonios recabados en el Consejo de Ética de la Cámara, determinando la existencia de una “reacción desproporcionada” por parte de Braga y apuntando a la eventual ruptura del decoro parlamentario.
Luego de ser desalojado, Braga criticó duramente la forma en que se manejó la situación y, especialmente, el hecho inédito de que se cortara la señal de la TV Câmara y se impidiera el trabajo de la prensa. Expresó que en todos sus años como diputado nunca había asistido a la suspensión del acceso mediático durante una crisis de este tipo.
La protesta de Braga reavivó el clima de polarización que atraviesa el Congreso brasileño, en particular por el efecto que tendría la aprobación de la nueva ley para el futuro judicial y político de Bolsonaro y sus simpatizantes. Aunque la actual ofensiva opositora busca avanzar en la reducción de penas mientras la amnistía completa carece del apoyo necesario, las fuerzas oficialistas consideran que se trata de una maniobra destinada exclusivamente a beneficiar al exmandatario y su círculo.
Esta no es la primera vez que el plenario de la Cámara se convierte en escenario de enfrentamientos y protestas físicas. En agosto pasado, diputados opositores ya habían bloqueado la mesa directiva en protesta a la prisión domiciliaria de Bolsonaro, lo que incrementó la presión interna sobre la conducción de Motta.
La jornada terminó con la Cámara evacuada, la presencia policial en aumento y una profundización de las fracturas políticas internas. El curso del caso Braga y el destino del proyecto de ley sobre reducción de penas mantienen en vilo a la escena política y social de Brasil, bajo el impacto directo de los acontecimientos de este martes y la incertidumbre respecto al desenlace de los debates en el parlamento.
(Con información de AFP)