Periodismo en un país ‘talibán’


image

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Periodismo en un país ‘talibán’

  2. Bajo el Penoco, El Día: Mamani presionado

  3. Los Tiempos: UN CONFLICTO RECURRENTE

  4. El Deber: ¿Racismo?

  5. Cambio: Cada hora 600 niños mueren de hambre

  6. La Prensa: Como el Ave Fénix

  7. El Diario: Oposición a Reglamentación de la censura

  8. El Mundo: Integridad

  9. Opinión: Nueva Ley de Pensiones a la mesa de discusión

  10. Clarín, Argentina: Abusos con los aportes del Tesoro


El Día: Periodismo en un país ‘talibán’

Los trabajadores de la prensa de La Paz son los únicos del país que no se han plegado con fuerza a las protestas que mantienen sus colegas desde hace dos semanas en el resto del país. En la sede de Gobierno están los dos únicos diarios que no se adhirieron a las “portadas en blanco” que decidieron los miembros de la ANP para rechazar la aprobación de la ley mordaza, disfrazada de antirracista. En uno de aquellos periódicos, los reporteros y editores denunciaron censura de sus jefes que responden a directrices del Gobierno y paralizaron sus actividades durante algunas horas. Pese al miedo, al amedrentamiento y a lo difícil que se ha puesto ejercer el “mejor oficio del mundo” en La Paz, muchos periodistas de esa ciudad se dieron modos hace unos días para autoconvocarse a una marcha y no les fue nada mal. Lo hicieron a través del Facebook y del Twitter, redes sociales informáticas que les sirvieron a los chinos para enterarse que Lui Xiaobo había ganado el Premio Nobel de la Paz, porque los medios tradicionales fueron censurados por el régimen comunista. El año pasado, los iraníes usaron las mismas herramientas tecnológicas para manifestarse contra el autócrata Mahmud Ahmadinejad reelecto a través de un fraude vergonzoso.



Ayer se leía en algunos medios del país, que diarios, canales de televisión y portales de internet, han comenzado a tomar sus precauciones para evitar el cierre, supuestamente por difundir contenidos racistas. Los noticieros van a eliminar prácticamente las transmisiones en vivo y los contenidos serán revisados previamente por abogados y expertos, que seguramente recomendarán afilar la “tijera”, para prevenir cualquier complicación. Los diarios digitales ya no tendrán espacios para comentarios de los lectores y muchas opiniones de columnistas probablemente sean eliminadas oficiosamente, ante el temor de que hayan ojos que estén esperando el menor traspié para hincar el diente. “Cortar por lo sano”, será el lema que aplicarán desde ahora muchos editores, jefes de prensa y directores, lo que equivale a niveles inadmisibles de autocensura. El miedo, en lugar del buen criterio y la ética que siempre han estado presentes en las salas de redacción, será desde hoy el principal consejero de los periodistas, tal como se ha podido constatar en las declaraciones de algunos de ellos.

Ayer comenzó en La Paz la discusión sobre el reglamento de la Ley contra el racismo, procedimiento que constitucionalmente está reservado al Poder Legislativo. Representantes de dos ministerios y líderes de movimientos sociales afines al Gobierno se sentaron alrededor de una mesa a elucubrar los métodos que se usarán para aplicar esta norma, cuyo objetivo central no es sólo acallar periodistas y cerrar medios de comunicación, sino instaurar en Bolivia “la voz única y autorizada”, alrededor de la cual, un grupo de vigías de “la verdad” actuarán para determinar quiénes deben ir o no a la hoguera. Serán los nuevos talibanes, que en lugar de un libro sagrado que usan algunos fanáticos para apedrear, mutilar mujeres y ahorcar, tendrán a su disposición el pretexto del racismo y una ley tan amplia como ambigua, para cerrarle el paso a la libre circulación de ideas.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

 

Serán los nuevos talibanes, que tendrán el pretexto de la ley contra el racismo para cerrarle el paso a la libre circulación de ideas.

Ir al Indice

Bajo el Penoco, El Día: Mamani presionado

Seguramente por temor a un rodillazo, el minero boliviano que fue rescatado el miércoles en Chile, aún no se ha atrevido a decirle directamente al presidente Morales que no tiene ganas de volver a vivir a Bolivia y menos de trabajar en YPFB, una empresa donde corre más riesgos que en la mina que por poco lo dejó sepultado para siempre. Sólo hay que recordar el caso Santos Ramírez para darle la razón. Ha sido la esposa de Carlos Mamani la más contundente y ayer fue su suegro el que afirmó que la familia no volverá a Bolivia porque en este país “no existen condiciones para vivir”. El jefazo está incómodo, tal vez no puede creer que ese trabajador lo esté rechazando, que no quiera acompañarlo en su avión de 38 millones de dólares y que no aspire a un puesto en la petrolera que es motivo de orgullo para él.  Ayer pidió volver a ver a Mamani y anoche, el ministro de Defensa aseguró que el minero vendrá de visita la próxima semana. De retornar definitivamente, tal vez lo reconsidere después, cuando Evo Morales dé garantías de que en Bolivia se puede “vivir bien”.
 

Ir al Indice

Los Tiempos: UN CONFLICTO RECURRENTE

La defensa de la libertad nos obliga a una pelea desigual pero que se equilibra por el convencimiento que anima a los defensores de esta causa

Verdad de Perogrullo es decir que uno de los sustentos del poder es el acceso a la información y el conocimiento. Mientras sean pocos los que los concentren, será más grande su poder. A la inversa, mientras más se difundan, su poder se diluirá.

De ahí nace una contradicción profunda y básica entre los poderes constituidos y el periodismo. Mientras los primeros buscan cerrar las posibilidades de difundir información, el periodismo tiene como misión fundamental develar el secreto. En la medida en que la ciudadanía conozca lo que sucede en su sociedad, menos poder tendrán los poderosos y más capacidad tendrá aquélla de interpelarlos.

Por esa relación es que siempre ha habido intentos desde el poder de poner cortapisas al trabajo informativo. En dictaduras, a través de la represión a periodistas, la censura, la clausura de medios. Durante la democracia, mediante la elaboración y, en lo posible, promulgación de leyes limitativas, sin desconocer que también se ha recurrido, en casos extremos, a represión y atentados anónimos.

De hecho, en la historia contemporánea del país varios han sido los intentos para controlar al periodismo. En sucesivas legislaciones se ha tratado de sancionar leyes con ese propósito y no han faltado las agresiones directas. Sin embargo, el periodismo, en forma permanente y consecuente, ha sabido resistirlas y han tenido la fuerza para evitar que se consuman.

Esto lo saben muchos funcionarios del actual Gobierno porque, en esos tiempos y antes de ingresar al centro del poder, trabajaron en el periodismo y fueron dirigentes de primer nivel en las luchas por la defensa de la libertad de expresión e información; es más, las promovieron e impulsaron  legitimando su representación, precisamente, en esa capacidad de movilización.

Hoy, las actuales autoridades -que en su gran mayoría se beneficiaron plenamente de esas libertades- han decidido seguir el camino de muchos de sus predecesores y -como se ha denunciado en forma reiterada- han aprovechando un instrumento de elevado contenido humanitario, como es la lucha contra el racismo y toda discriminación, para incorporar un par de artículos claramente limitativos de la libertad de expresión y opinión, como son el 16 y el 23 de la Ley 45, mediante los cuales, por un lado, se norma que el "medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento, sujeto a reglamentación",  y, por el otro, que los presuntos delitos de racismo y discriminación serán procesados mediante el Código Penal, normas que van en contra de la Ley de Imprenta y la propia Constitución Política del Estado.

Por eso es que los periodistas y sus gremios han decidido plantar pelea en contra de estas normas. Se trata de una decisión en defensa de principios, frente a quienes habían utilizado éstos sólo por conveniencia política o personal. Se trata de una pelea desigual, que se equilibra por el convencimiento que anima a los defensores de la libertad de expresión y opinión y el aumento sostenido de la adhesión ciudadana a este fin, porque sabe, porque así demuestra la historia, que no hay proyecto autoritario que beneficie a la sociedad.

Ir al Indice

El Deber: ¿Racismo?

Todos tenemos, en esta Hispanoamérica incuestionablemente diversa y mestiza, una ancha raja plebeya o si suena mejor, india, chola, camba y hasta tembeta. Patean oxígeno aquellos que con ínfulas de gentes decentes, es decir de estratos sociales superiores y distinguidos, miran a su prójimo y lo miden con desprecio de arriba abajo. Poco afectos en su generalidad los nuestros a sacudir sus árboles genealógicos, los reparos obedecen ciento por ciento, o algo así, al temor de que, tras el sacudón, de las ramas nos caiga encima un negro tizón o incluso un mono.

Quienes, sobre sus espaldas, ya cargan con medio siglo de vida como mínimo, sabemos que hasta promediado el siglo de los novecientos, constituía una debilidad contagiosa y unánime eso de alardear con los supuestos ilustres linajes familiares troncales. Vecinos había, y no eran rarezas, que se consideraban emparentados con condes y hasta colgaban de las paredes de sus casas retratos de unos señorones de bigotes torcidos como manubrios y que, en vida, discurrieron, según asentían los presuntos descendientes, a la sombra de reyes o de reinas, sin que nadie se atreviera a contradecirlos ni mucho menos a medirse de igual a igual.

Y en la colectividad en que de tales ínfulas se tenía noticias regularmente, las reacciones eran de diverso tono. A no pocos, ni la tos que les daban los supuestos pergaminos nobiliarios, otros abrían las bocas sin poder disimular sorpresa y admiración reverente y no eran raros, asimismo, los que se ponían con el cuero color  verde de envidia. Pero al final de cuentas nos aceptábamos y convivíamos en paz y concordia moros y cristianos.

Sin falsear un ápice la verdad, así convivíamos en estas cálidas tierras orientales, mirándonos de soslayo, pero sin rechazo, los decentes y los de tropa, por catalogarnos de algún modo. Olvidados, ignorados en nuestras pampas y montes, sólo se nos tomaba en cuenta como espacio para confinar a personajes políticos desafectos de los gobiernos de turno o a delincuentes de reconocida peligrosidad. De ahí en más, los cruceños y su ambiente no tronábamos ni sonábamos.

Y más urticante aún se hizo la omisión de lo cruceño en el ámbito de la república durante el auge de la minería que abrió un tiempo largo de bonanza y progreso para las urbes establecidas al pie de las montañas generado por el auge de la explotación de los minerales, especialmente el estaño que no sólo permitió acumulación personal de fortunas, sino que a la par modernizó y facilitó el confort de las dinámicas ciudades directamente ligadas al auge de los metales y su explotación.

Blanco de dolorosos y ultrajantes olvidos, nuestra Santa Cruz de la Sierra fue, sin alardes, salida esperanzadora para esas legiones de altiplánicos que, ante la decadencia minera, se volcaron rumbo a nuestras llanuras feraces. Y aquí los cruceños, consecuentes con su ley hospitalaria ejercitada con el corazón, los acogieron con los brazos abiertos abriéndoles los caminos de sus emporios naturales. Si añadimos que ayer y hoy, el hombre altiplánico gozó aquí de las mismas preeminencias de los autóctonos, nos mueve a indignación cada una de las señales con que desde diversos niveles tratan de endosarnos el deleznable adjetivo de racistas.

Ir al Indice

Cambio: Cada hora 600 niños mueren de hambre

El Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) revelaron recientemente que 925 millones de personas sufren hambre crónica en el mundo y que cada seis segundos un niño muere debido a problemas relacionados con la desnutrición. Sin duda, ésta es la dramática realidad que castiga a los seres humanos, mientras los países superindustrializados ‘invierten’ cada año la astronómica suma de 1.464 billones (no millones) de dólares en gastos militares.

Aunque la nueva estimación sobre el número de personas que sufren hambre crónica es 98 millones menos respecto de los 1.023 millones calculados en 2009, el hecho de que cada seis segundos muera de hambre un niño es espantoso, no sólo porque golpea a un segmento de población indefenso y vulnerable, sino porque es la mayor tragedia y el mayor escándalo que sacude al mundo. "Algo absolutamente inaceptable", como aseguró el director General de la FAO, Jacques Diouf.

Es que la permanencia de un elevado nivel de hambre en el mundo también hace muy difícil alcanzar no sólo el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, sino el devolver dignidad a los seres humanos que padecen por la escasez de alimentos. Además, de persistir el incremento de los precios de los alimentos, perjudicará los esfuerzos que realizan la FAO y el PMA para reducir las cifras de personas hambrientas en el orbe.

En ese contexto, la FAO lanzó en mayo la campaña Mil millones de hambrientos, destinada a incitar a los líderes mundiales para que actúen con urgencia y firmeza para poner fin a este flagelo. Más de medio millón de personas han firmado ya en Internet una petición a los políticos de situar la reducción del hambre como su principal prioridad.

Es que los hambrientos del mundo no son sólo una cifra, son personas, niñas, niños, hombres y mujeres pobres que luchan por sacar adelante a sus hijos y ofrecerles una vida mejor, y jóvenes que intentan construirse un futuro. La mayoría de ellos vive en las áreas rurales de los países en desarrollo y más del 70% de la gente en situación de pobreza extrema reside en áreas rurales. De los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio acordados de forma solemne por la ONU en 2000, el primero, sobre los niveles de desnutrición, se comprometía a reducir a la mitad el porcentaje de personas hambrientas desde el 20% al 10% en 2015. Sin embargo, a cinco años de finalizar el plazo, ese porcentaje se sitúa actualmente en el 16%.

El hecho de que históricamente la cifra de personas desnutridas continúe incrementándose, incluso en períodos de elevado crecimiento económico y precios relativamente bajos, indica que el hambre es un problema estructural.

Por lo tanto, resulta evidente que el crecimiento económico, aunque esencial, no será suficiente para eliminar el hambre en un plazo de tiempo aceptable.

Entre otros datos relevantes incluidos, el informe de la FAO y del PMA destaca que dos tercios de las personas desnutridas en el mundo se concentran en Bangladesh, China, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia y Pakistán, y la región con mayor número de personas desnutridas continúa siendo Asia y el Pacífico, con 578 millones.

La proporción de desnutridos más elevada sigue dándose en África subsahariana, con un 30% de la población, equivalente a 239 millones de personas. Respecto de la situación en América Latina, ese informe indica que este año se reducirá en 600 mil el número de personas desnutridas respecto a 2009, una cifra considerada insuficiente por la FAO. Esta entidad considera que la reducción del hambre en 2010 es importante, aunque es poca para la única región que iba en camino de erradicarla. Es que América Latina y el Caribe es la única región en el mundo en la que la cifra de personas con hambre permanece prácticamente inalterada con respecto al pasado año, cuando alcanzó los 53,1 millones de personas.

No obstante, el gasto militar mundial asciende a la increíble cifra de 1.464 billones,  que marca un escenario de ascendente escalada militar de las potencias y de los países en todos los continentes. El gasto militar global creció en 4% en 2008 y alcanzó aquella cifra récord, 50% más que en 1999, de acuerdo con un estudio del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI). "La crisis financiera global todavía no ha repercutido en los ingresos y beneficios de las grandes empresas armamentistas", señala. Esa cifra equivale al 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y a 217 dólares por cada habitante del planeta, de acuerdo con el organismo sueco.

En ese sentido, el mayor incremento le corresponde a Estados Unidos (58%), ya que las respectivas asignaciones de Washington aumentaron en 219.000 millones de dólares desde 1999, y casi se triplicaron los gastos militares de China y Rusia, hasta 42.000 millones y 24.000 millones de dólares, respectivamente.

Y si tomamos en cuenta que para reducir el hambre en el mundo, mediante el desarrollo agrícola y rural y un mayor acceso a los alimentos, la FAO cuantificó una inversión necesaria de 24.000 millones de dólares anuales, esta cifra es apenas una 610 ava parte del multimillonario como inmoral gasto que mueve cada año la industria de la muerte: 1.464 billones de dólares en armas para matar gente. Sólo así evitaremos que cada seis segundos un niño muera de hambre y que casi mil millones de seres humanos sufran por la falta de alimentos.

Los hambrientos del mundo no son sólo una cifra, son personas, niñas, niños, hombres y mujeres pobres que luchan por una vida digna. Y mientras cada seis segundos un niño muere de hambre, los poderosos gastan cada año 1.464 billones de dólares en armas.

Ir al Indice

La Prensa: Como el Ave Fénix

Saber que estaban con vida fue tan buena noticia como la del rescate realizado con singular precisión, después de más de dos meses de eficiente tarea.

Los 33 mineros, entre los que se encontraba un boliviano, volvieron a la vida, a ver nuevamente el sol y, virtualmente, resucitaron como lo hizo el Ave Fénix, de las cenizas.

Fue el acontecimiento humano más importante de nuestros días. Desde que se supo que los 33 trabajadores de los socavones de la mina San José eran sobrevivientes al derrumbe ocurrido 70 días antes de su rescate espectacular, presenciado durante todo el tiempo por el presidente chileno, Sebastián Piñera, la esperanza de rescatarlos con vida nunca decayó.

La expectante multitud vibró de emoción cuando la cápsula Fénix, nombre de la mitológica ave resucitada, emergía desde la profundidad de casi 700 metros, llevando dentro de sí a cada uno de ?Los 33?, nombre que se pondrá a una película que se rodará en homenaje a estos hombres que vivieron durante tanto tiempo en las mismas entrañas de la tierra.

El mundo vibró de emoción y alegría por este inédito acontecimiento vivido no sólo en el momento del rescate, sino durante todo el tiempo en que permanecieron en esa especie de cueva cavada en la pared de uno de los socavones, donde ?Los 33? buscaron refugio el día del derrumbe para salvar la vida.

Saber que ellos estaban con vida fue tan buena noticia como la del rescate realizado con singular precisión, después de dos largos meses de eficiente tarea. Fue necesario acudir a los más avanzados mecanismos de la tecnología para que el éxito se apoderara no sólo de Chile, sino de su Gobierno, que no escatimó ningún esfuerzo técnico, humano ni económico para salvar a ?Los 33?.

No se descuidó ningún detalle, ni siquiera del nombre del campamento que se levantó apenas conocida la noticia de que se hallaban con vida. ?Esperanza? lo llamaron para representar el optimismo de familiares, amigos y de gente de todo el mundo que esperó ver emerger con vida a quienes estuvieron sepultados durante más de dos largos meses.

Los gastos del rescate ascendieron a más de 22 millones de dólares, un valor superior al de la propia mina. La estatal compañía del cobre financió la mayor parte de los costos.

Se conocieron historias de cada uno de los rescatados. No importaba si algunas no eran buenas. Todos fueron recibidos como héroes y serán beneficiados con al menos 20.000 dólares cada uno.

Más de 2.000 periodistas de todo el mundo cubrieron el acontecimiento que puso fin al prolongando y desesperante suspenso y a la incertidumbre de los familiares, especialmente, de los mineros sobre cómo saldría la operación.

Mejor no podía ser. Los 33 mineros gozan ahora de la felicidad de haber sido rescatados con vida y de la compañía de sus seres queridos. Todo ello, que ya es mucho teniendo en cuenta lo que se hizo, es, nada más ni nada menos, que obra de la eficiencia de quienes trabajaron, noche y día, para llegar a este final feliz, y también del apoyo y la solidaridad de todos los pueblos del mundo.

El deber ha sido cumplido y el Gobierno chileno debe estar también feliz y contento por lo hecho y que todo el mundo lo reconoce y lo felicita. De esa manera estos 33 emergieron a la superficie como el Ave Fénix.

Ir al Indice

El Diario: Oposición a Reglamentación de la censura

Como pudo apreciar la opinión pública de Bolivia y de todo el mundo, los artículos 16 y 23, de profundo carácter antidemocrático, de la llamada Ley Contra el Racismo y la Discriminación, fueron impuestos de manera totalitaria y contra viento y marea, por el partido oficialista, que hizo oídos sordos a todos los pedidos para su anulación o reforma. Durante más de un mes, el intento del Gobierno de aplicar esa disposición, calificada en forma universal como “ley mordaza”, fue objeto de enérgicas formas de oposición por parte de instituciones sociales, culturales y obreras, ya cansadas de ser objeto de medidas contradictorias e inclusive contrarias a la realidad y la Constitución.

Naturalmente, disponiendo a su favor con toda clase de recursos ejecutivos, legislativos y judiciales, así como del omnímodo poder estatal e ilimitados recursos políticos y económicos, el oficialismo aprobó y puso en aplicación tan ofensivos artículos que atentan contra los principios más elementales de la existencia individual y los Derechos Humanos. Sin embargo, la disposición prácticamente quedó en cuarentena porque no contó, en ningún momento, con el mayoritario apoyo de la población. En esa forma, si bien la medida fue aprobada en medios parlamentarios sin dificultad, sólo constituyó una victoria pírrica para quienes la habían proyectado, sancionado y promulgado. En ese sentido, sus auspiciadores podrían decir con propiedad: “Una victoria más como esta y estamos perdidos”.

Prácticamente fracasada la primera ofensiva oficialista contra la prensa libre, enmascarada con argumentos de lucha contra el racismo (ideología a la que todos los medios de comunicación del país y la población boliviana en su conjunto se oponen abiertamente), ahora el oficialismo se propone otro segundo asalto antidemocrático con el objetivo de “reglamentar” la medida “a como dé lugar” y sin tomar en cuenta opiniones que permitan salvaguardar los sagrados derechos humanos de pensar, emitir ideas, exponer opiniones y utilizar libremente el lenguaje, atributos exclusivos que diferencian al hombre de las reacciones instintivas de los animales.

El intento oficial de no modificar los dos artículos cuestionados y proceder a su “reglamentación”, también ha sido nuevamente rechazado de plano por la mayoría de las organizaciones de periodistas así como de los medios de comunicación de todo el país, que han levantado muy en alto la bandera de la libertad de pensamiento y expresión. El argumento central para esa oposición es que los dos artículos en cuestión constituyen abiertas decisiones de censura autocrática y que, por consiguiente, la reglamentación de esa medida significaría, automáticamente, que la censura en general sería objeto de aceptación y, por tanto, que puede ser aplicada en detalle, actitud que fue calificada acertadamente por un periodista, que sentenció que sería aceptar la pena de muerte, escogiendo el arma con el que se va a ser ejecutado.

Las organizaciones e instituciones de prensa del país, excepto algunas contrarias a la independencia de pensamiento y libertad de expresión, anunciaron a toda voz que no participarán en la redacción de una supuesta “reglamentación” de los dos artículos antidemocráticos, de la “ley mordaza”. Esa actitud demuestra que los periodistas del país, convertidos en la fuerza de vanguardia del pueblo, en momento en que han desaparecido los partidos políticos, están dispuestos a dar una nueva batalla contra una dictadura autocrática incompatible con la democracia, seguros, además, que la van a volver a ganar, sosteniendo, en todo caso, que se oponen con firmeza a la ideología racista y la conducta discriminatoria.

Ir al Indice

El Mundo: Integridad

Uno de los temas de mayor relieve con el que se trata a los estudiantes de la universidad, en especial en carreras en las cuales tendrán que mantener un contacto permanente con la sociedad, es el de la integridad, practicar la virtud de actuar en todas las situaciones de la misma manera, para que sus posiciones sean creíbles. Cuando vemos las cosas que suceden a nuestro alrededor, no sólo encontramos los ejemplos mas adecuados para mostrar lo que no se debe hacer, sino que vemos también con preocupación cómo, en muchas oportunidades, censuramos cosas que las hacemos con mayor intensidad y no nos damos por aludidos.

Exigir a los trabajadores de la prensa actuar con apego permanente a la verdad y luego advertirles que si los informes que dan en esa tarea pueden afectar al sensibilidad o mejor dicho la susceptibilidad de otros, resulta incoherente y mucho más si para ello se les advierte que se cerrarán los medios en los que trabajan, se les ofrece cárcel, cesantía y otros problemas por el hecho de haber cumplido su labor.

Pero las actitudes dobles las vemos con frecuencia en otras situaciones que vale la pena analizar para ver sus caractgerísticas y lamentar que ello suceda. Vimos con extrañeza por ejemplo aquellas imágenes de un deportista que en una jugada con mala intención, partía la pierna de un jugador de Oriente Petrolero y a vuelta de correo, tuvimos que ver circular con la misma profusión una imagen de un deportista que daba un rodillazo al rival, en circunstancias que podrían semejarse, salvo el caso de que en la una, había un balón de por medio.

Pero las situaciones se multiplican y vale la pena darse cuenta de que tenemos que aprender algo más de integridad. No podemos echar de nuestro país a un representante extranjero y luego pedirle que por favor mantenga el apoyo que brindaba a los trabajadores con el Atpdea que era un sistema de apoyo en al que los Estados Unidos se comprometía a comprar de nuestro país ropa confeccionada con materias primas provenientes del país del norte.

Resulta que las personas o por lo menos muchas de ellas que trabajaban a en esa actividad se encuentran ahora bloqueando carreteras e impidiendo que se pueda normalizar la actividad en muchos lugares debido a que tuvieron que incorporarse ella comercio informal, dicho con más claridad al contrabando a fin de logar su sustento.

Los ejemplos no dejan de aparecer por todos alados, vimos al jefe del estado plurinacional estrecharse en un abrazo von el presidente de chile durante el rescate de los 33 trabajadores mineros entre los cuales se encontraba un boliviano.

Pese a su condición de un humilde trabajadores, sin que ello sea discriminación, Carlos Mamani a tiempo de agradecer la invitación a ser un personero en YPFB mantuvo integridad y posiblemente recordó durante esos 70 días de vigilia sombre las razones que lo llevaron a esa situación por la falta de empleos que no llegaban o por otras tantas razones que hacen que nuestro compatriotas integren todos los días caravanas de personas que ser van lejos de nuestras fronteras en busca de un mejor futuro.

Nos imaginamos lo interesante que ha debido ser este nuevo encuentro luego del anuncio hecho por el Gobierno de que distribuirá 23.000 efectivos de las fuerzas Armadas a lo largo de las fronteras.

Ya hubo una reacción especial cuando se hablaba de la compra de armamiento, nos imaginamos como estarán los vecinos ahora que se les anuncia de un desplazamiento planificado.

Todos somos conscientes del poder de esas Fuerzas Armadas; sin embargo, la acción que se plantea no deja de ser un acto de guapeza que bien podría ser orientado a algo más positivo, pero ante todo, para que nuestras acciones no ser vean incoherentes este necesario actuar con integridad.

Ir al Indice

Opinión: Nueva Ley de Pensiones a la mesa de discusión

Cuando en la agenda nacional se establecen algunos asuntos que son importantes, parecería que otros, no menos importantes, son relegados. Actualmente la Ley contra el Racismo y fundamentalmente los dos artículos que tienen que ver con la libertad de prensa y de expresión, que son rechazados por el periodismo nacional, están ocupando todos los espacios mediáticos y la atención del Gobierno.

Sin embargo, en estos días se viene discutiendo en los niveles correspondientes una de las leyes que tiene que ver con el futuro de los trabajadores y que es de gran importancia: la nueva Ley de Pensiones, que una vez aprobada, cambiará sustancialmente el sistema de pensiones que rige en el país y que fue reformado por el gobierno del ex presidente Sánchez de Lozada. El sistema que rige actualmente está basado en la capitalización individual que depende sólo del trabajador y del capital que pueda ahorrar mediante las Administradoras del Fondo de Pensiones, AFP. Anteriormente regía el sistema de reparto solidario.

El nuevo proyecto de Ley de Pensiones, a decir de las autoridades del Ministerio de Finanzas, está siendo discutido con diferentes sectores sociales de trabajadores y jubilados y ha sido puesto en conocimiento precisamente para lograr una norma que tengan el consenso correspondiente. Hasta donde se conoce el proyecto contempla una disminución de la edad para jubilarse de 58 años para varones y para mujeres 55, una renta equivalente de acuerdo a los aportes de las personas, beneficios para sectores que no han aportado, mediante aportes de 10 años, y aportes labores y patronales.

En realidad el proyecto no ha llegado a ser difundido adecuadamente a no ser algunos aspectos que se difunden mediante algunos medios de comunicación radiales y televisivos.

Una ley tan importante, como la que comentamos, merece mejores métodos para que los sectores labores de todo el colectivo social, es decir, no sólo en los niveles de la dirigencia, estén absolutamente informados sobre lo que se pretende reformar. El régimen de pensiones, como se ha repetido una y otra vez, es aspecto neurálgico en la mayoría de los países del mundo. Actualmente, por ejemplo, en España y Francia se ha dado una dura polémica porque se pretende elevar la edad de los jubilados de 65 a 68 años, aunque claro está que estas realidades dependen de la  expectativa de vida de las personas que en países europeos son mayores a la de  países en vías de desarrollo como Bolivia.

Un sistema de jubilación tiene, en cualquiera de los casos, un requisito considerado indispensable y que es la sostenibilidad en el tiempo. Se puede estudiar y aprobar un régimen de jubilaciones menos conservador que otros, pero lo importante es garantizar si el sistema puede durar 30, 40 ó 50 años, es decir, que los cálculos de aportes y otros aspectos garanticen su vigencia y no provoquen a los pocos años la quiebra del sistema.

Hace pocos días en las páginas de información de este diario se publicaron criterios de una experta en seguridad social que reivindica la necesidad de ?salvar? y aplicar el Código de Seguridad Social aprobado el 14 de diciembre de 1956 que es uno de los más avanzados del continente, y que establece la edad de jubilación de las mujeres a los 50 años y de varones a los 55, y que además, prevé normas avanzadas para las personas que no son dependientes asalariadas.

La comisión que analiza el nuevo proyecto de pensiones debe hacer conocer los avances del estudio a la mayor cantidad de gente posible, pero al mismo tiempo, escuchar propuestas de expertos y ciudadanos.

El debate en la formulación de esta ley es inexcusable.

Ir al Indice

Clarín, Argentina: Abusos con los aportes del Tesoro

La distribución de fondos de la Nación a las provincias es, desde hace mucho tiempo, un motivo de conflicto de poderes. Para normalizar la situación, la reforma de la Constitución de 1994 ordenó establecer un nuevo sistema de coparticipación, pero hasta ahora, la decisión de los sucesivos gobiernos nacionales y de los oficialismos de turno impidió que ese mandato se cumpliera.

La consecuencia más notoria es que el Gobierno Nacional dispone de una importante cuota de discrecionalidad para asignar una parte de los recursos financieros que necesitan las provincias. Este poder se utiliza, en gran medida, considerando las preferencias y los objetivos políticos del Ejecutivo.

Durante el anterior y el actual Gobierno, esa capacidad fue utilizada con creciente arbitrariedad. Un reflejo de esto es que, en los últimos años, Santa Cruz ha sido la provincia que recibió más recursos del Estado Nacional en relación a su número de habitantes, muy por encima de lo que recibieron y necesitan otras provincias con problemas urgentes y carencias notables.

Otro ejemplo notable de este sistema de poder discrecional y abusivo es que jurisdicciones encabezadas por fuerzas políticas opositoras, como Chubut, San Luis y la Ciudad de Buenos Aires, no recibieron Aportes del Tesoro Nacional en lo que va del año.

La restricción financiera coloca a esas provincias discriminadas y a la Ciudad en una situación difícil, ya que deben recurrir al endeudamiento o reducir la inversión en obras indispensables para la economía o la sociedad. En esa situación se encuentran, por ejemplo, planes de vivienda comenzados a ejecutar.

Esta situación puede agravarse el año que viene, considerando que el proyecto de Presupuesto para el período está formulado de forma que ampliará la masa de recursos de libre disponibilidad del Gobierno Nacional y, por lo tanto, la capacidad del oficialismo para premiar o castigar a provincias según la marcha de la agenda política. Es necesario, por lo tanto, reformular el sistema de coparticipación.

El sistema de distribución de fondos de la Nación a las provincias y la Ciudad da lugar a manejos arbitrarios basados en intereses políticos. Es necesario un nuevo sistema de Coparticipación.

Ir al Indice