La tarea que se ha impuesto el senador Isaac Avalos es realmente encomiable. Velar por la moralidad de la población bastante vapuleada por escabrosas escenas de telenovelas de dudosa catadura es algo que merece todo el apoyo. Eso de que nos estén mostrando a todas horas muchachas desnudas exhibiendo sin pudor alguno todas sus protuberancias es algo que definitivamente no condice con estos tiempos de cambio. Sin embargo, como no es posible que la población, particularmente las amas de casa, prescindan de sus telenovelas podríamos sugerir algunas alternativas.
Caricatura: La Razón, Portafolio por: Trond (23 octubre 2010)
Se podrían reciclar algunas telenovelas clásicas, dándoles, por supuesto un fuerte contenido social, acorde con los tiempos revolucionarios que vivimos. Por ejemplo, recordando los problemas con los productores de coca de los Yungas, se podría emitir una telenovela que podría titularse “Los cocaleros también lloran”. “Nemesia….de lejos” también podría llamarse una telenovela acerca de una mujer de pueblo que llegando a ser ministra se le subieron los humos a la cabeza.
Pero sin duda una serie que tendría gran éxito sería “Sin tractores no hay paraíso” que tendría como protagonista principal y galán al propio Isaac Ávalos. Como se verá, todo es cuestión de aguzar la imaginación y no solo quejarnos de la censura que al fin y al cabo lo único que busca es preservar impoluta la moralidad indígena-originaria.
Una muy curiosa “conciencia medioambiental”
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Para el presidente Evo Morales lo que debiera ser motivo de preocupación es motivo de alegría. Al presentar la política de explotación del litio, que dicho sea de paso, ha sido elaborada sobre bases muy inciertas, enumeró todos los salares existentes en Bolivia en los que existiría este mineral pero se percató que no estaba incluido lo que denominó como el “salar del Poopó” lo cual reprochó al Ministro de Minería, José Pimentel.
Dijo que el Poopó es también un salar lo cual no pareció preocuparle mucho. Alguien se olvidó de explicarle que los salares, a pesar de toda la riqueza que puedan contener, no son deseables en términos medioambientales por cuanto son producto de la evaporación del agua, un elemento que el dice valorar mucho. Por tanto sería aconsejable, si es que realmente quiere proteger el recurso agua, que en lugar de pensar en explotar las sales del lago Poopó, haga algo para protegerlo y evitar que se reseque y se vuelva otro páramo árido y estéril como el salar de Uyuni. Escuchando al presidente no nos extrañaría mucho que se alegre porque en el futuro el lago Titicaca se vaya a convertir también en un salar.