El “realismo indígena-originario”


Después de la Revolución de Octubre surgió en la Rusia Soviética una corriente denominada el “realismo socialista” que consideraba que todas las expresiones artísticas y culturales debían estar al servicio de la revolución y enaltecer sus logros. De esta forma es que en la literatura surgieron mamotretos como “Así se templó el acero” de Nikolai Ostrovski y otros que apenas superaban la calidad de un panfleto aunque la mayoría no llegaba ni a eso, con la notable excepción de un Gorki o un Maiakovski.

imageFoto: La Fundación para la Investigación y la Cultura – FICA de Colombia, financió el lanzamiento del libro titulado “Evo Morales Primer Indígena que gobierna en América del Sur”.

Se trató de un experimento fallido que mostro lo inconveniente que resulta que el Estado trate de normar o sujetar a sus intereses las expresiones culturales. Esto fue corroborado en Cuba donde después de un Alejo Carpentier, un José Lezama Lima o Guillermo Cabrera Infante, sencillamente no hubo nada, excepto una Nueva Trova que a estas alturas languidece por falta de convicciones.



No obstante de estos evidentes fracasos, en Bolivia están dispuestos a reeditar estas experiencias y están impulsando algo que podría llamarse el “realismo indígena-originario”. Es así que escritores, cineastas y pintores de discutible talento cuentan con el respaldo y promoción del gobierno para hacer conocer sus obras siempre y cuando estas enaltezcan la persona de Evo Morales y el proyecto político del MAS.

Es de esta forma que fueron publicadas serie de obras como la muy mentada y poco convincente biografía de Evo Morales titulada “Jefazo” del argentino Martín Sivak. Tenemos también a “Todos somos Evo” de dos periodistas cubanos; “Evo Morales, primer presidente indígena de América del Sur” de dos periodistas extranjeras Malú Sierra y Elizabeth Subercaseaux; además de “Tierra Mártir: del Socialismo de David Toro al socialismo de Evo Morales” del boliviano Néstor Taboada Terán, quien, además, esta empeñado en la tarea de reescribir la historia en un libro que piensa titular “La Evomanía es el nuevo fantasma que recorre el mundo”.

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Lo interesante de este asunto es que se quiere introducir algunos de estos textos en la currícula escolar así pretenda negarlo el Ministerio de Educación. La intención es mostrar a Evo Morales como la figura fundacional de Bolivia, como un referente ético, moral y vivencial para todos los estudiantes.

No se trata tan solo de algunos libracos. Recordemos también algunas películas como “Evo Pueblo” y “Cocalero”, que es seguro jamás figurarán, ni como referencia, en una antología del cine, del cine serio, claro esta.

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Obra del pintor boliviano Gastón Ugalde, hecha con la clorofila de la hoja de coca.

Para rematar tenemos a un pintor: Gastón Ugalde, quien siempre se ha solazado arrimándose al poder (hay que recordar que ofició de fotógrafo personal de Goni acompañándole en viajes al exterior en su primera gestión presidencial) y que ahora tiene como principal tarea retocar y mantener en forma permanente las decenas de cuadros hechos con la hoja de coca con la cara de Evo, del Che Guevara, de Simón Bolívar y de otros personajes de la Historia y de la actualidad; obras que el presidente Morales con mucho entusiasmo regala a sus ilustres visitantes.

En suma: la tendencia es la de considerar “racista” cualquier expresión cultural o artística que no este dirigida a elogiar a Evo Morales o a intentar colocarlo como el ombligo del mundo. Estamos a las puertas del “realismo indígena-originario” que es seguro no tendrá a un Gorki o un Maikovski, que destaque.