El exoficial Mario Coímbra aprovechó la falta de vigilancia de una gerencia, dos jefaturas, un administrador y vulneró el sistema informático.
Beni: Vulneración de 5 controles dio lugar a los créditos fantasma
Clientes realizan transacciones en una agencia del Unión. Foto: ArchivoPágina Siete / La PazEl exoficial de microcréditos del Banco Unión Mario Coímbra vulneró en 2013 al menos cinco controles internos para canalizar créditos fantasmas por 9,2 millones de bolivianos de la agencia de la financiera estatal en Beni.Aprovechó por ejemplo la falta de vigilancia del gerente de la sucursal, del jefe de Microcréditos, del jefe de Operaciones, de un administrador de Cartera, y vulneró el área de seguridad lógica (departamento informático).Esta información se desprende del informe de auditoría interna (AIN 128/2013) del 16 de septiembre de 2013.El gerente regional es «responsable del control de las actividades de los oficiales de microcréditos”, mientras que el jefe de Microcréditos «es responsable principal del control en línea de las operaciones microcrediticias”, según el manual de funciones de gerente de sucursal y el manual de funciones jefe de Microcréditos, detalla el informe de auditoría.Estos dos funcionarios tienen el deber de supervisar la colocación y la administración de microcréditos, además de la promoción, evaluación, seguimiento y recuperación de cartera destinada a los microcréditos.En lo que respecta al jefe de Operaciones, debe realizar el «control clave” previo al desembolso del dinero, en tanto que el administrador de Cartera debe supervisar el desembolso de dinero. Después de que el cliente recibe el préstamo en efectivo, el jefe de Microcréditos tiene que realizar un «control en línea ex post”, es decir, un seguimiento.En el caso de Coímbra, su cartera llegaba a 292 créditos por 9,2 millones de bolivianos otorgados a clientes con negocios «ficticios”, cuyas cuentas entraron en mora, pero que el responsable del ilícito ponía en vigencia al cometer el delito de «manipulación informática”.El informe también observa que hubo una desviación del 29% de los Bs 9,2 millones, que contabilizan Bs 2,6 millones.»Dicho funcionario gestionaba el crédito, armaba el file y lo aprobaba. Esta situación, debido a que el perfil asignado en el sistema para este cargo (jefe regional de Microcréditos Banca Productiva) es similar al del jefe regional de Microcréditos Propios, es corroborada por el área de Seguridad Lógica”, especifica el informe emitido en septiembre de 2013.Con la manipulación del perfil de usuario del sistema informático, Coímbra tuvo acceso a varios equipos para realizar las operaciones crediticias, desde la presentación de la carpeta del cliente hasta el acceso electrónico para los desembolsos. «Verificamos que hay ingresos al sistema de dicho usuario (desde el perfil de Coímbra) en equipos ajenos a éste”, indica el informe, que incluye una lista con 21 entradas al sistema en días y fechas en los que el banco estaba cerrado.»En una oportunidad proporcioné mi usuario al Sr. Coímbra Gómez para que realice su ingreso a caja para la cancelación de sus créditos en mora, sorpresivamente se me ha hecho conocer que ha realizado desembolsos con mi usuario en otro equipo y fuera del horario laboral”, se lee en la declaración de una funcionaria afectada por la actividad ilícita del principal implicado en este caso.Situación Legal
-
- Detención Según un reporte de Taxi Noticias del 28 de agosto, Marío Coímbra, natural de Cochabamba, fue recapturado por la Policía y trasladado desde esa ciudad el 18 de ese mes a Trinidad para remitirlo a la cárcel de Mocoví.
- Delitos El 12 de julio de 2013, el Banco Unión presentó denuncia penal contra el exoficial de Créditos, su madre y otras personas. Fue aprehendido en 2016, sin embargo logró fugarse por más de un año. Se lo acusó de estafa, falsificación de documento privado, uso de instrumento falsificado y manipulación informática.
- Investigación Parlamentarios de oposición convocarán a exejecutivos del Unión para que expliquen los créditos fantasma en la entidad.
Con una sola garantía se dio créditos a siete personasEl 4 de abril de 2011, M.R.S. accedió a un crédito del Banco Unión por 210 mil bolivianos, con una tasa de interés de 7,50, pero se beneficiaron con otros préstamos seis empleados más.El oficial de microcrédito que atendió al cliente fue Mario Coimbra.El prestatario presentó como garantía un inmueble urbano ubicado en la capital de Beni, valuado en 37.510 dólares.Su fuente de repago o actividad declarada era la venta de artefactos para el hogar en el mercado Pompeya, de la ciudad de Trinidad, donde trabajaba con seis dependientes.Coimbra le otorgó el crédito al propietario del negocio, pero, además, les dijo a los empleados del prestatario que ellos también podían acceder a un préstamo utilizando la garantía que habría presentado M.R.S.De esa manera, los seis trabajadores solicitaron créditos por separado, con montos que oscilaban desde 27.000 hasta 36.000 bolivianos. «Consideramos que los seis casos de microcréditos (trabajadores de M.R.S.) fueron gestionados de manera irregular y no cuentan con un negocio propio y por ende no tienen capacidad de pago generada por un negocio, por lo que no cumplen lo establecido en el Manual de Microcréditos Propios”, detalla al respecto el informe de auditoría interna (AIN 128/2013) del Banco Unión.Uno de los «clientes” de Coimbra implicado en este caso aseguró que entregó la totalidad del dinero prestado al oficial de microcrédito de la agencia central de Beni, aunque éste nunca llegó a saldar la deuda.Sus «clientes” eran jóvenes de 18 y 24 añosA base de las declaraciones firmadas por los clientes sujetos a entrevista por los auditores del Banco Unión, se sabe que Mario Daniel Coimbra Gómez, en colaboración de su sobrino Carlos Roca y Bryan Deyby Gálvez buscaba clientes en la universidad de Beni y los convencía de dar sus carnets de identidad para pedir un crédito.Los implicados usaban la excusa de que era un «favor” para su negocio o porque sufrían de alguna enfermedad. El dinero desembolsado por concepto del préstamo era entregado a Melvy Gómez (madre de Mario), en tanto que al joven que prestaba su carnet le pagaban una «comisión” de 1.400 bolivianos.En cuanto al rango de edad de los supuestos clientes, Coimbra y sus cómplices buscaban muchachos de entre 18 y 24 años.Además de los universitarios, otra fuente que Coimbra utilizó para captar dueños de negocios «ficticios” fue el Hospital Materno Infantil de Beni.En ese nosocomio trabajaba la madre de Mario Daniel, quien junto a su compañero de labores, Wálter Vaca, convenció a sus conocidos para solicitar un crédito del Banco Unión.Las personas captadas por los dos funcionarios del hospital entregaron sus cédulas de identidad, para que Mario Coimbra Gómez les elabore sus carpetas de clientes y soliciten préstamos a su nombre.Para recibir el dinero, el exoficial de microcréditos declaró que eran transportistas, comerciantes, costureros y vendedores de comida, entre otros oficios.