Ingrid Wichtendahl
“Si tu intención es decir la verdad, la elegancia déjasela al sastre”, recomendaba Einstein. Pues bien, el hecho es que el Gobierno Municipal ha inaugurado el denominado “Paseo de las Flores”, ubicado sobre la que hasta hace poco fuera la calle Paitití. La obra de ladrillo y hormigón consiste en una hilera de locales comerciales adosados a la fachada sur del cementerio sobre el área de vereda y parte de la calzada de la vía pública, la cual ha sido reducida a pasaje peatonal comercial de 10 metros de ancho y más de 300 metros de longitud.
Aparentemente en la Alcaldía ignoran lo que cualquier vecino sabe: es prohibido construir sobre la calle. Precepto jurídico que está determinado en el artículo 85 de la Ley de Municipalidades que establece que las calles, aceras, cordones, etc., “son bienes de dominio público destinados al uso irrestricto por parte de la comunidad” siendo inalienables e imprescriptibles lo que significa que siempre serán de uso público y propiedad de la comunidad. Cabe preguntar ¿los locales comerciales serán de uso irrestricto de la comunidad? Claro que no. Los locales para la venta de flores serán de uso y disfrute privativos de los comerciantes ya sea que paguen alquiler o patente de funcionamiento.
¿Qué dice la Constitución Política del Estado sobre los bienes públicos? En su artículo 339, parágrafo II, señala: “Los bienes de patrimonio del Estado y de las entidades públicas constituyen propiedad del pueblo boliviano, inviolable, inembargable, imprescriptible e inexpropiable; no podrán ser empleados en provecho particular alguno”.
Por si esto no bastara el Código de Urbanismo y Obras establece que toda obra nueva en la zona que nos ocupa debe observar un retiro frontal de cinco metros. Con respecto a la construcción de las vías públicas el artículo 164 señala “los pasajes peatonales no podrán ser mayores de 80 metros de largo”. El Paseo de las Flores mide más de 300 metros de longitud. Además, el artículo 165 señala que “no se permiten lotes con frente a pasillos y calles peatonales”. Significa entonces que el Paseo de las Flores restringe el derecho propietario de los inmuebles ubicados en la vereda sur de la ex calle Paitití. La obra en cuestión aparte de contravenir el orden legal vigente, tampoco condice con los criterios de funcionalidad arquitectónica y urbana.
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En 2007 desde la Oficialía de Planificación posicionamos el paradigma de la obra municipal de excelente diseño arquitectónico y urbanístico. Con esta óptica se elaboró un proyecto para la remodelación del Cementerio General que destinaba la planta alta del edificio administrativo para una galería de venta de flores con acceso directo desde la avenida a través de una rampa. El criterio era devolverle al “campo santo” su imagen sobria y digna que tenía originalmente, a la vez de dar inicio a un programa de recuperación de las veredas de la ciudad para uso del peatón, siendo el Gobierno Municipal quien dé el ejemplo. Obviamente este proyecto, luego nomás, fue desechado y optaron por construir en la calle como si no hubiera otra alternativa, ignorando que la ciencia urbanística brinda múltiples posibilidades. He aquí algunas: a) Expropiar por necesidad y utilidad pública un inmueble sobre la calle Paitití y construir un mercado municipal de flores. b) Organizar, asesorar y apoyar a los comerciantes de flores para que accedan a financiamiento privado que les permita adquirir un inmueble para la venta de flores, a la vez que mejoran su economía. c) Apoyar a los vecinos de la calle Paitití con un proyecto de renovación urbana para mejorar la zona y habilitar locales que alquilen a los comerciantes de flores.
Así las cosas, cabe la reflexión: si la Alcaldía desconoce el orden urbano vigente, ¿cómo podría fiscalizar que la ciudadanía lo cumpla?