¿Alguna vez has pensado que tu pareja ya no tiene interés en besarte?
Besarlo era como sentir en tus labios el cielo descrito en los cuentos de hadas que leías cuando eras pequeña, cuando aún no entendías lo que verdaderamente era el amor.
Tocarlo con la humedad de tu boca era el ritual que esperabas constantemente; la danza eterna de sus lenguas mientras intercambiaban la información que, según la ciencia, se traslada en cada uno de los sutiles toques de los bordes de ese órgano que antes parecía insignificante y que después deseaste usar en cada momento para demostrarle que lo amabas, que lo amabas, que lo amabas y que lo querías con vehemencia, mientras te apretabas hacia su rostro hasta que temblaran tus extremidades.
Creíste que así sería para siempre.
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Pero un sentimiento extraño súbitamente se apoderó de ti. Ahora algo te dice que ya no es igual, que no estás frente a ese mismo individuo en el que marcaste tantas veces tu nombre con la suavidad de tus labios.
Si crees que hay algo mal y ves alguna de las siguientes señales, lo más probable es que todo esté a punto de llegar a su fin. La magia terminará.
Los besos ya no son tan largos
Ya no lo hace tan seguido
La química ha desaparecido
Sientes raro al besarlo. Mientras que antes no podías dejar inhalar su aroma y de disfrutar la suavidad de sus labios cuando su saliva chocaba con la tuya, ahora nada de eso parece provocarte un efecto; la química ha desaparecido. Aunque parezca imposible, existe la probabilidad de que todos esos factores físicos que los atraían simplemente se desvanezcan, disminuyendo el profundo efecto que provocaban en un inicio. Simplemente ya no se siente bien y es tangible.
Sus labios se sienten duros y secos
Ya no toma la iniciativa
Darse cuenta de esto podría entristecernos, pero en realidad es algo bueno. En cierta forma aceptamos que ya no existe un futuro claro para la relación, especialmente por la química, y podemos buscar a alguien con quien seamos más compatibles. Claro que si no queremos que acabe la relación, podemos hablar con nuestra pareja e intentar recuperar esa magia, para dejar de preocuparnos y seguir viviendo aquel amor de cuento de hadas con el que siempre soñamos.
Fuente: Cultura Colectiva