Se precisan medidas que den confianza al sector productivo. Ése es el primer paso en busca del objetivo para lograr el autoabastecimiento.
Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: Otra mujer al poder
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Bajo el Penoco, El Día: Cuando tu madre te mande a comprar…
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Los Tiempos: BRASIL Y ROUSSEFF, OTRA LECCIÓN DEMOCRÁTICA
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El Deber: Nuestra identidad cultural
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Cambio: Las batallas que libra Fidel
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La Prensa: Enfrentar la escasez
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El Diario: Fortalecer la industria para reactivar la economía
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El Mundo: Al muerto
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Opinión: La corrupción en bienes incautados a ?narcos?
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Clarín, Argentina: Barras bravas y factores de poder
El Día: Otra mujer al poder
E l mundo entero ha celebrado la llegada de la primera mujer a la presidencia de Brasil, el país más poderoso de América Latina y la octava economía mundial. El triunfo de Dilma Rousseff es un nuevo aporte a la seguidilla que comenzó la mandataria chilena Michelle Bachelet y que continuaron sus colegas de Argentina, Cristina Fernández y la costarricense, Laura Chinchilla.
En toda la historia del continente, sólo nueve mujeres han ejercido la primera magistratura, aunque sólo seis de ellas accedieron al cargo mediante el voto directo. La lista incluye a la boliviana Lidia Gueiler Tejada, que llegó al Palacio en forma interina y a la pionera de todas, Isabel Martínez, que lo hizo tras la muerte de su esposo Juan Domingo Perón.
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Además de aspectos incidentales como los mencionados, también ha sido gravitante para el acceso al poder de las mandatarias, la figura de hombres muy cercanos a ellas que han actuado como catapultas, lo que puede demostrar que la clase política de la región aún es reticente a ceder espacios a las damas y cuando lo hacen es a sabiendas que será otro el que llevará el timón. Una de las excepciones más notables es obviamente, la de Michelle Bachelet y la de su colega Chinchilla, de amplísima trayectoria en el liderazgo y cuyo ascenso no requirió el padrinazgo de nadie.
De cualquier forma, si bien las élites machistas se portan desconfiadas con las mujeres, han sido los electores de Chile, de Argentina o de Brasil los que ha depositado su confianza en ellas, la misma que fue honrada con creces en el caso chileno y que está por ponerse a prueba con Cristina Fernández y Dilma Rousseff. Ha querido el destino que estas dos líderes empiecen casi al mismo tiempo un desa-fío importante. Cristina ha perdido a su esposo y también al hombre que gobernaba el país a su nombre. Dilma tendrá que mostrarle a los brasileños que es capaz de mantener el legado de su padrino político, Lula da Silva, sin hacer el papel de marioneta, como ha estado sucediendo durante la prolongada campaña electoral.
El ascenso de las mujeres en la política es una decisión que ha tomado la gente, que ha llegado a la conclusión que sin ellas se estaba desperdiciando un aporte enorme a la democracia. Queda pendiente la necesidad no sólo de incrementar esa participación, sino de dignificarla y eso sólo se conseguirá abandonando por completo los patrones y las actitudes de las élites tradicionales que siempre han manejado los asuntos del poder de forma oscura y poco democrática. Justamente el éxito de Michelle Bachelet viene acompañado de todo un marco institucional que la respalda, muy alejada de las ambiciones dinásticas que rodean a Cristina Kirchner, que desdibujan el papel de la mujer y que habla muy mal de la forma cómo entiende ella la democracia.
En Bolivia no estamos mejor. El Gobierno de Evo Morales le ha dado más espacios a la mujer pero no los ha dignificado. Fue una mujer la presidenta de la Asamblea Constituyente y vaya papel vergonzoso el que ha tenido que jugar, por el manoseo de su misma gente. Hoy se habla flores de Ana María Romero, pero habría que referirse al trato que recibió del partido gobernante. Nombrar de ministra a una mujer que no está preparada para el cargo es simplemente apelar al aspecto decorativo y para nada constituye un avance. El debate está abierto y tienen que ser las mujeres las principales impulsoras.
El ascenso de las mujeres en la política es una decisión que tomó la gente. Sin ellas se estaba desperdiciando un aporte enorme a la democracia.
Bajo el Penoco, El Día: Cuando tu madre te mande a comprar…
El ministro de Hacienda, Luis Arce, quien recientemente comentó que ni su madre le cree cuando habla de precios, acaba de afirmar que todo ha bajado en los mercados y que no hay nada de qué preocuparse porque la inflación anual no va a sobrepasar del 4,5%. Algunos creen que la única forma de conseguirlo sería incluyendo avionetas, Hummers y pasajes a Cancún en la canasta básica porque los televisores plasma y las portátiles ya no alcanzan para equilibrar el índice de precios que calcula el INE. Habrá que creerle al ministro Arce y como ya se acerca la fiesta de “promo” de este Penoco buricero, ha surgido la propuesta de nombrar tesorero al ministro y mandarlo al mercado a hacer las compras para el churrasco. La idea es darle la “pollita” para que compre al precio que él cree que están la carne, el arroz y demás cosas y disfrutar de un junte de dimensiones bacanales. Estos ex compañeros, que son más cargosos que collar de sandía, están medio desconfiados. No vaya a ser que don Arce llegue con carne de soya, como hacen los almacenes de Emapa donde obligan a comprar mezcladito.
Los Tiempos: BRASIL Y ROUSSEFF, OTRA LECCIÓN DEMOCRÁTICA
Brasil, como Chile y Uruguay, confirma que la renuncia a toda forma de dogmatismo es el mejor camino para avanzar hacia un futuro mejor
El voto de confianza que una amplia mayoría del pueblo brasileño dio el pasado domingo a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) Dilma Rousseff ha vuelto a marcar un importante hito en el escenario político latinoamericano. Es que Dilma Rousseff por su historia personal, la del partido del que fue candidata y la de su propio país se constituye en todo un símbolo de la manera como un pueblo puede reconciliarse con su propio pasado, superar las divergencias de su presente y proyectarse al porvenir unido por la esperanza en un futuro mejor.
En lo personal, la historia de vida de Rousseff es representativa de una generación de jóvenes que en los años 60 y 70 del siglo pasado dedicaron sus vidas -y en muchos sus muertes- a unos ideales que tenían en la instauración del socialismo en el continente el objetivo a alcanzar y en la lucha armada el medio para hacerlo. Fue parte de una generación que estaba dispuesta a morir -y también a matar- por sus convicciones.
Hija de un miembro del Partido Comunista de Bulgaria, Rousseff militó desde muy joven en la Organización Revolucionaria Marxista Política Obrera (Polop), una de las más radicales facciones de la izquierda brasileña. Posteriormente ingresó al Comando de Liberación Nacional (Colina) sobre cuya base fundó la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (VAR-Palmares), organización subversiva cuyo comando nacional llegó a integrar. Participó en la planificación y ejecución de secuestros, asaltos y otras prácticas propias de las guerrillas urbanas de aquellos tiempos, a raíz de lo cual fue detenida, torturada y recluida durante dos años y medio en pésimas condiciones.
Con esos antecedentes, no le fue fácil a Rousseff dar los pasos que la llevaron a incorporarse años después a través del Partido de los Trabajadores a un proyecto político mucho más moderado. Por eso, a su historia personal se suma la de muchos hombres y mujeres de su generación que abandonando sus radicalismos juveniles optaron por la legalidad democrática como la vía más expedita para alcanzar sus ideales de justicia y equidad.
Pero tan importante como los dos elementos señalados es que en la elección de Dilma Rousseff se manifiesta la decisión de todo un país de encarar su futuro alejándose de los dogmatismos, los fanatismos, las intolerancias, resentimientos e inclinaciones totalitarias que durante décadas inspiraron a las izquierdas y derechas, a revolucionarios y conservadores, lo que sólo sirvió para regar de sangre y lágrimas nuestro continente durante tres fatídicas décadas.
Así, con la elección de Rousseff, Brasil ratifica su decisión de seguir por el mismo camino que Chile -que tras dos décadas de Gobiernos socialistas transfirió hace poco sin traumas de ningún tipo el mando a un partido de derecha- y Uruguay -que también bajo la conducción de antiguos militantes de la izquierda radical no deja de sumar éxitos políticos y económicos-. Los tres confirman que el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, el respeto a los valores básicos de la libertad y el renunciamiento a toda forma de dogmatismo son los elementos con los que se puede construir un futuro mejor.
El Deber: Nuestra identidad cultural
En medio de duras peripecias, víctimas de un malévolo y hasta premeditado olvido, en la inmensidad de nuestras cálidas y feraces pampas-montes, adquirimos, pese a la pobreza de nuestros recursos, una cierta identidad cultural. La adquirimos, la practicamos religiosamente y en lo posible, siempre sin desnaturalizarla, la pulimos y con puntual religiosidad la fuimos transmitiendo de generación en generación, hasta nuestros días y tal vez hasta mucho más allá.
Coincidiendo con nuestra llana manera de ser, esa identidad cultural que es tema de hoy, siendo natural, profunda y sincera, careció de relumbrones, de sonajas estridentes y de costosos artificios. Católicos profesantes y con ostensible profundidad, muchas, si no todas, de las ceremonias de nuestra identidad cultural, tenían como central motivación la glorificación de Cristo Redentor y de su Corte Celestial. Motivados espiritualmente, la identidad cultural de nosotros, gente, no requería de artificios para trascender. Y así se la fue transmitiendo de un siglo al otro hasta hoy.
Aunque esa identidad cultural se mantiene, no se puede negar que en determinados ámbitos aparece muy seriamente acechada. Al haber alcanzado nuestra grigotana llanura un liderazgo nacional, abierta sin discriminaciones a los connacionales de otras regiones del país y a extranjeros de diversa procedencia, mucho se ha hecho y se sigue haciendo por introducir en nuestra cotidianidad manifestaciones que poco, o más bien nada, tienen que ver con nuestra vieja identidad cultural, consagrada hace muchas lunas.
Y no es, desde luego, que nos incomode que, por decir algo, aquí se celebre la festividad gringa del “Jalowin” (escrito aquí según lo pronunciamos) y que según parece cuenta ya entre nosotros, auténticos y allegados, con seguidores que van en aumento constante.
Y lo propio ocurre con bailes y danzas de la altiplanicie que regularmente y con frecuencia más bien copan nuestras calles, avenidas y plazas, refundiendo a terceros patios los carnavales o los taquiraris autóctonos, con su música y coreografía, pese a todo lo que tienen de apasionantes y alentadores, además de poéticos.
Lo grave del problema no radica tanto en el avasallamiento de que es objeto nuestra propia identidad cultural. La parte sensible se presenta del lado de no pocos, infelizmente, de cruceños de ley que hacen coro o se suman a las manifestaciones foráneas, del interior y exterior del país, renegando abiertamente de lo autóctono, de lo nuestro eminentemente.
Venga de donde venga, bienvenida toda buena manifestación humana. Pero que a su influjo no se decolore o desnaturalice nuestro cruceñismo, porque corre el riesgo de convertirse en suerte de penosa e inaceptable hibridez cultural.
Cambio: Las batallas que libra Fidel
La Embajada de Cuba en La Paz ha hecho entrega ayer de la reciente obra del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba, La Contraofensiva Estratégica, que recoge, desde la acción militar del autor, los últimos tres meses previos a la victoria definitiva sobre la dictadura de Fulgencio Batista (enero de 1959). Apenas en agosto se había entregado, en similar acto, la primera parte de la monumental obra del Comandante, La Victoria Estratégica. Van dos tomos de lo que con toda seguridad ya es parte de la historia profunda de la revolución cubana, de sus enseñanzas en el campo militar y político. Se ha producido una amplia literatura sobre la heroicidad del pueblo cubano en las diferentes etapas de la Revolución. Una Revolución marcada por la lucha sostenida y consecuente contra el bloqueo criminal que impuso Estados Unidos y que mantiene por más de cincuenta años.
Las batallas que ha librado y que libra Cuba tuvo y tiene en su pueblo al protagonista esencial, y el comandante Fidel se erige hoy como un referente indiscutible del pensamiento revolucionario moderno. La Contraofensiva Estratégica muestra precisamente aquello. Un pueblo con su vanguardia revolucionaria decidido a terminar con la tiranía en uno de los terrenos decisivos de la confrontación y la lucha de clases, esto es, el campo militar. Hoy los pueblos han despertado y han logrado conquistar el poder y abrir procesos de cambio por la vía pacífica y democrática, como en Bolivia.
En cada de una de las páginas se advierten precisamente aquellas lecciones de creatividad e inteligencia, pero además de gran capacidad ideológica para construir y conducir al Ejército Rebelde frente a unas fuerzas armadas adiestradas para someter al pueblo a favor de pequeños grupos oligárquicos, pero además armados por los Estados Unidos, para "velar sus intereses", como siempre lo hizo el imperio.
La lucha del Ejército Rebelde tuvo por cierto su antecedente mayor en lo que fue el asalto al Cuartel Moncada, algo así como una prueba de fuego, un ensayo general de lo que vendría más adelante en la confrontación total y definitiva contra el gobierno títere de los Estados Unidos. Hoy, el heroísmo de Cuba se expresa en su dignidad y entereza frente al bloqueo criminal, el chantaje y la violación de los derechos humanos, como la de los cinco hermanos cubanos antiterroristas que están injustamente presos en cárceles estadounidenses. La prepotencia de EEUU ha no cesado; pese a que los países y pueblos del mundo respaldan a Cuba, la agresión continúa.
A propósito, el presidente Evo Morales Ayma recordó ayer en el Palacio de Gobierno las reiteradas condenas de las Naciones Unidas al bloqueo norteamericano contra Cuba. El retorno de la Isla caribeña al seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue una muestra de soberanía de los pueblos que también subrayó el presidente Morales. Recordó que en ocasión de leer las causas de la expulsión de Cuba del organismo él también se declaró, de manera pública, marxista leninista. Es más, en un gesto de reconocimiento a la lucha del pueblo cubano y a la Revolución cubana, se animó a proponer que hoy el Secretario General de la ONU sea el comandante Fidel Castro. Nada más justo, ni nada más digno para aquel organismo mundial que ha demostrado ineficacia para hacer cumplir sus propias resoluciones, no sólo respecto del bloqueo inhumano contra la pequeña isla, sino contra agresiones contra otros pueblos que sufren similar genocidio, como el pueblo palestino. Algún momento llegará la hora de que la humanidad entera juzgue a las potencias mundiales que hoy manipulan a su antojo a la ONU.
Aquel es uno de los frentes de batalla que hoy libran Fidel y la Revolución. Allí se libran jornadas decisivas en defensa de la humanidad y del Planeta contra el cambio climático y por el cumplimiento de compromisos para reducir la emanación de gases contaminantes por parte de las potencias industriales. Ningún sacrificio habrá servido de algo si no se logra preservar la vida en el planeta, si no se cambia no sólo el clima, sino el mismo sistema capitalista irracional.
Pero si alguna de las batallas es también digna de destacar en el caso del comandante Fidel, ésta es la que él libró de manera personal por su vida. Ayudado por la ciencia médica cubana, el comandante triunfó una y otra vez por su vida. Quizás aquel instinto de supervivencia desarrollado en las múltiples batallas en la Sierra Maestra le ayudó a sortear una enfermedad que todos la daban por perdida incluso antes de hacerle frente. He ahí otra lección de vida del Comandante.
La Contraofensiva Estratégica desemboca en el triunfo revolucionario y el ingreso victorioso del Ejército Rebelde a Santiago de Cuba. Las páginas escritas por Fidel muestran reveladoras "cartas, sentimientos, opiniones, tácticas y estrategias; quien narra sus recuerdos como en un diario es el propio Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz", se lee en la solapa del libro.
Agrega: "La guerrilla libra combates memorables en torno a las ciudades y poblaciones hasta triunfar, el 1 de enero de 1959, para cambiarle el destino a Cuba y cumplir los sueños de independencia y justicia anhelados en cien años de lucha".
Tras el triunfo de la contraofensiva y el ingreso a Santiago de Cuba, Fidel apunta: "La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros… Podemos decir con júbilo que en los cuatro siglos de fundada nuestra nación, por primera vez seremos enteramente libres".
‘La Contraofensiva Estratégica’ desemboca en el triunfo revolucionario y el ingreso victorioso del Ejército Rebelde a Santiago de Cuba. Las páginas escritas por Fidel muestran reveladoras "cartas, sentimientos…
La Prensa: Enfrentar la escasez
Se precisan medidas que den confianza al sector productivo. Ése es el primer paso en busca del objetivo para lograr el autoabastecimiento.
La ola inflacionaria que ha comenzado en el país ha tomado por sorpresa a los bolivianos, que habían comenzado a aceptar como verdad absoluta los mensajes del Gobierno central de que todo estaba bajo control y que los precios no podían subir.
En efecto, las acciones gubernamentales referidas a los precios han estado dirigidas a mantenerlos sin variación incluso aplicando políticas que afectaban al sector productivo, como la prohibición de las exportaciones.
Ahora los precios se han disparado y lo más conveniente sería enfrentar esta situación admitiendo que el sector productivo está atravesando por una crisis, que es preciso encarar con realismo.
Esta vez, las autoridades no han cometido el error que cometieron en los dos últimos años, de prohibir exportaciones. Es probable que hayan entendido que esa medida no sirve para lograr el objetivo que se busca y que ?peor todavía? termina desalentando a los productores para el futuro.
La crisis de ahora se presenta, casualmente, en el sector productivo que fue el último en sufrir la prohibición de las exportaciones: el azucarero. Como lección, parece muy clara. Y el Gobierno parece haberla aprendido.
Expertos internacionales dicen respecto del azúcar que hay una tendencia a un incremento jamás visto en el consumo, que llegaría a 50% en los próximos 20 años. Lo que recomiendan es que los precios del producto se mantengan en niveles capaces de alentar a las empresas a aumentar la producción en un ritmo similar al del consumo.
El Gobierno nacional anuncia iniciativas para que la producción de azúcar llegue hasta el norte de La Paz, con la esperanza de que la producción nacional aumente y Bolivia vuelva a tener excedentes para la exportación.
También será preciso tomar algunas medidas dirigidas a dar confianza a los productores. Los empresarios aseguran que en el país no hay las seguridades jurídicas suficientes para el desenvolvimiento normal de las actividades económicas. Dar confianza al sector productivo es el primer paso hacia el objetivo de lograr el ansiado autoabastecimiento.
Las empresas estatales podrán hacer todos los esfuerzos de publicidad, pero se ha visto en los últimos días que no cuentan con la infraestructura y la logística para cubrir el mercado nacional.
En estas páginas se mencionó la necesidad de que el Estado se ocupe de cuidar las fronteras, a fin de que los cupos destinados al mercado interno no salgan de contrabando. También será preciso que el Estado mire con amplitud todo el panorama del enorme desafío de la producción. Que observe el tema del normal aprovisionamiento de combustibles, del funcionamiento de las carreteras y de la política de créditos.
Pero sobre todo será preciso que se resuelvan los temas de la confianza. No es muy alentador para un productor escuchar todos los días que el capitalismo es el enemigo de la humanidad y que las empresas estatales reemplazarán a las privadas en todos los sectores de la economía.
El sector productivo de nuestro país está afectado y haría falta una muy diferente actitud del Gobierno nacional para devolverle la confianza.
El Diario: Fortalecer la industria para reactivar la economía
Entre las muchas medidas que las autoridades gubernamentales deben adoptar con miras a combatir la crisis, está el fortalecimiento de la industria existente en el país: un sector de la economía que en los últimos años se ha visto paralizado y, en casos, cerrada. El contrabando, el cierre de canales de exportación, la falta de garantías para la producción y otros factores han determinado que la industria grande (si la hubo alguna vez en Bolivia), la mediana y la pequeña se vean constreñidas, obligadas a disminuir su producción y a actuar con mucho tacto en espera de nuevas condiciones.
La industria nacional precisa no sólo de apoyo financiero sino de renovación de su tecnología e incremento de capital de operación al margen de reglas claras y un cumplimiento estricto de las leyes laborales (Ley General del Trabajo) para un trabajo eficaz, eficiente, productivo y responsable. Estas condiciones es preciso reponerlas o crearlas con miras a que sean factor decisivo para reactivar la economía nacional.
Los países del Primer Mundo -rico y desarrollado- han crecido y alcanzado altos índices de producción y rentabilidad, debido al soporte legal, financiero y social que han recibido sus industriales; a la seguridad que se les dio para ocupar el mercado nacional y para sus exportaciones; se ha creado incentivos que ayuden a mejorar la producción y la productividad. Al margen de ello, y en concordancia con los mismos empresarios y sindicatos, se ha mejorado las condiciones de trabajo e ingresos financieros para los trabajadores; en otras palabras, el crecimiento y fortalecimiento empresarial ha dado lugar a grandes mejoras en el campo social.
Nuestra condición de país dependiente ha determinado que casi siempre estemos pendientes de lo que se hace, cómo se hace y cuánto se hace en el exterior; casi nunca hemos tomado conciencia de nuestra propia situación y la mayoría de nuestra industria ha sido incipiente porque nunca se presentaron los desafíos para crecer y mejorar, especialmente por el descuido y la indiferencia que han demostrado muchos gobiernos. Las políticas del “dejar hacer y dejar pasar” han sido decisivas para que nuestra industria sea débil y, conforme a las condiciones económicas y sociales, prefiera el camino del cierre, dejando sin empleo a miles de trabajadores. Hay casos de empresas que han emigrado -con capital y maquinaria- a otros países donde, lógicamente, deben cumplir con leyes impositivas, reglas muy estrictas y compromisos sociales ineludibles. Por supuesto, cuentan con mercados asegurados y condiciones propicias para las exportaciones.
El cierre de muchas empresas en el país ha implicado también que mano de obra calificada y profesional haya tenido que emigrar a otros países porque no hubo forma de suplir las fuentes de empleo que tenía anteriormente. Esto implica que el país ha formado a profesionales y técnicos medios para beneficio de otros países; hoy, lamentablemente, continúan estas políticas por la carencia de empleo y porque las perspectivas de solución a futuro se muestran muy débiles.
Es, pues, el Gobierno el que debe tomar conciencia de estas realidades y actuar rápida y enérgicamente adoptando las mejores medidas, especialmente las que impliquen atracción de inversiones de capital y tecnología sin descartar capital humano que, para algunos rubros, se necesitará con miras a una diversificación de nuestra economía; en otras palabras, de lo que se haga en este tiempo dependerá el futuro.
El Mundo: Al muerto
Dentro del quehacer general se escucha con frecuencia que cuando las cosas no son claras o resultan comprometedoras, es mejor echarle la culpa al muerto, a fin de evitar consecuencias por alguna irregularidad cometida. Algo así sucede con el tema de la desaparición de los restos del líder político socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, quien fue sacado herido de la sede de la Central Obrera Boliviana, cuando se produjo el golpe de estado del Gral. Luis García Meza.
Resulta que como consecuencia de las últimas declaraciones del ex ministro del Interior, Luis Arce Gómez que se encuentra recluido en la cárcel Chonchocoro, se ha mencionado al Gral. Hugo Banzer como el responsable de la desaparición de los restos del mencionado líder.
Si bien podría considerarse como una razón el hecho de que Marcelo Quiroga hubiera estado llevando adelante un juicio de responsabilidades contra el ex dictador, en el seno del Parlamento, en el cual se hacían acusaciones muy serias; en el momento del golpe que mencionamos, él se encontraba al margen de las labores activas de las Fuerzas Armadas y difícilmente hubiera asumido una responsabilidad de esa magnitud.
Expresar el deseo de llevarse el cuerpo de un adversario político, para enterrarlo clandestinamente en su propiedad personal, resultaría un exceso innecesario para un a personaje que estaba empeñado en limpiar su imagen y que al final lo consiguió, por lo menos en forma parcial, cuando finalmente fue elegido presidente constitucional.
Por otra parte, el ex ministro Arce Gómez dio innumerables muestras de su capacidad para concebir ideas truculentas, no sólo para liberarse de culpa sino también para amedrentar a las personas, cuando se encontraba en el ejercicio de poder arrebatado a la ciudadanía.
El tema de los desaparecidos ha sido repetidamente tocado, desde el momento en que el país logró establecer un proceso democrático y fue postergado en forma sistemática, por un aparente celo de los representantes de las Fuerzas Armadas, en especial de aquellos que manejaban información reservada y todavía no sabemos en qué medida ésta ha podido ser puesta en evidencia, para conocimiento de los investigadores.
Es muy posible también que con los cambios que se han operado dentro del seno de las Fuerzas Armadas, cuando fueron aislados todos los jefes de alta graduación, para colocar en su lugar a personas funcionales al actual gobierno; mucha de esa información podría haber sido puesta a buen recaudo y resulte ahora más difícil de lo que se cree, poner en evidencia las circunstancias de la desaparición de Quiroga Santa Cruz y todas las otras personas desaparecidas en ese momento crítico de la vida nacional.
Lo que sí nos parece poco claro y merece una investigación más profunda, es el haberle echado la culpa al muerto, con el fin de echar más sombras sobre el tema y evitar profundizar las investigaciones, ya que quien estaría en posesión de la información que se necesita ha dejado de estar entre nosotros, hace bastante tiempo.
Resulta por otra parte interesante mencionar la forma en que el ex ministro Arce Gómez maneja la información relacionada con sus actividades en el ejercicio del poder, ya que inclusive ha intentado negociar algunas revelaciones, a cambio de una disminución de la pena que le corresponde cumplir que si se toma en cuenta el contenido de la sentencia, es de 30 años de cárcel sin la posibilidad de indulto que podría ser la salida que el reo ha propuesto.
Ojala que las personas que se encuentran a cargo de la investigación continúen en la búsqueda de resultados confiables, en lugar de aceptar la idea de echarle la culpa al muerto.
Opinión: La corrupción en bienes incautados a ?narcos?
La intervención dispuesta a mediados de la pasada semana por el Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción a las oficinas de la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi), abre la posibilidad de que de una vez por todas y después de tantos años de funcionamiento de estas reparticiones se ponga orden y se destierre la corrupción.
Las reparticiones de Dircabi fueron creadas dentro de la lucha contra el narcotráfico y bajo objetivos de procedimientos penales, puesto que los bienes incautados al narcotráfico al amparo de la Ley 1008 deben ser incautados previo el proceso y la sentencia ejecutoriada. Lo que ha ocurrido es que los bienes cuantiosos, entre otras cosas, de los narcotraficantes, como casas y vehículos han sido administrados de la manera más discrecional, donde el latrocinio de parte de los funcionarios encargados se ha convertido en una especie de práctica corriente
e institucionalizada. No ha habido Gobierno que ponga coto a esta situación que se ha extendido hasta el presente.
Por esto mismo, la decisión reciente del Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción puede ser el inicio de una acción que reorganice el funcionamiento de Dircabi, y que investigue la corrupción que, incluso, tendría ramificaciones en otras reparticiones públicas como la Alcaldía y Derechos Reales, una especie de banda organizada que planificaba y ejecutaba la venta de vehículos e inmuebles, para lo cual contaba con funcionarios que seguramente comprometían documentos y valores, para legalizar las operaciones. De tal modo, que las investigaciones deben ampliarse en las oficinas respectivas de las instituciones nombradas.
A principios de año, un operativo del Ministerio de Transparencia constató que al menos 1.000 vehículos incautados habían sido convertidos en chatarra luego de ser desmantelados y se encontraban en las postas de Dircabi e involucraba a un inspector de la institución. Cabe hacer notar que un informe de la Fiscal de Sustancias Controladas había verificado que el 99% de estos vehículos incautados se encontraban en perfectas condiciones a tiempo de entregarlos a Bienes Incautados.
En el proceso de luchar contra el narcotráfico, la incautación de bienes representa un componente importante, porque la norma legal con toda su severidad, busca que los bienes de los narcotraficantes sean retenidos por todo el tiempo que dure el proceso. Es cierto que la demora en las instancias judiciales puede determinar el deterioro de los vehículos, pero lo que se ha evidenciado, antes y ahora, es que autos, camionetas y camiones, han sido desarmados hasta sus últimas piezas para luego ser comercializadas.
El daño económico al Estado es cuantioso y se ha repetido de forma sistemática durante los anteriores gobiernos y en las recientes gestiones. Lo que más llama la atención ahora es que la corrupción en las oficinas de Dircabi tiene ramificaciones en instituciones públicas que tienen que ver con los bienes ciudadanos y el registro, lo que daría que pensar, como se ha dicho, sobre la conformación de una red delictiva organizada.
Si por un lado existe un daño económico, por otro, la corrupción en esta instancia infringe un duro golpe a la lucha contra el narcotráfico y a los mismos procedimientos penales que, en última instancia, definen una función social de estos bienes, una vez que deben ser rematados a la conclusión del proceso. La limpieza en Dircabi y en las oficinas implicadas en la corrupción tiene que ser efectiva.
Clarín, Argentina: Barras bravas y factores de poder
La violencia de las barras brava es la manifestación más visible de una sub cultura que se ha ido conformando alrededor del fútbol, los gremios, la política. La historia personal de los acusados del crimen de Mariano Ferreyra vincula barras bravas de distintos clubes con gremios como la Unión Ferroviaria y muestra el uso de patotas con los fines más diversos. Es evidente que las barras bravas se han convertido en grupos de choque que se mueven con impunidad, que desarrollan actividades de todo tipo en el espacio público y que resultan funcionales a requerimientos de dirigentes de diferentes ámbitos, sea para enfrentar hinchadas de otros clubes, para eliminar disidencias internas en sindicatos o para incidir en actividades políticas. Cabe recordar que el Gobierno ha promovido la formación de una organización de barras explícitamente aliadas al kirchnerismo, algunos de cuyos miembros fueron llevados incluso al Mundial de Fútbol.
En este deporte, las barras bravas persisten por la complicidad de dirigentes de clubes y por la por lo menos pasiva actitud política y policial. Así se suceden los enfrentamientos y sólo en la última fecha disputada hubo dos heridos de bala en las inmediaciones de la cancha de Huracán y un choque violento entre la hinchada de ese club y la de San Lorenzo.
Por otro lado, la xenofobia es cada vez más marcada entre las barras bravas. La violencia es básicamente física, pero también simbólica, ya que se desacredita al diferente, que se convierte en un adversario a eliminar.
En las raíces de esta sub cultura está presente una trama de negocios y prebendas que engloba instituciones deportivas -y esto provoca un creciente clima de violencia en el ámbito del fútbol-, gremiales y políticas -y esto hace que se use la violencia para preservar o conquistar posiciones de poder. Esta realidad sólo se revertirá a partir de decisiones políticas y con una estrategia firme que le brinde mayor transparencia a esos ámbitos y que impida la conformación y uso de estos grupos de violencia al servicio de diferentes formas de poder.
La historia de los barras indagados a partir del crimen de Ferreyra muestra que son grupos de choque al servicio de diferentes formas de poder, lo que explica su impunidad.