La reina Victoria y Abdul: la verdad sobre una relación escandalosa


Durante años la familia real británica ocultó la historia que adapta la película protagonizada por Judi Dench y Ali Fazal

Imagen de la película

La relación entre la reina Victoria y su joven y atractivo asistente Abdul Karim fue considerada tan controvertida y escandalosa por los miembros de su familia que, tras la muerte de la monarca en 1901, lo borraron de la historia real. Según el diario The Telegraph, el hijo de Victoria, Edward, exigió inmediatamente que se quemase cualquier carta enviada entre los dos que se encontrase en las dependencias reales.

La familia desalojó a Karim de la casa que le había dado la reina y le deportó de vuelta a la India. La hija de Victoria, Beatrice, borró toda referencia a Karim de los diarios de la reina. Todo un esfuerzo minucioso dada la relación de más de una década de Victoria con Karim, a quien consideraba su confidente más cercano. La erradicación de Karim por parte de la familia real fue tan concienzuda que pasarían 100 años hasta que una periodista con ojos de lince se percató de una extraña pista dejada en al casa de verano de Victoria y su consecuente investigación condujo al descubrimiento de la relación de Victoria con Karim. Pero ¿por qué fue la relación tan polémica, más allá de la curiosidad interclasista de la reina de Inglaterra confiando en un sirviente, que mereció censura completa?

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Según los historiadores, la familia de Victoria y el personal mostraban prejuicios raciales y sociales, que se agravaron con los celos a medida que Victoria se acercaba más a Karim y le permitía privilegios como viajar con ella por Europa, concedía títulos y honores, daba asientos de primera en óperas y banquetes, un carruaje privado y regalos personales. La reina agasajaba a los miembros de la familia de Karim, ayudó a su padre a conseguir una pensión y logró que la prensa local escribiese sobre él. Victoria también encargó varios retratos de Karim, que serían la clave para descubrir la intensidad de su relación.

Karim fue el único sirviente en ascender al círculo de personas más allegadas de la reina desde la muerte de su confidente escocés John Brown, quien ayudó a llenar un vacío en la vida de Victoria tras la muerte de su amado marido, Albert. Judi Dench también encarnó a Victoria en la adaptación cinematográfica de esa relación de la que hablaban las malas lenguas en palacio, Mrs. Brownllamada así por el sobrenombre que los empleados de la reina le pusieron a sus espaldas. Aunque los miembros de la Corte no aprobaban la relación de Brown con la reina, consideraban la amistad de Karim mucho peor.De acuerdo con la historiadora Carolly Erickson en La vida privada de la reina Victoria, «Poner a un indio de piel oscura muy cerca del nivel de los sirvientes blancos de la reina era casi intolerable, que comiese en la misma mesa que ellos, que participase en sus vidas cotidianas era visto como un ultraje».¿Se enteró Victoria de la hostilidad racista que remolineaba en su palacio? Seguro que sí. Su asistente y secretario privado Fritz Ponsonby concluyó una carta, que protestaba contra el estatus favorecido de Karim, resumiendo la valoración de Victoria del resentimiento en palacio: «la reina dice que es prejuicio racial y que estamos celosos del pobre Munshi».

¿Cómo se conocieron?

Según Shrabani Basu, la periodista que descubrió esta amistad tras una visita a la casa de verano de la reina en 2003 y escribió sobre ello en su libro Victoria & Abdul: The True Story of the Queen’s Closest Confidant, la reina expresó interés en los territorios indios antes de su 50 aniversario en 1887, y pedía expresamente personal indio para ayudar a servir el banquete a los jefes de Estado. Como tal, Karim, el hijo de un asistente de un hospital que vivía en la ciudad de Agra, en el norte de la India, fue uno de los dos sirvientes elegidos y presentados a Victoria como «regalo de la India» por su jubileo de oro (50 años de reinado). Karim, que se unió a Victoria cuatro años después de la muerte de su amado Brown, rápidamente se puso a trabajar para la monarca que ya tenía casi 80 años de edad. Victoria escribió que su primera impresión del apuesto Karim fue que él era «alto y con un magnífico semblante serio».

¿Qué los unió?

En la casa de verano de Victoria en la isla de Wight, poco después del jubileo de oro, Karim impresionó a la monarca cocinándole pollo al curry con dal y pilaf. Según el biógrafo de Victoria A. N. Wilson, a la reina le gustó tanto el plato que lo incorporó a su menú habitual. Como ella se interesó más por la cultura, le pidió a Karim que le enseñase urdu, entonces conocido como hindustaní. «Estoy aprendiendo unas cuantas palabras de hindustaní para hablar con mis sirvientes», escribió Victoria en sus diarios. «Es de gran interés para mí, tanto por el lenguaje como por la gente». Para comunicarse mejor con Karim, insistió para que él duplicase las lecciones de inglés que tomaba hasta que los dos fuesen capaces de comunicarse directamente. Aunque él había sido contratado como sirviente, pronto Victoria le promocionó a «Munshi y escribano indio de la reina emperatriz» con un salario mensual de 12 libras. Después le promocionó a secretario altamente condecorado.En cuanto a qué le vio la reina a Karim, más allá de su procedencia, Basu dijo a The Telegraph, «él le hablaba como a un ser humano y no como a la reina. Todos los demás mantenían la distancia con ella, incluso sus propios hijos y este joven indio vino con inocencia. Le habló sobre la India, su familia y estaba allí para escucharla cuando se quejaba de su propia familia».»Le tengo mucho cariño», escribió Victoria. «Es tan bueno y dulce y comprensivo… y es un gran consuelo para mí».

¿Cómo de unidos estaban?

«En cartas a él sobre los años entre su llegada al Reino Unido y la muerte de la reina en 1901, esta firmó tres cartas para él como ‘tu madre que te quiere’ y ‘tu amiga más íntima», Basu declaró a la BBC en 2011. «En algunas ocasiones, ella incluso se despedía en sus cartas con un aluvión de besos, algo muy inusual en aquella época. Era sin duda una relación apasionada, que creo que funcionaba en muchas capas distintas además de los lazos madre e hijo entre un hombre joven indio y una mujer que, en aquella época, pasaba de los 60 años».Aunque Victoria y Karim pasaron una noche solos en Glassat Shiel, la remota casita en Escocia que la reina había compartido con John Brown, Basu no cree que los dos, con una diferencia de edad de décadas, tuviesen una relación física. «Cuando murió el príncipe Alberto, es sabido que Victoria dijo que él había sido su marido, amigo íntimo, padre y madre», escribió Basu. «Creo que es probable que Abdul desempeñase un papel similar».Los descendientes de Karim, tras leer el diario, piensan, del mismo modo, que la relación fue platónica y maternal en el mejor de los casos. En 2010, Javed Mahmook, bisnieto de Abdul, afirmó que ellos habían tenido «una relación de madre e hijo. Ella se convirtió en una indiófila en parte debido a su cariño hacia él. Pero el prejuicio de su familia se dejó sentir en los empleados de Victoria».

¿Qué tipo de privilegios especiales consiguió él?

Se le permitió llevar una espada y lucir medallas en la Corte y traer a miembros de su familia desde la India a Inglaterra. «El padre del señor Karim, incluso, fue la primera persona en fumar una cachimba [pipa de agua] en el castillo de Windsor, a pesar de la aversión de la reina al tabaco», afirmó Basu.

¿Él se casó alguna vez?

Karim se casó y Victoria trató a su mujer igual de favorablemente. Después de que Karim expresase su deseo de regresar a Agra para estar con su mujer, Victoria invitó a la mujer de Karim a reunirse con él en Inglaterra. Les proporcionó hogares en las principales propiedades reales en el Reino Unido y terreno en la India. La monarca, que tuvo nueve hijos propios, incluso ofreció consejo sobre concepción a Karim, asesorándole a él y a su mujer, según The Telegraph, «ella debía tener cuidado en ese momento de cada mes para no cansarse».

¿Cómo se despidieron?

Victoria pidió que Karim estuviese entre los principales dolientes –un pequeño grupo de sus amigos más cercanos y sus familiares– en el funeral de castillo de Windsor. Y Edward, el hijo de Victoria, cumplió esta petición, incorporando a Karim a la procesión del funeral y permitiéndole ser la última persona que viese el cuerpo de Victoria antes de cerrar el ataúd.De acuerdo con The Smithsonian sin embargo, «Edward VII envió guardias a la casita que Karim compartía con su esposa, para hacerse con todas las cartas de la reina y quemarlas allí mismo. Le ordenaron a Karim que regresase a India inmediatamente, sin fanfarrias ni despedidas».

¿Cómo se descubrió esta historia?

Mientras visitaba la casa de verano de Victoria en la isla de Wight en 2003, Shrabani Basu vio varias pinturas y el busto de un sirviente indio llamado Abdul Karim y esto le llamó la atención. «No parecía un sirviente», dijo Basu a The Telegraph en 2017. «Estaba pintado para parecer un noble. Estaba sujetando un libro, mirando de lado. Algo en aquella expresión me chocó y cuando me moví hacia un lado, vi otro retrato suyo mirando de manera más tierna. Era muy raro».Intrigada, Basu pasó los siguientes cinco años destapando la historia de Victoria y Abdul, una larga investigación que implicó que los historiadores fuesen al castillo de Windsor y astutamente pidiesen ver los cuadernos de hindustaní de Victoria, el libro de ejercicios donde Karim solía enseñar urdu a Victoria. «Nadie los había visto hasta ese momento», explica Basu. «El papel secante cayó de esos diarios que no habían sido abiertos en 100 años. Supongo que porque todos los biógrafos de la reina Victoria habían sido del oeste y no podían leer urdu».Basu leyó 13 volúmenes de la reina en los que escribió sobre lecciones de hindustaní en Balmoral, visitas a Abdul cuando estaba enferma, visitas para tomar el té con su mujer –a quien la Reina había dado permiso para venir de la India y reunirse con él– y para ver la nuevas crías de los gatos. Su pasión por la India era obvia, desde su deseo desesperado por comer mango y su visión de los Karim como sus iguales. Muestra un lado completamente diferente de la vida de la reina que no había sido registrado antes.Milagrosamente, un descendiente de Karim contactó con Basu y la derivó a otro familiar que se había quedado con los diarios existentes de Karim, que ella incorporó a su libro Victoria & Abdul: The True Story of the Queen’s Closest Confidant, la base de la obra de Stephen Frears protagonizada por Judi Dench y Ali Fazal.Fuente: revistavanityfair.es


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