Daniel Nosiglia, sensación de este Dakar, habló de las claves para pasar a ser un ídolo nacional y de las ofertas que tiene para convertirse en un competidor de marca. Aseguró que se preparó hasta 12 horas diarias.Â
En pocos días y gracias a sus buenas actuaciones en el Dakar, que aún tiene una semana más de competencia, pasó a ser un ídolo nacional. Cuando dio esta entrevista, en La Paz, varias personas esperaban para que les firme un autógrafo o para sacarse una selfi, a pesar de que estaba lloviendo, eran las 22:00 y el termómetro marcaba 5 grados.
Daniel Nosiglia es el piloto del momento en Bolivia, con posiciones destacadas en las diferentes etapas, fue octavo en el inicio y cuando llegó a la Ciudad Maravilla lo hizo de séptimo, un lugar que enloqueció a sus seguidores.
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El menor de los Nosiglia, con 23 años, es conocido porque se ‘mata’ entrenando, y en ocasiones no mide las horas de preparación. Para este Dakar, por ejemplo, se preparó hasta 12 horas diarias, consciente de que sería el más complicado de la historia. La técnica en el manejo que viene demostrando no ha pasado desapercibida para las marcas internacionales que están corriendo en el rally, que ya le dieron un aviso: “Te estamos siguiendo para que corras el próximo Dakar como piloto oficial”. “Son dos, pero no voy a dar los nombres”, sostuvo ‘Dani’, que tiene varias pruebas internacionales sobre sus espaldas, en Chile y Argentina fundamentalmente.
Mientras te esperábamos, varios fanáticos te vinieron a buscar, ¿te imaginabas ser un ídolo a estas alturas del Dakar?
Trabajamos muchísimo durante el año para esto. Tal vez no me imaginaba estar tan arriba en las etapas, pero sí, el objetivo era pelear con los mejores. Estoy contento por estar acá y mucho más por los resultados que se están dando.
¿Cuántas horas al día te entrenaste para enfrentar esta versión 40 del rally, considerando que es la más complicada de la historia?
Incontables. Llegué a las 12 horas en algunas jornadas de entrenamiento. El año pasado fue lo mismo, lamentablemente los resultados no se dieron por el problema que tuvimos (se paró la moto en la segunda etapa por una falla eléctrica y tuvo que ser remolcado), pero en esa ocasión hemos hecho etapas igual de buenas peleando con los pilotos oficiales. Lo que pasa es que en esta versión las cosas se han dado de una mejor manera.
Los fanáticos superaron los controles para acercarse a vos en La Paz, ¿soñaste con tener ese recibimiento de héroe?
Ya lo había vivido con mi padre, y es algo inexplicable. Pero la verdad, que al que reciban así sea a mí, nunca me lo imaginé. Fue algo increíble e inolvidable. El cariño de la gente es incondicional. Me motivaron bastante.
¿Daniel puede dar mucho más en este Dakar?
Mucho más, difícil. Vengo dándolo todo. Desde el comienzo de este Dakar lo di todo, obviamente cuidándome. Dentro de todo está la seguridad y ello es lo que hemos estado haciendo, siempre priorizando la seguridad. Siempre tratamos de no cometer errores para no tener caídas, pero no dejando de presionar para ubicarnos en lugares de privilegio.
¿Hay las condiciones para que acabes entre los 10 mejores pilotos de motos?
Es un sueño, y estamos luchando para ello.
¿Se puede?
Por como venimos, creo que se puede, pero aún queda mucho.
¿Cómo haces para competir contra pilotos profesionales?
Hay que hacer lo mismo que hacen ellos. Hay que prepararse como ellos, dedicarse como ellos, aunque se nos hace un poco complicado porque no vivimos de esto. Creo que el trabajo que hemos hecho ha sido muy profesional durante todo el año. En el entrenamiento hemos tenido sicólogos, nutricionistas, preparador físico y preparador de navegación. Hemos hecho todo el trabajo completo. Obviamente sin las ganas y sin la fe no se lograría nada.
¿Cómo se siente superar a pilotos élite, que tienen algunas ventajas?
Es increíble e inimaginable estar ahí peleando y ganándoles a pilotos que toda mi vida los he seguido y he estado pendiente de ellos en el Dakar. Desde que llegó el rally a Sudamérica lo vengo siguiendo todo el tiempo, es decir desde mis 13 años.
¿Cuándo tu hermano Wálter Jr. se accidentó, no se te vino a la cabeza dejarlo todo?
La verdad que fui de los primeros en enterarme. Paré ahí y lo asistí. Esperé a que llegue el helicóptero y que se ponga bien. Él estaba en el suelo, había perdido el conocimiento. Una vez que lo vi estable, recién seguí en competencia. Después, ni bien bajé de la moto, fui a buscarlo y por suerte no pasó a mayores.
Sos el boliviano que ha logrado el mejor puesto en una etapa de motos, séptimo, y en la general vas bien, ¿tu actuación te abre las puertas para ser un piloto oficial?
Ese es el objetivo y no estamos lejos. Dos marcas se fijaron en mí para ser piloto oficial, y estoy muy contento por ello. No quiero dar detalles de quiénes son hasta que no se concrete alguna oferta. Todo ha sucedido en este mes. Me han dicho que me están siguiendo y que podría representar su marca. Es una cosa que está todavía a medias porque faltan varias etapas para que acabe el Dakar. Es un honor recibir ese tipo de apoyo y que esté en su mira.
¿Cuántas caídas tuviste hasta el momento?
Me he salvado de varias. Caídas tuve unas tres, pero no fueron graves porque fueron apoyadas, que prácticamente no cuentan en el motociclismo.
¿Qué pesa más en el Dakar, la técnica del piloto o la moto?
Yo creo que ambos. La moto que tengo es estándar y no es lo mismo que una oficial. A pesar de ello lo estamos haciendo bien hasta el momento. Hay lugares en que estamos en desventaja, pero en otros sectores el manejo nos ayuda bastante.
¿Cuántas motos superiores a tu máquina hay en este rally?
Son unos 30 pilotos oficiales, todos profesionales, que tienen máquinas superiores y que no se las puede comprar. Para tenerlas tenés que representar a una marca.
¿Estás haciendo una excelente carrera en una máquina inferior?
En realidad, lo estamos haciendo bien con esta moto. Pero si me preguntas si me beneficia o perjudica tener una moto estándar, la respuesta es que estoy en desventaja. Por ejemplo, si nos vamos a la velocidad, las máquinas oficiales sacan ventaja en velocidad de unos cinco kilómetros por hora. Y eso es bastante si se toma en cuenta la cantidad de kilómetros que recorremos en el Dakar.
¿Qué le decís a esa gente que todo el tiempo te busca y que te considera su ídolo?
Agradecerles de todo corazón, son realmente la motivación que nos lleva a dar lo mejor de nosotros y decirles que es un orgullo poder representar a este país. El compromiso es de darlo todo y siempre de poner a Bolivia lo más alto posible.
¿Qué te dice que los Nosiglia la estén rompiendo en esta competencia?
Es otra motivación. Ya con lo que hizo mi papá en años anteriores se formó una presión para nosotros, pero creo que lo estamos haciendo bastante bien, y por ello estamos felices.
¿Cómo es Wálter Nosiglia como padre en las carreras?
Es un poco de todo. Sabe que somos capaces y que estamos preparados para esto, pero sigue siendo un padre y obviamente va a estar preocupado.
¿Qué te dice tu padre?
De todo un poco. Que haga lo que sé hacer, que disfrute de esto y que siempre mantenga la seguridad en el manejo.
¿Y Chavo Salvatierra…?
Hablamos bastante con él, pues es un amigo muy cercano con el que comentamos las etapas y cómo hay que trabajar en las jornadas que vienen. Disfrutamos de la misma pasión y eso nos une bastante.
¿Cómo te imaginás en Córdoba el 20 de este mes?
Disfrutando de llegar a la meta.
Fuente: diez.bo