La líder del movimiento prodemocracia de Myanmar, Aung San Suu Kyi, salió de su casa el sábado en medio de las ovaciones de miles de seguidores, después de que la junta militar del país la liberara tras siete años de arresto domiciliario.
Suu Kyi ha estado arrestada 15 de los últimos 21 años debido a su oposición a los 48 años de régimen militar en Myanmar, un país rico en recursos.
"La gente debe trabajar en unidad. Sólo entonces podremos alcanzar nuestra meta", afirmó sonriente la activista ganadora del Nobel de Paz, junto a las puertas rojas de hierro que rodean su mansión junto a un lago, con flores en el pelo.
El arresto domiciliario de la líder fue extendido en agosto pasado después de que un tribunal dictaminara que había violado una ley que protege al Estado contra "elementos subversivos" al permitir que un estadounidense se quedara en su casa dos noches.
Su liberación otorga al país una poderosa voz defensora de la democracia, días después de una elección ampliamente criticada, y revivirá un debate sobre las sanciones occidentales al país de 50 millones de habitantes, que se encuentra estratégicamente entre China e India.
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Tras dirigirse a sus seguidores – algunos de los cuales le entregaron flores -, la activista volvió a su residencia para la primera reunión en siete años con su partido Liga por la Democracia.
Reacción internacional
Distintos líderes mundiales alabaron su liberación, expresaron alivio y llamaron a la junta militar del país a excarcelar a más presos políticos, estimados en 2.100.
"Estados Unidos acoge su liberación, que debió realizarse mucho tiempo atrás", dijo el presidente estadounidense, Barack Obama, en un comunicado. "Es tiempo para que el régimen birmano libere a todos los prisioneros políticos, no sólo a uno", agregó.
El primer ministro británico, David Cameron, también declaró que la activista debió haber sido liberada mucho antes.
"La libertad es derecho de Aung San Suu Kyi. Ahora el régimen birmano debe sostenerla", afirmó.
La canciller alemana, Angela Merkel, llamó a los gobernantes militares de Myanmar a liberar a los presos políticos restantes.
"Aung San Suu Kyi es un símbolo de la lucha global por la realización de los derechos humanos. Su no violencia y perseverancia la convirtieron en un admirado modelo a seguir", señaló el Gobierno alemán en un comunicado.
Partidarios de la líder se reunieron durante el día cerca de su casa, y varios cantaban "liberen a Aung San Suu Kyi" y "Larga vida a Aung San Suu Kyi", mientras otros vestían camisetas con mensajes a favor de la activista.
Ante el aumento de la multitud, la policía antidisturbios con armas y gases lacrimógenos ordenó a los partidarios de Suu Kyi, cada vez más exaltados y ansiosos, alejarse de las barricadas.
Reuters