
Son pocas las canciones que no llevan la firma John Lennon / Paul McCartney en la prolífica carrera de The Beatles. Sin embargo, mientras las pujas de poder se acrecentaban entre esas dos personalidades tan ferozmente avasalladoras y competitivas, George Harrison intentaba hacer oír su voz. El quería ser tenido en cuenta como compositor y, aunque no fueron muchas las ocasiones en la que consiguió hacerlo, su cruzada bien valió la pena.
Fue la modelo y fotógrafa Pattie Boyd quien inspiró la letra de ese tema simple y profundo, que intenta poner en palabras ese «algo» no tan fácilmente identificable que hacía crecer el amor de Harrison día tras día. Ella era por entonces la esposa del músico. Se habían conocido en 1964, durante el rodaje de la película A Hard Day’s Night, y se casaron dos años más tarde. Con altibajos, su relación se mantuvo hasta 1974.

Al momento de idear un videoclip para la canción -el primer single de The Beatles que no llevaba la firma Lennon/McCartney- fueron invitadas todas las parejas de los músicos a compartir un día de campo y dejar así registro de su amor frente a las cámaras. Pattie, por supuesto, estuvo ahí, junto a Yoko Ono, Linda McCartney y Maureen Starkey.on pocas las canciones que no llevan la firma John Lennon / Paul McCartney en la prolífica carrera de The Beatles. Sin embargo, mientras las pujas de poder se acrecentaban entre esas dos personalidades tan ferozmente avasalladoras y competitivas, George Harrison intentaba hacer oír su voz. El quería ser tenido en cuenta como compositor y, aunque no fueron muchas las ocasiones en la que consiguió hacerlo, su cruzada bien valió la pena.»Here comes the sun», «While my guitar gently weeps» y «Within you without you» son algunos de esos «permisos» que Harrison tuvo para colar su material en los discos de los «Fab Four». Pero posiblemente es «Something» el mayor aporte que el guitarrista hizo al legado de la fundacional banda de rock británica: el tema incluido en el disco Abbey Road no sólo en una de las baladas románticas más populares del grupo, sino también en una de las canciones más versionadas dentro del extenso catálogo beatle.Fue la modelo y fotógrafa Pattie Boyd quien inspiró la letra de ese tema simple y profundo, que intenta poner en palabras ese «algo» no tan fácilmente identificable que hacía crecer el amor de Harrison día tras día. Ella era por entonces la esposa del músico. Se habían conocido en 1964, durante el rodaje de la película A Hard Day’s Night, y se casaron dos años más tarde. Con altibajos, su relación se mantuvo hasta 1974.Boyd y Harison, en el día de su casamientoBoyd y Harison, en el día de su casamiento Fuente: ArchivoAún cuando Harrison lo negó en una entrevista de 1996, Boyd contó en su autobiografía, Wonderful tonight, que él había escrito «Something» pensando en ella. Y lo volvió a afirmar durante una reciente entrevista con el músico de The Rolling Stones, Ron Wood: «George era demasiado callado para decírmelo, pero un día me hizo escuchar una cinta y supe que era para mí. Estaba completamente enloquecida».Al momento de idear un videoclip para la canción -el primer single de The Beatles que no llevaba la firma Lennon/McCartney- fueron invitadas todas las parejas de los músicos a compartir un día de campo y dejar así registro de su amor frente a las cámaras. Pattie, por supuesto, estuvo ahí, junto a Yoko Ono, Linda McCartney y Maureen Starkey.»Something» The BeatlesCompartir
Clapton, el tercero en discordia
Traté de darte consuelo / cuando tu antiguo hombre te había decepcionado. / Como un tonto, me enamoré de vos. / Pusiste mi mundo cabeza abajo.
«Layla» trataba de un amor no correspondido, idéntico al que él sentía desde hacía mucho tiempo. Tomaba su nombre de un relato del poeta persa Nezami sobre una princesa que se ve obligada por su padre a casarse con un hombre distinto al joven que estaba locamente enamorado de ella. Fue incluída el disco Layla and Other Assorted Love Songs (1979), de Derek and the Dominos, la banda que por entonces lideraba Clapton, y no demoró en ser considerada como una de las grandes canciones de amor del rock.Clapton y Harrison se habían hecho grandes amigos a mediados de los 60. El guitarrista de los Beatles prácticamente lo había adoptado, pese a que su protegido era un veinteañero algo engreído que ya se había hecho de un nombre dentro del mundillo del rock. Le abrió las puertas de su casa y de los míticos estudios Abbey Road. De hecho, el ex guitarrista de The Yardbirds tuvo el honor de ser uno de los pocos músicos invitados a participar de una grabación junto a los Beatles. Fue en 1968, cuando las tensiones internas entre McCartney y Lennon dinamitaban el clima de grabación del llamadoÁlbum Blanco y Harrison sentía que nadie le estaba poniendo demasiadas ganas a la ejecución de la canción que había compuesto para ese disco, «While my guitar gently weeps». Clapton, entonces, fue el encargado de darle el sonido que estaba buscando, aún cuando su nombre no figuraría en los créditos finales.La estrecha relación entre ellos estuvo siempre cruzada por Pattie. Y, de algún modo, Clapton se convirtió en un catalizador de las crisis que el matrimonio atravesaba, que se hicieron más profundas a medida que Harrison se adentraba en una búsqueda espiritual para aplacar el vacío que la fama, el dinero y la frustración iban dejando tras de sí. También cuando los rumores de infidelidad por parte del Beatle llegaban a la tapa de algún tabloide amarillista.»George estaba muy comprometido con la espiritualidad india y en cómo podría liberarlo de las cosas materiales que todos disfrutábamos», cuenta Clapton en el documental George Harrison: Living in the material world, de Martin Scorsese. «De algún modo, trataba de no tener nada que ver con esas cosas. Incluso en un sentido físico. Y yo me obsesionaba cada vez más con su mujer, Pattie. Me metía, con cierta torpeza, para saber cómo les iba, lo que pasaba en su relación… Y, al mismo tiempo, intentaba equilibrar mi relación con él».Clapton escuchaba a Pattie, la miraba fijamente a los ojos, la hacía sentir contenida. Ella recurría a él como un amigo, pero evitaba que la relación pasara a otro plano. Entonces, él inició un noviazgo con la hermana de Boyd, Paula, a quien llevó a Miami durante la grabación del disco de su nueva banda, Derek and the Dominos. Algunos aseguran que fue Harrison quien impulsó el romance; otros, en cambio, dicen que Eric estaba sencillamente obsesionado con la pareja de su amigo y buscaba desesperadamente excusas para estar cerca de ella.Pero todo terminó cuando Paula escuchó «Layla» y comprendió que su novio, en realidad, estaba enamorado de su hermana. Eso fue suficiente para que armara sus valijas y lo abandonara.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La resolución del triángulo
