Si bien el traslado tuvo resultados que favorecieron a comerciantes y clientes, la Alcaldía se aplaza en las avenidas
“Con el traslado del mercado uno se siente más holgado para hacer compras y se circula mejor por los pasillos, el problema es llegar hasta aquí porque con la trancadera no se puede, es igual o peor que antes”. Este testimonio se repite entre los clientes que aprovecharon el domingo para abastecerse en el Abasto del tercer anillo.
Si bien de noviembre a esta parte el interior del mercado se ve menos desordenado, la cara externa muestra otra realidad que sigue siendo una asignatura pendiente de la Alcaldía.
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Esta zona de la ciudad donde “se puede ir más rápido a pie que en auto” se ha vuelto tierra de baches, por un lado, y propiedad de los taxistas por otro, quienes buscan pasajeros apostados en mitad del tercer anillo, literalmente.
Hay un intento de mejora en la rotonda del tercer anillo externo y avenida Piraí, pero los comerciantes aledaños al mercado señalan que no avanza y eso perjudica la llegada de sus clientes.
Los únicos funcionarios dependientes del municipio presentes en el Abasto son los de Vega-Solví. Uno de ellos señala que son ocho ‘fijos’ que recogen basura a diario y que hay casi la misma cantidad que antes.
¿Y los de la Dirección de Tráfico y Transporte o de la Secretaría de Movilidad Urbana? Este medio intentó contactarse con los responsables para conocer si se están trabajando posibles soluciones, pero no hubo respuesta.
Fuente: eldeber.com.bo