
En la sala 207, del segundo piso del Sindicato de los Metalúrgicos del ABC, en São Bernardo do Campo, Luiz Inácio Lula da Silva está abatido y con la presión alta.El médico Gustavo Johnen pide que el enfermero con el desfibrilador esté cerca. «Él está muy emocionado, es diabético y la presión es alta», dice el galeno.Lula ya ha comunicado a todos que sólo va a tomar la decisión de lo que va a hacer en los últimos minutos. La orden emitida por la Justicia de Curitiba es la de que el expresidente se entregue hasta las 17h.Dividido en habitaciones, el espacio alberga a unas 100 personas.Por su parte, amigos y partidarios, como la pre-candidata a la presidencia Manuela d’Ávila (PDdoB), el también pre-candidato y líder del MTST Guillermo Boulos (PSOL) la colega de partido y ex ministra de la Secretaría de Políticas para la mujer Eleonora Menicucci, la filósofa Márcia Tiburi, ex ministro Celso Amorim, la diputada federal María del Rosario (PT), la presidenta del PT Gleise Hoffma y uno de los fundadores de la Media Ninja, Pablo Capilé y el concejal Eduardo Suplicy (PT).Uno a uno, ellos entran y salen del segundo ambiente, donde el ex presidente permanece. Quien aguarda en el segundo ambiente, se muestra aprehensivo, revolviendo en el celular en todo momento. En tono de broma, diputados y concejales sacan la pila del reloj de pared para evitar el fatídico horario límite.Al lado del médico, en una habitación sin adornos, que cuenta sólo con dos botellas térmicas abastecidas de café, Lula demuestra estar hace muchas horas sin dormir. Tiene ojeras profundas y se abastece con agua mineral.En medio de las visitas, la cineasta Petra Costa y un camarógrafo circulan libremente y captan todos los detalles para un documental sobre el impeachment de la ex presidenta Dilma Rousseff, que será lanzado en agosto.
El movimiento se acompaña de una banda sonora que viene del piso abajo. Un grupo de la juventud petista protesta con tambores al sonido de funk y éxitos de Anitta. «No a la prisión de Lula, abajo del golpe, va a dar PT, va a dar.»Una merienda se sirve a las 15h30. Sí, pan con mortadela. Para beber, sólo jugo, refrigerante, agua y café. Nada alcohólico. En todo momento, Lula se quita con los conocidos que van llegando. Una pareja trae un bebé de 10 días para recibir un beso del ex presidente. «Dos años después, la gente está aquí en el sindicato de nuevo, y el Lula con una orden de arresto.»Una hora antes del plazo final, los concejales y los diputados del PT se reúnen en lo que se está llamando «Reunión de la bancada». Ellos informan que los abogados del ex presidente quieren que se entregue. Algunos minutos pasan, Lula va a una sala con los abogados.Fuente: https://universa.uol.com.br