La popularidad de Tony Lee Parker es abismal. En las calles, en los supermercados, en los cafés, por doquier no falta uno que lo salude o quien quiera sacarle una fotografía o tomarse una selfi con él. Se ha convertido en uno de los mayores referentes de este género jaimquino. Es todo un “reggae star”.
Y es que su popularidad en Bolivia comenzó con los tributos a Bob Marley (uno de los grandes del reggae) en boliches nocturnos de diferentes departamentos.
Pese a que todavía tiene algunas dificultades con el castellano, no le faltan seguidores. Sus conciertos son llenos y cuando él dice “I love Bolivia, guys” el bullicio es tremendo.
Se enamoró de Bolivia, como un adolescente de su primer amor. Se enamoró de sus costumbres, de la “people”, de la “bolivian music”, de los “ landscapes” y, sobre todo, se enamoró del silplancho y la salteña.
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“Aquí me voy a morir”, dice con su acento gringo, pero su historia con el reggae no empieza aquí en Bolivia, sino en el norte de este continente, en Estados Unidos.
Tony nació en Detroit, Michigan hace más de cinco décadas, es hijo de una poetisa y un pianista. Siempre estuvo vinculado con el arte. Creció escuchando música negra, rock, pop, góspel y otros.
Entonces la música entró en lo más profundo de su ser y, después de los 10 años, empezó a tocar el bajo. Aprendió de forma autodidacta. Realizaba covers de The Beatles y otros artistas de esa época hasta que, una tarde de verano, un amigo suyo le hizo escuchar el reggae. “What is this? (¿Qué es esto?)”, fue lo que dijo, asombrado de lo que oía.
Empezó a escuchar de día y de noche a Bob Marley, Joe Higgs, The Wailers, Ziggy Marley y otros.
Armó su banda de reggae y empezó a tocar. Un día, a los 17 años, en un estudio de grabación, Joe Higgsy le dijo “I love how you play the bass” y se sintió más que halagado. “Uf, no tienes idea de lo que se siente que alguien te diga eso y más viniendo de alguien con una megatrayectoria en este ámbito”, recuerda Tonny.
Y fue entonces cuando empezó a tocar con él. Realizó varias giras con el artista e incluso formó parte de su cuarta producción discográfica: “Higgs-family”.
A finales de los años 70, cuando se encontraba en otro estudio de grabación, Bob Marley visitó el set porque buscaba una disquera para otros proyectos. Fue ahí cuando Bob escuchó tocar a Tony, se le acercó y le dijo “I love how you play the bass. We have to do something together (Me encanta cómo tocas el bajo. Alguna vez deberíamos hacer algo)”. Tony dice que fue una de las mejores etapas de su vida, porque se topó con grandes de este género musical. Un par de años después, Bob fue asesinado. “Me quedé con las ganas de tocar con él. Quién sabe, podía haber sido su bajista”, dice.
Tony llega a Bolivia en 2009 con un elenco de teatro llamado “The Angels Poverty Departament”, pero en 2010 se oficializa su mudanza. Es muy reservado para hablar de su familia, pero afirma que en este país está la nueva, sus “guys” (amigos).
Hasta hace algunos meses fue el vocalista de Radio Guetto y ahora lo es de Niña Macoña, con quienes actuará a finales de junio, en la Fiesta de la Música.
Asegura que antes de ir al lecho de un cementerio cochabambino, quiere grabar más discos como solista, “and I will do it (y lo haré)”, dice firme.
«El nivel del reggae en Bolivia ha mejorado en los últimos cinco años. Da gusto escuchar las nuevas propuestas musicales». Tony Lee Parker. «Reggae star»
Fuente: lostiempos.com