Investidura: La sucesora de Lula da Silva tomó el mando del gigante de Sudamérica. Asistieron al acto 11 mandatarios. Gestión. La flamante Mandataria brindó un homenaje a Lula. Brasileños dan sentimental adiós a Lula y reciben a Rousseff
ROUSSEFF PRESIDE BRASIL
GOBERNANTE. Dilma Rousseff durante su discurso en el juramento.
AFP; La Razón.- La economista Dilma Rousseff, de 63 años, se convirtió ayer en la primera mujer presidenta de Brasil, en sustitución del popular Luiz Inácio Lula da Silva, a quien rindió homenaje con un llamado a profundizar las reformas sociales de su gobierno.
Ex integrante de la resistencia armada a la dictadura militar (1964-1985), por lo que pagó con torturas y tres años de cárcel, y pieza fundamental del gobierno de Lula en dos ministerios, Rousseff asumió el mando de la octava economía del mundo.
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Abordo de un Rolls Royce, la caravana llevó a Rouseff al Congreso encabezada por motociclistas y por la caballería del Batallón de la Guardia Presidencial y, como homenaje por ser la primera mujer que ocupa la Presidencia brasileña, fue escoltada por el cuerpo femenino de la Policía Federal.
Rousseff prometió seguir las políticas sociales de su predecesor. "El mayor homenaje (a Lula) es ampliar y avanzar las conquistas de su gobierno", dijo Rousseff ante los miembros de las dos cámaras del Congreso que la ovacionaron de pie.
Rousseff dijo que Brasil tiene la "oportunidad" de convertirse en una "nación desarrollada" con "estilo brasileño" y un fuerte componente de sostenibilidad ambiental.
Para ello, llamó a la unión de las instituciones para mantener los buenos fundamentos que sostuvieron el crecimiento brasileño en los últimos años, y pidió apoyo para asumir el "compromiso con la erradicación de la pobreza extrema" en Brasil, un flagelo que afecta a 20 millones de personas en el país de 190 millones de habitantes. "Aún existe una pobreza que avergüenza a nuestro país".
"No voy a descansar mientras haya en Brasil brasileños sin alimentos en su mesa, y niños pobres abandonados a su propia suerte", prometió, en medio de aplausos de legisladores y jefes de Estado presentes en el Parlamento, entre ellos la mayoría de presidentes latinoamericanos, el príncipe Felipe, heredero de la Corona española y la secretaria de estado norteamericana Hillary Clinton.
Rousseff se comprometió además a profundizar la integración latinoamericana. "Seguiremos empeñados en profundizar la integración con nuestros hermanos latinoamericanos", sostuvo la presidenta.
región. Rousseff enfatizó que pretende dar una "consistencia cada vez mayor al Mercosur" integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, además de Chile y Bolivia como miembros asociados externos y Venezuela en proceso de adhesión. "Vamos a dar especial atención a los países emergentes", dijo. "Profundizaremos el relacionamiento con Estados Unidos y la Unión Europea", añadió.
Rousseff, que gobernará cuatro años, terminó su discurso en el Congreso y se dirigió al Palacio do Planalto en donde recibió la banda presidencial del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con quien se abrazó.
El perfil de la JEFA DE ESTADO
Hija de un empresario búlgaro y de una maestra brasileña, Dilma Rousseff nació en Bello Horizonte hace 62 años. Miembro ahora del Partido de los Trabajadores (PT), pasó más de dos años encarcelada durante su juventud y fue torturada por integrar movimientos clandestinos que luchaban contra la dictadura militar en Brasil. En los últimos años del régimen, Rousseff luchó por la amnistía para los ciudadanos que habían perdido sus derechos civiles y habían sido perseguidos.
Brasileños dan sentimental adiós a Lula y reciben a Rousseff
Miles de brasileños se congregaron ayer ante la sede de la presidencia de Brasil para la transferencia de mando, divididos entre la tristeza de despedir a Luiz Inácio Lula da Silva y la alegría de darle la bienvenida a Dilma Rousseff, la primera mujer en asumir el mando del país. "Mi corazón está partido.
Lula ha sido un estadista, un hombre muy carismático que representa al pueblo luchador, y a todos nos entristece despedirlo; pero tengo mucha esperanza en ella y considero muy importante tener una mujer presidente", explicó Maristela Leal, maestra de 29 años.
Maristela, que trabaja alfabetizando en la deprimida Ciudad Estructural, es un ejemplo de las mejoras sociales de los últimos años. "Pude estudiar en la universidad gracias a un programa de Lula. Ahora lo estoy devolviendo con mi trabajo, sirviendo a la gente que lo necesita", contó.
"Lula, Guerrero del pueblo brasileño", le corearon los miles de brasileños que presenciaron la investidura desde la calle. Y tuvieron su recompensa: al abandonar el palacio presidencial, Lula fue a la plaza de los tres poderes y saludó a sus seguidores.
"Las mujeres pueden más, somos muchas, somos Dilma", es la leyenda de la camiseta Míriam Vilela, trabajadora que viajó 12 horas desde Minas Gerais.
Dilma Rousseff asume como primera presidenta de Brasil
Triunfo: la nueva presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su antecesor, Lula da Silva, celebran tras la toma del mando
La Prensa
Investidura: La sucesora de Lula da Silva tomó el mando del gigante de Sudamérica. Asistieron al acto 11 mandatarios.
Brasilia / EFE y BBC Mundo.- Dilma Rousseff fue juramentada ayer como la primera presidenta de Brasil y sucesora en el cargo que hasta entonces ocupó Luiz Inácio Lula da Silva, su mentor. En su primer discurso como jefa de Estado, dijo que cumplirá su promesa de campaña de luchar con obstinación por la erradicación de la pobreza en su país.
“La lucha más obstinada de mi Gobierno será por la erradicación de la pobreza extrema y la creación de oportunidades para todos”, expresó la nueva mandataria, en un acto celebrado en el pleno de la Cámara de Diputados, en la capital brasileña, Brasilia.
Rousseff recordó que en los dos gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva, que se iniciaron en 2003 y concluyeron ayer, hubo una gran “movilidad social”, pero todavía hay “pobreza que “avergüenza nuestro país y le impide afirmarse plenamente como pueblo desarrollado”.
“No voy a descansar —afirmó— mientras haya brasileños sin alimentos en la mesa, mientras haya familias en el desaliento de las calles, mientras haya niños pobres abandonados a su propia suerte”.
Según la Presidenta, para alcanzar sus objetivos de construir un Brasil más justo, su Gobierno necesita que ese compromiso sea asumido también por la sociedad, por lo que pidió “con humildad” el apoyo de partidos, empresarios, estudiantes, instituciones y la prensa.
Rousseff destacó el hecho de que por primera vez una mujer ocupe la Presidencia brasileña y dijo que llega al poder “para abrir puertas, para que muchas otras mujeres también puedan, en el futuro, ser presidentas y para que todas las brasileñas sientan el orgullo y la alegría de ser mujer”.
“Mi compromiso supremo es honrar a las mujeres, proteger a los más frágiles y gobernar para todos”, manifestó en medio de aplausos.
La Mandataria dedicó palabras de elogio a Lula y dijo que llega a la Presidencia “para dar continuidad” a su obra. “Vengo para consolidar la obra transformadora del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con quien tuve la más vigorosa experiencia política de mi vida y el privilegio de servir al país”.
Su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido el presidente más popular en la historia del país, bajo su mandato se registró un importante crecimiento económico y hubo optimismo en Brasil.
Por otro lado, durante su discurso, la Jefa de Estado también señaló que su Gobierno buscará reforzar los vínculos con los países de América Latina y el Caribe, así como profundizar las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea (UE). “Preservaremos y profundizaremos la relación con Estados Unidos y la Unión Europea, con los hermanos de América Latina y el Caribe, con los hermanos africanos”, así como con los demás países emergentes.
A los actos de investidura de Rousseff como presidenta y Michel Temer, vicepresidente de Brasil, asistieron los presidentes de Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, Guinea Bissau, Uruguay, Paraguay, Perú, República de Guinea, Surinam y Venezuela, así como el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
También estuvieron presentes el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, los primeros ministros de Portugal, José Sócrates; de Corea del Sur, Kim Hwang-Sik, y de Bulgaria, Boiko Borisov.
Lula se va en los brazos del pueblo
Luiz Inácio Lula da Silva abandonó ayer el Palacio de Planalto y la ciudad de Brasilia, poco tiempo después de entregar la banda presidencial a su sucesora, Dilma Rousseff, y de una emotiva despedida popular.
Lula, quien gobernó Brasil en dos mandatos consecutivos de cuatro años, entre el 1 de enero de 2003 y ayer, salió del palacio presidencial con su esposa, Mariza Leticia, y se dirigió a la Base Aérea de Brasilia, donde abordó un avión con destino a Sao Paulo, desde donde habrá seguido a la vecina Sao Bernardo do Campo.
El ex Mandatario fue despedido por Rousseff, quien, con la banda presidencial en el pecho, lo tomó del brazo izquierdo y bajó con él la rampa que da acceso al Palacio. La ex primera dama se ubicó en el lado derecho de Lula y el vicepresidente Michel Temer, en el flanco izquierdo de la Mandataria.
En la parte baja de la rampa, Lula y su esposa se dieron efusivos abrazos con Rousseff y Temer, una despedida en la que no faltaron lágrimas de los protagonistas ni aplausos de los empleados del Palacio de Planalto.
Después de despedirse de su sucesora, el ex Presidente, quien lloraba y sudaba copiosamente, se acercó al público congregado frente al palacio y se fundió en abrazos y apretones de manos con la multitud que coreaba su nombre.
Lula pasó al menos diez minutos entre una multitud que no lo dejaba ir y que puso en aprietos a los agentes de seguridad que se esforzaban por rescatarlo de los brazos del pueblo. Tamaña efusividad se debe al hecho de que ha sido el presidente más popular que haya tenido el país, ya que deja el Gobierno con una aprobación del 87 por ciento a su gestión.
Finalmente, Lula y su esposa lograron subir a su automóvil que puso rumbo a la base aérea, mientras el ex Mandatario, como un chico de colegio, bajaba la ventanilla para, con el brazo en alto, despedirse una vez más de la gente.
Para destacar
Dilma Rousseff, afiliada al Partido de los Trabajadores (PT), fue investida como presidenta para el periodo 2011-2014.
Entre sus compromisos están mantener en alto la guardia contra la inflación, que hasta noviembre era del 5,25%.
La Jefa de Estado tiene ahora el desafío de gobernar para 190 millones de habitantes y lidiar con la sombra de Lula.
Quienes la conocen la describen como una mujer de carácter duro y autoritario, eficiente y pragmático.
Perfil
Dilma Vana Rousseff, economista de 63 años, es hija del inmigrante búlgaro Pedro Rousseff y de la ama de casa Dilma Jane Coimbra Silva. En 2002 fue nombrada ministra de Minas y Energía. Después asumió el Ministerio de la Presidencia, hasta que postuló a la Presidencia de Brasil.