Fisuras MAS-gabinete


gabinete-evito-300x201 La intransigencia de Evo Morales, que insiste en ratificar sin cambios a su gabinete de ministros, parece estar abriendo una fisura entre los mandos medios del Movimiento Al Socialismo y la cúpula gubernamental. Y es que el grave desgaste político producido por el gasolinazo está impactando negativamente en las filas del oficialismo, cuyos dirigentes están vinculados de una u otra forma con organizaciones sociales que les pasan factura. De ahí que cada vez más voces se alcen desde el partido oficial para pedir la cabeza de los ministros que impulsaron el intento de ajuste fiscal. En todo esto hay que ver algo más que un simple desentendimiento coyuntural, sino una tensión estructural entre dos estamentos sociales al interior de la coalición gobernante. De un lado se encuentra la élite burocrática nacida de las ONG´s y que controla la porción mayor del poder administrativo, mientras que por otra parte se agrupan los movimientos sociales que fueron conformados, promovidos o entrenados por aquellas organizaciones no gubernamentales. Respectivamente, la “vanguardia” intelectual y política de la “revolución democrática y cultural” y las tropas de choque de uso instrumental. Por supuesto, la fisura se ahonda al estrecharse el margen de acción económica de la cúpula burocrática, que en el actual escenario de déficit fiscal cuenta con menos medios para la cooptación de dirigentes sindicales y mandos medios del partido (no fueron suficientes los 120 millones de dólares del Fondo Indígena repartidos el 21 de diciembre). Y es claro, también, que en el cálculo de los dirigentes medios está la posibilidad de morder algunas porciones de la torta estatal en un eventual recambio de gabinete. En todo caso, esta tensión traerá cola al resquebrajar la cohesión interna del oficialismo, pudiendo convertirse en uno de los elementos adicionales para el hundimiento final del Gobierno Titanic.

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