Imagen de Evo sufre una fuerte caída. El gabinete, sin apoyo de 8 de cada 10 personas. Luego de las medidas económicas de fin de año y su retroceso, la credibilidad del Gobierno y la imagen del Ejecutivo cayeron según un estudio hecho en tres capitales y El Alto
Encuesta dice que 67% reprueba a Evo en 4 urbes tras gasolinazo
Encuesta. El estudio de opinión de Captura Consulting fue aplicado entre el martes 4 y el jueves 6 en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz. El MAS lo cuestiona.
El Deber.- El presidente Evo Morales inició el 2011 con un nivel de rechazo que alcanza el 67 por ciento en las cuatro principales ciudades del eje del territorio nacional, mientras que la aprobación a su gestión está a un 30 por ciento, su nivel más bajo desde que asumió la presidencia de Bolivia, en 2006.
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Así lo refleja una encuesta que aplicó la empresa Captura Consulting, entre el martes 4 y el jueves 6 de enero, a 800 personas en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz para medir el impacto político en el Gobierno provocado por el Decreto Supremo 748, que autorizaba el incremento de hasta un 82 por ciento en el precio de los combustibles.
La medida fue aprobada el 25 de diciembre del año pasado por el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, y derogado una semana después, el 31 de diciembre, por el jefe de Estado, Evo Morales.
Para el jefe de bancada del opositor Convergencia Nacional en el Senado, Germán Antelo, el rechazo al presidente Evo Morales representa una tendencia que se repite desde hace varios meses, y no por un momento, producto de una medida coyuntural desacertada, como el gasolinazo.
"Estamos viendo (al Presidente) bajar de manera progresiva en las encuestas porque ha dejado al país que marche sin rumbo en materia económica", señaló el político cruceño.
En contrapartida, la también senadora Gabriela Montaño, del frente oficialista MAS, manifestó que los resultados de la encuesta de Captura reflejan el sentir de las personas consultadas sobre una medida específica, “la nivelación de los precios del combustible”, y no sobre la gestión del Mandatario.
"Creo que es muy difícil diferenciar en ese momento la respuesta de la gente con relación a la gestión y a la medida económica. A mi juicio, esa consulta respondía más al caso específico de la nivelación de precios de los carburantes", expresó Montaño, que también puso en duda la representatividad del tamaño de la muestra.
De acuerdo con la última encuesta divulgada por la empresa Ipsos Apoyo, Opinión y Mercado, el 6 de diciembre de 2010, el presidente Evo Morales estaba con un 54 por ciento de apoyo entre las 1.034 personas consultadas en las cuatro principales ciudades del eje. En esa oportunidad, los analistas políticos atribuyeron la aprobación a la distribución de los bonos Juancito Pinto, del Juana Azurduy y a la entrega de la Renta Dignidad para los ancianos.
En septiembre del año pasado, la popularidad del líder cocalero estaba en un 52 por ciento en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz de la Sierra, de acuerdo con la encuesta de Ipsos Apoyo, Opinión y Mercado.
En ese mes, la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
FICHA TÉCNICA
El estudio de opinión se aplicó a 800 personas, mayores de 18 años, en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz de la Sierra. La muestra tiene un margen de error del 3,5 por ciento y un 95 por ciento de confianza. Se aplicó entre el martes 4 y el jueves 6 de enero. Fue utilizado el método de entrevista cara a cara mediante un cuestionario estructurado. El muestreo es proporcional a la población.
Análisis
El apoyo al Gobierno es condicionado
Al margen de los porcentajes de rechazo y aceptación que arrojaron las encuestas, hay que tener en cuenta que el apoyo que recibe el presidente Evo Morales es condicionado; esto quiere decir que no es un respaldo amplio a un proyecto político, sino al cumplimiento de ciertos objetivos particulares y corporativos ofrecidos por el Mandatario y el Gobierno.
La mayoría ha apoyado al Jefe de Estado con la certeza de que podía resolver una serie de problemas, y justamente por eso se ha observado que el Mandatario mantuvo un alto porcentaje de popularidad y, al mismo tiempo, un alto nivel de conflictividad. Si hacemos una revisión, encontramos que cada año aumentan las marchas, huelgas y protestas no contra políticas del Gobierno, sino en demanda de objetivos precisos. En la medida que pasa el tiempo y no se resuelven los problemas, la situación puede revertirse en cualquier momento.
En el país ha habido gobiernos con bajo apoyo electoral, pero había tolerancia del pueblo a la política porque sabía que se podía resolver los problemas. Ahora, la gente cree que este Gobierno tiene dinero y exige más resultados.
El gabinete, sin apoyo de 8 de cada diez personas
Estudio. Un 79% de los consultados en las ciudades del eje central aplaza al equipo de ministros. Evo los ratificó el viernes.
La Prensa
Un promedio de ocho de cada 10 personas que habitan en las cuatro principales ciudades del eje central desaprueba la gestión del equipo de Gobierno del presidente del Estado, Evo Morales. Sin embargo, el viernes, el Mandatario descartó un cambio de gabinete, durante la reunión que sostuvo con sus colaboradores en Huajchilla, localidad ubicada en La Paz.
De acuerdo con una encuesta de Captura Consulting aplicada entre los días 4 y 6 de enero, apenas el 13 por ciento de los consultados en Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz de la Sierra aprueba al gabinete ministerial.
En criterio de la diputada Betty Tejada, del oficialista MAS, la fecha en que ha sido elaborada la encuesta tiene una intencionalidad, porque se produjo cuatro días después de que el presidente Evo Morales dejara sin efecto el Decreto Supremo 748, que autorizaba el incremento de los combustibles en hasta un 82 por ciento, que provocó reacciones de protesta en diferentes ciudades del país.
"Es obvio que una medida traumática tiene un impacto y una reacción que sucede en la fecha que se hizo la encuesta. El resultado no está referido a una evaluación de la gestión, sino al decreto", insistió la parlamentaria masista.
Los porcentajes del estudio de opinión también son obvios para el secretario de Relaciones Institucionales de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Ortiz. Para el también ex Presidente de la Cámara de Senadores es evidente que para la mayoría de la población el Jefe de Estado y su equipo de ministros tienen un manejo errático de la economía.
En criterio de Ortiz, el gasolinazo marcó el retorno de la economía al punto central de la agenda boliviana. "En años anteriores hubo un auge de fantasía porque nos gastamos los ingresos adicionales por las exportaciones, pero no se ha podido solucionar los problemas básicos al 70 por ciento de la gente que vive en la pobreza", señaló el funcionario de la Gobernación cruceña.
Sin embargo, la diputada Tejada aseguró que la economía del país es una de las principales preocupaciones del Gobierno, prueba de ello es la reunión de evaluación que realizó el viernes el Presidente con su equipo de ministros, y el encuentro que sostuvo ayer con representantes de los sectores sociales.
"Estamos sintiendo los coletazos de una crisis económica mundial y se analiza la forma de extremar las medidas sociales para minimizar los impactos, para eso el Presidente está reunido con su gabinete, porque hay que aplicar medidas que puedan soportar los ricos sin que afecten a las clases populares", expresó la diputada Betty Tejada. El viernes, el Primer Mandatario rechazó la demanda de sindicatos y grupos indígenas de cambiar a algunos de sus más cercanos colabores, a quienes responsabilizan del último conflicto social provocado por el denominado “gasolinazo navideño”.
"La reunión no es para decir si un ministro sirve o no sirve. Se equivocan. (…) Es para asegurar la inversión pública desde el primer mes. Si algún ministro no estuviera trabajando bien, lo cambiaríamos ese mismo día. Esta reunión no es para calificar a los ministros", enfatizó Morales en la reunión en Huajchilla.
García Linera, con un 74% de reprobación
La gestión del vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, es rechazada por un 74 por ciento de las personas encuestadas en las principales ciudades del eje central, de acuerdo con el mencionado estudio de opinión de Captura.
Según la misma fuente, el segundo hombre al mando del país cuenta con la aprobación del 21 por ciento de las personas que participaron en la encuesta que se aplicó en Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz de la Sierra.
A juicio del politólogo y docente universitario Carlos Cordero, la figura del Vicepresidente ha ido apareciendo como el verdadero administrador del Estado.
"García Linera es el encargado de dar las malas noticias y tiene que explicar las decisiones ingratas o difíciles que asume el Gobierno, mientras el presidente Evo Morales construye una imagen diplomática en el exterior", indicó el politólogo paceño.
Fue precisamente Álvaro García Linera quien el 25 de diciembre del año pasado, en su condición de Presidente interino de Bolivia, promulgó el Decreto Supremo 748, que autorizaba el incremento de los precios de los carburantes en hasta un 82 por ciento. En esa oportunidad, el Jefe del Estado se encontraba en Venezuela.
El costo político es la pérdida de credibilidad
Captura. Tras el gasolinazo, la población cree que el Gobierno no sólo debe enfrentar la especulación, también la división interna.
La Prensa.- La pérdida de credibilidad, de liderazgo y la especulación en los precios de los productos de la canasta básica son los costos políticos más altos que debe enfrentar el Gobierno del presidente Evo Morales luego de su intento de incrementar el precio de los carburantes. Así lo refleja la encuesta de Captura Consulting aplicada en las urbes de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz.
Además, los gobernantes también tendrán que lidiar con las amenazas de convulsión social y la división interna en el partido oficialista, refleja el estudio de opinión. En la ciudad de La Paz se registró el mayor reconocimiento de pérdida de credibilidad, con un 46 por ciento, seguida de Santa Cruz (40 por ciento), Cochabamba (29 por ciento) y El Alto (25%).
Según la encuesta, un 44 por ciento de los alteños repudia la especulación de los precios de los productos básicos y cree que es la “gran factura” que debe pagar el Gobierno por aprobar el decreto que autorizaba el incremento en hasta un 82 por ciento en los precios de los combustibles, aunque fue derogado una semana después. Siguen Cochabamba, con un 37 por ciento, y Santa Cruz y La Paz, ambas con un porcentaje similar del 31 por ciento.
La pérdida de liderazgo se percibe casi por igual entre las personas consultadas en las cuatro ciudades, que mantienen un porcentaje entre 32 y 33 por ciento. Sólo Cochabamba refleja una cifra menor al 19 por ciento. Un 76% considera que después del gasolinazo disminuyó la credibilidad del Gobierno y es mínima la cantidad de personas que considera lo contrario.
La dirigencia de algunos sectores cree que estos resultados muestran el sentir de la población. Éver Romero, presidente del Comité de Vigilancia de Santa Cruz, está convencido de que en este momento la gestión gubernamental no es creíble. Critica la comparación que hicieron los ministros de los precios de los carburantes con relación a otros países. Para él, es una total equivocación porque no se puede poner en la misma balanza el sueldo mínimo que hay en Bolivia con el resto de la región. "Fue un error y una metida de pata. A raíz de esto tenemos el alza de precios y la especulación de los productos en el mercado", dice Romero.
Por su lado, el representante vecinal del distrito 3 y concejal suplente por Santa Cruz para Todos, Romel Pórcel, asegura que después del gasolinazo la gestión de Evo Morales no sólo perdió credibilidad, sino que también disminuyó el respaldo popular que tenía, porque la gente de El Alto y Cochabamba, que eran dos de los lugares donde gozaba de más apoyo, salieron a protestar contra la política que intentaba aplicar el Presidente. "Ha sido un levantamiento popular del vecino, sin la dirigencia", subraya el dirigente vecinal. Mientras, Verónica Mae, de la organización de Mujeres Indígenas de Beni, asevera que la medida gubernamental dejó preocupada a la población porque los precios siguen altos y hay escasez de algunos productos en perjuicio de los más pobres. Mae no cree que al Gobierno le preocupe perder credibilidad o popularidad, porque con el gasolinazo demostró que lanza sus medidas sin consultar al pueblo.
Por el contrario, Marco Antonio Gonzales, de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa de Bolivia, cree que el Órgano Ejecutivo demostró firmeza al anular el gasolinazo, y esa actitud la población tiene que reconocerla. Criticó a los gremialistas porque se están aprovechando de este escenario para especular con los precios y los productos. A su juicio, es necesario recomponer el decreto de la libre oferta y crear otra medida para controlar estos aspectos.
Imagen de Evo también cayó
Pese a que el presidente Evo Morales dio marcha atrás y anuló el incremento de precios de los carburantes, su imagen quedó deteriorada. Según el 73 por ciento de los encuestados en las ciudades del eje central, quedó con peor imagen que antes del gasolinazo, mientras que sólo un 20 por ciento considera que su popularidad se mantuvo igual y un 5 por ciento cree que mejoró después de anular el incremento de hidrocarburos.
Las respuestas de los varones y mujeres que fueron consultados son casi similares, porque un 75 por ciento de los hombres considera que el Mandatario quedó con una mala imagen, contra un 72 por ciento del sector femenino.
Al respecto, el representante de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), Diego Faldín, coincide con las respuestas de los encuestados. Considera que se observó claramente que la medida que intentó implementar el Presidente fue un “cálculo pésimo”, tanto para el Gobierno como para el pueblo, porque afectó al bolsillo de los ciudadanos, por eso fue rechazada, y los pueblos indígenas se sumaron a las manifestaciones de protesta en contra del incremento. "Eso es un antecedente que queda como una mala imagen para una persona, más todavía para el Presidente, que es el que conduce el país", enfatizó Faldín.
Desconfianza por la economía
La encuesta muestra que el 64% de los consultados con la pregunta: ¿Usted considera que era necesario subir el precio de los carburantes?, respondió que era innecesario, siendo Santa Cruz, con 82%, la ciudad con el mayor porcentaje de rechazo a esa medida; en El Alto, un 59% consideró que era necesaria el alza de los combustibles. Aparte, la confianza en la política económica llega sólo al 18%, mientras 50% cree que la situación económica será peor en 2011.
Imagen del Gobierno sufre una fuerte caída
ENCUESTA. Luego de las medidas económicas de fin de año y su retroceso, la credibilidad del Gobierno y la imagen del Ejecutivo cayeron según un estudio hecho en tres capitales y El Alto
Reacción. Tras el decreto que aumentaba el precio de los carburantes, hubo gente que protestó quemando afiches de Evo
Leopoldo Vegas Rondón, El Deber
El presidente Evo Morales inició el 2011 con un nivel de rechazo que alcanza el 67% en las cuatro principales ciudades del eje del país, mientras que la aprobación a su gestión está a un 30%, su nivel más bajo desde que asumió la presidencia de Bolivia, en 2006.
Así lo refleja una encuesta que aplicó la empresa Captura Consulting, entre el martes 4 y el jueves 6 de enero, a 800 personas en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz para medir el impacto político en el Gobierno provocado por el Decreto Supremo 748, que autorizaba el incremento hasta un 82% en el precio de los combustibles.
El decreto fue aprobado el 25 de diciembre del año pasado por el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, y derogado una semana después, el 31 de diciembre, por el jefe de Estado, Evo Morales.
Para el jefe de bancada del opositor Convergencia Nacional en el Senado, Germán Antelo, el rechazo al presidente Evo Morales representa una tendencia que se repite desde hace varios meses, y no por un momento, producto de una medida coyuntural desa-certada, como el ‘gasolinazo’.
“Estamos viendo (al Presidente) bajar de manera progresiva en las encuestas porque ha dejado al país que marche sin rumbo en materia económica”, señaló Antelo.
En contrapartida, la también senadora Gabriela Montaño, del oficialista MAS, dijo que los resultados de la encuesta reflejan el sentir de las personas consultadas sobre una medida específica, ‘la nivelación de los precios del combustible’, y no sobre la gestión del mandatario.
“Creo que es muy difícil diferenciar en ese momento la respuesta de la gente con relación a la gestión y a la medida económica. A mi juicio, esa consulta respondía más al caso específico de la nivelación de precios de los carburantes”, expresó Montaño, que también puso en duda la representatividad del tamaño de la muestra.
De acuerdo con la última encuesta divulgada por la empresa Ipsos Apoyo, Opinión y Mercado, el 6 de diciembre de 2010, el presidente Evo Morales estaba con un 54% de apoyo entre las 1.034 personas consultadas en las cuatro principales ciudades del eje. En esa oportunidad, los analistas políticos atribuyeron la aprobación a la distribución de los bonos Juancito Pinto, del Juana Azurduy y a la entrega de la Renta Dignidad.
En septiembre del año pasado, la popularidad del mandatario nacional estaba por un 52% en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz de la Sierra, según la encuesta de Ipsos Apoyo, Opinión y Mercado.
En ese mes, la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
El apoyo al Gobierno es condicionado
Roberto Laserna | Politólogo
Al margen de los porcentajes de rechazo y aceptación que arrojaron las encuestas, hay que tener en cuenta que el apoyo que recibe el presidente Evo Morales es condicionado; esto quiere decir que no es un respaldo amplio a un proyecto político, sino al cumplimiento de ciertos objetivos particulares y corporativos ofrecidos por el mandatario y el Gobierno.
La mayoría ha apoyado al jefe de Estado con la certeza de que podía resolver una serie de problemas y, justamente, por eso se ha observado que el mandatario mantuvo un alto porcentaje de popularidad y, al mismo tiempo, un alto nivel de conflictividad. Si hacemos una revisión, encontramos que cada año aumentan las marchas, huelgas y protestas no contra políticas del Gobierno sino en demanda de objetivos precisos. En la medida que pasa el tiempo y no se resuelven los problemas, la situación puede revertirse en cualquier momento.
En el país han habido gobiernos con bajo apoyo electoral, pero había tolerancia del pueblo a la política porque sabía que se podían resolver los problemas. Ahora, la gente cree que este Gobierno tiene dinero y exige más resultados.
FICHA TÉCNICA
El estudio de opinión se aplicó a 800 personas, mayores de 18 años, en las ciudades de Cochabamba, El Alto, La Paz y Santa Cruz de la Sierra.
La muestra tiene un margen de error del 3,5% y un 95% de confianza. Se aplicó entre el martes 4 y el jueves 6 de enero. Fue utilizado el método de entrevista cara a cara, utilizando un cuestionario estructurado. El muestreo es proporcional a la población.